Tranvía en Valencia

Algo dejé en el tintero en el post anterior, el viaje en el tranvía, que, como siempre, fue una putada.
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Mira que el trayecto es corto, pero siempre hay alguien que lo jode. Por lo general se pasa rápido un viaje en tranvía cuando vas con el mp3 con volumen bajito (odio la gente que lo pone a toda hostia, ojalá les reviente un tímpano), o simplemente sin música, apoyado en la ventana, mirando las caras de las personas.
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Miras las caras de la gente que va en el tranvía, pero no miras sus caras, en realidad, lo que estás viendo, es sus almas. Miras, y si miras bien, puedes ver la cara de la tristeza, de la soledad, de la frustración, del miedo, de la felicidad las menos veces, de la sobriedad, de la ebriedad; o, como en este caso peculiar, DE LA PROFUNDA Y SOBERANA ESTUPIDEZ...
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Tras esperar un rato pasando frío y pensando en el examen de matemáticas que me aguarda al llegar entro en el tranvía.
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Tomo asiento, uno mirando en el sentido en que vaya el tranvía, como siempre. A los 7 u 8 segundos de estar sentado pensando en qué estoy haciendo con mi vida (como casi siempre que me siento en el tranvía) oigo un ruido, un ruido desagradable, un ruido que sé perfectamente de dónde proviene. De un jodido móvil.
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Me giro, veo dos chicas, las prejuzgo, como siempre. Pienso, joder, otro par de imbéciles en la edad del pavo con cuerpo de mujeres jugueteando con sus móviles a poner canciones que se oyen como el puto culo y que destrozan los oídos de todo el que se encuentre en el mismo espacio público (esta vez cerrado) que ellas.
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Entonces, empiezan a hacer algo que hace que me hierva la sangre como si de magma volcánico se tratase y se me inyecten los ojos en rojo-furia-infierno, las fosas nasales se me dilaten y se me hinchen las venas de cuello y frente respectivamente de manera sobrehumana, comienzan a palmear (esto es, imitando la "tradición" de etnia gitana de dar palmas como mongólicos cuando oyen eso que pretende ser música pero no llega a berrido... am sí, flamenco o algo así).
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Me giro:
-Eh, vosotras, sí vosotras, no no, no mireis para atrás, os estoy hablando a vosotras par de zorras sin modales. ¿Dónde coño creéis que estais? ¿creéis que la buena gente que va en el tranvía necesita oír vuestra mierda? ¿Creéis que entreteneis a alguien con vuestros golpeteos de simios anormales en los asientos? ¿NO OS DAIS CUENTA, PEDAZOS DE MIERDA, QUE LA GENTE TIENE PROBLEMAS, QUE LA GENTE TIENE COSAS EN QUÉ PENSAR, Y ESTAR OYENDO MIERDA Y VIENDO CÓMO DOS GILIPOLLAS RETRASADAS GOLPEAN LOS PUTOS ASIENTOS ES MOLESTO?
Ahora tenéis dos segundos para apagar los putos móviles y estaros quietecitas como dos niñas buenas. A no ser, claro está, que queráis saber lo que se siente cuando la melodía de camarón entra por vuestros prietos y maleducados culos híbridos de persona y burra.
-pienso en decirles.
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Hago el amago de hablar, un suspiro resignado es lo más que sale de mis cobardes y cansados labios, acompañado, eso sí, de un giro negativo con la cabeza señal de profunda frustración.
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Hago el examen, de todas las preguntas sólo sé responder a una, la que menos vale, no sé si bien.
Apestando a fracaso y estupidez salgo del aula y me voy al piso, pasando de quedarme a dar la siguiente clase, que sé que tampoco me servirá de mucho puesto que en el examen haré más o menos lo mismo que en este, así que me cago en mí por ser tan derrotista, pero me voy al piso.
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Lo mejor del día, sin duda, marcar un gol con Castolo en el minuto 89 en la Liga Máster del Pro en nivel Destacado.
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Qué vida más triste...

Continuará...

Sí Modafokas! Sé que estáis deseosos de otra parte más de esta serie interminable de interesantísimos artículos de bazofia que nada tienen que ver con el concurso. ¡GENIAL! Seguiremos trabajando en ello.

Hasta entonces,

Has luego, hasta lueguito, adios adiosito, que ya nos veremos quiero decir, que eso, que hasta prontooooooooo, hasta la próximaaaaaaaaaaaaaa ¬¬ Lamentable.

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