Siesta Erasmus

La gente no se lo cree. Pero cuando estaba en Polonia de Erasmus, un día iba caminando y entré en un edificio. Entonces estaba en una especie de universidad no sé muy bien de qué. Entro como en un fuerte hecho de almohadas y colchones donde me espera una chica atractiva, que sé que estudia una carrera muy difícil, está llorando.

-No llores- le digo -no es para tanto.

-No es por eso- me dice -es que me voy.

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Siguiente escena, voy detrás de una chica más gorda que flaca con el pelo corto de pincho y unos ojos muy azules. Me cae muy mal, pero tengo que seguirla, es mi obligación. Entramos en el fuerte:

-¿Qué haces?- le pregunto.

-Ingeniería.

-¿Así sin mas?

-Sí - me responde cortante, estúpida.

-Una de mi piso también - le digo.

-Ahm - responde, concluyendo la conversación.

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No qiuero estar con ella así que me muevo por el fuerte, me dispongo a golpear unos sacos de plástico amarillos, pero un grupo de tres tías que no ha parado de seguirme está ahí, detrás de los sacos, mirándome, no me gustan, me dan miedo.

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Creo que le gusto a una de ellas, pero me asusta mucho,tiene algo terrorífico en la mirada.

Sigo paseándome por el fuerte de almohadas, que resulta ser ahora una especie de campus inmenso.

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Me encuentro con un jovencito de unos 4 años de piel oscura, no negro, pero de piel oscura, cabello moreno y la ralla peinada al lado, parece mexicano, está con otros niños indefinidos que miran una pantalla apagada.

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-¿Estáis viendo una película?- les pregunto.

-Sí- me dicen - ahora sigue.

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Miro extrañado la pantalla y veo que hay una pestaña de windows media minimizada, entonces llegan dos monjas, una me saluda.

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Yo no sé quién es, le sigo la corriente un poco, después por lo que dice, descubro que trabaja de psicóloga en el Flamingui.

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-No os podeis sentar en el sofá, nos dice (todo el tiempo yo había estado con alguien, pero no me había dado cuenta), vosotros no, sólo las mujeres puras, o mi Dios se enfadará.

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-Sé que no podemos sentarnos, somos pecadores, somos impuros.

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-Exacto, dice la mujer.

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-Pero por lo menos reconozco que he pecado madre, de pensamiento, acto y opinión ¿?¿¿?jajajaja rio.

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-Pensamiento, palabra, obra y omisión. No te pases, niñato- responde seria la monja mientras tira hacia atrás de su túnica para que pueda ver la pistola que lleva en el cinturón.

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-¿Y ahora qué va a hacer¿? -pregunto para calmar los ánimos.

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-Me ofrecieron plaza en el Pere, pero no la acepté.

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-¿Demasiado trabajo no?- jajaja reimos todos.

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-Sí- responde de golpe muy seria la monja.

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Ahora estoy en mundomar, en un estanque de agua, hay un tiburon en él, yo soy otro tiburón. Un hombre con un traje k intenta ser el de un buzo nos está dando comida.

La comida son como muñecos Ken (el Ken de Barbie) pero hechos de una carne roja muy sabrosa.

De repente el otro tiburón ataca al humano con furia. yo no me enfado, siento un poco de pena... no demasiada.

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Abro los ojos..me despierto un poco sobresaltado. Escribo todo esto rápido y mal en un bloc de notas, son las 3 y 40 de la mañana.

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Ahora, si me disculpan, he de irme.

Continuará...

Sí Modafokas! Sé que estáis deseosos de otra parte más de esta serie interminable de interesantísimos artículos de bazofia que nada tienen que ver con el concurso. ¡GENIAL! Seguiremos trabajando en ello.

Hasta entonces,

Has luego, hasta lueguito, adios adiosito, que ya nos veremos quiero decir, que eso, que hasta prontooooooooo, hasta la próximaaaaaaaaaaaaaa ¬¬ Lamentable.

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