Ruta por los Cañones del Sil
¡Hola a tod@s!
A lo largo de los Cañones del Sil, en su paso por la Ribeira Sacra, podemos encontrarnos una gran cantidad de miradores a ambos lados del río. Muchos de ellos se sitúan en lo alto de las laderas más grandes del cañón permitiendo observar paisajes increíbles y las formas que va creando el río Sil.
Además también se pueden visitar monasterios y viñedos y bodegas donde degustar el vino de la zona. De hecho aquí es donde nace el vino de la Denominación de Origen Ribeira Sacra.
Estos cañones funcionan como frontera entra las provincias de Lugo y Ourense durante 35 kilómetros formando numerosas curvas en su transcurso.
Aquí se forma también un microclima propio, más suave que el clima continental-atlántico de Galicia de interior, favoreciendo a la viticultura del lugar y otros cultivos.
Ahora os contaré cuál fue nuestro recorrido por estos cañones y todos los miradores por los que pasamos. Hay muchos más y, de hecho, lo recomendable es dedicarle más de un día a ver toda esta zona ya que hay un montón de cosas que visitar. Pero nosotras hicimos una escapada desde Ourense de un solo día y vimos los que pudimos y lo que nos dio tiempo.
Aunque nuestra ruta se basó es visitar básicamente diferentes miradores y al final la ciudad de Monforte de Lemos, la Ribeira Sacra ofrece otras muchas posibilidades, por ejemplo hacer alguna excursión en barco por el río y obtener una perspectiva del paisaje diferente o degustar el increíble vino de las bodegas de la zona.
Para realizar esta ruta es bastante imprescindible disponer de coche, aunque se hacen algunas excursiones desde ciudades como Lugo o Santiago, no permiten tener cierta libertad para parar donde queramos y, al fin y al cabo, eso es lo mejor de esta ruta pues muchos de los mejores lugares se encuentran por casualidad. De hecho algunos de los miradores de los que os hablaré a continuación los encontramos por casualidad conduciendo y parando en lugares que nos llamaban la atención y que quizás no eran tan conocidos.
En cuanto a en qué época es más recomendable realizar esta ruta, probablemente la mejor sea primavera y especialmente otoño ya que podemos ver los viñedos tan abundantes en estas laderas en su máximo esplendor y el paisaje se tiñe de colores preciosos. En verano también está muy bonito pero el tiempo dificulta un poco las caminatas ya que, como he dicho en un post anterior sobre Ourense, las temperaturas aquí son muy elevadas en época estival pero tampoco es mala idea. En inverno el inconveniente es que es más probable que cuadre con niebla y que esto no permita disfrutar de las vistas.
En nuestra ruta, nuestra primera parada no fue ningún mirador, simplemente paramos porque encontramos un arcén donde dejar el coche y las vistas eran preciosas.
Luego seguimos siempre por el lado derecho del río hasta llegar a la presa principal y paramos muy cerca justo antes de entrar en un pequeño túnel. Desde aquí pudimos ver la construcción y también el precioso paisaje.
Continuando un poco llegamos a nuestra primera parada.
Mirador Pe do Pobre
Este es uno de los pocos miradores que no se sitúan al pie de la carretera. Hay que dejar el coche en una pequeña zona de tierra que hay justo al lado de una señal que indica hacia donde ir para ver este mirador junto al de Pe do Home.
Es cierto que al principio nosotras casi nos confundimos de camino porque no estaba del todo bien indicado, pero al ver a varios coches allí parados dedujimos que tendría que ser por ahí. Una vez dejado el coche, hay un camino hacia abajo o hacia arriba para subir hasta lo alto del mirador. Aunque puede crear confusión al principio, el que hay que coger es el camino que va hacia abajo ya que te lleva hasta el río para poder cruzarlo y después subir hasta lo alto de la montaña.
El camino está más o menos marcado pero es aconsejable ir bien preparados con ropa y calzado cómodo porque la cuesta arriba es algo empinada, además luego habrá que bajarla para volver al coche y algunos tramos son resbaladizos. Si vais en verano, es aconsejable llevar una botella de agua porque el calor será importante. Nosotras fuimos en marzo pero un día bastante soleado y nos sobraba la ropa la verdad.
En unos 15 minutos se llega a lo alto y lo primero que nos encontraremos en el mirador será un banco de madera conocido como el mejor banco de la Ribeira Sacra. Este banco fue instalado por la asociación Móvete por Nogueira.
Este mirador se sitúan en frente del embalse de Santo Estevo y a su embarcadero, por lo tanto es una zona menos abrupta. Aún así, las vistas merecen la pena.
En cuanto al embarcadero de Santo Estevo que os he mencionado, desde él salen dos catamaranes de diferentes empresas que organizar excursiones a lo largo del río y que permiten disfrutar de los Cañones del Sil desde una perspectiva diferente.
A solo 200 m a pie si seguimos subiendo llegaremos al mirador de Pé do Home.
Mirador de Cabezoá
Este mirador se sitúa en la carretera que une Luintra con Parada de Sil. Hay un pequeño arcén donde dejar el coche, además no es de los miradores más visitados por lo tanto no creo que tengáis problemas en encontrar espacio donde aparcarlo.
Este mirador cuenta con una pasarela de madera y una plataforma desde donde se puede apreciar mejor las vistas. Es lo bueno que tiene ya que es accesible también para personas con movilidad reducida.
Desde este mirador se puede observar una de las zonas más abruptas del cañón, en la que se forma el meandro conocido como Coto das Boedas.
Mirador Balcones de Madrid
Este es probablemente el mirador más popular de los Cañones del Sil y está situado muy cerca del núcleo de Parada de Sil.
Y os preguntaréis, como hice yo en su momento, ¿por qué se llama el mirador de Balcones de Madrid? Pues bien, se debe a que antiguamente este lugar era desde donde las mujeres despedían a sus maridos emigrantes, pues muchos de ellos eran barquilleros, afiladores u otros oficios artesanos y vendían sus productos en las verbenas que se celebraban en Madrid.
Este mirador ubicado a 500 metros de altura cuenta con varias plataformas y pasarelas protegidas por barandillas de madera desde los que se puede observar en frente el Santuario da Virxe de Cadeiras y al sur las zonas de viñedos de Porta Brosmos y de Sacardebois.
Para acceder a él se puede dejar el coche en una explanada de tierra justo al lado de un pequeño campo de fútbol. En esta zona también hay varias mesas de piedra perfectas para parar a comer algo. Desde ahí en solo unos diez minutos a pie se llega al mirador.
He de decir también que antes de llegar se pasa por el pequeño pueblo de Castro Caldelas en el que hay varios restaurantes donde comer también para aquellos que no se hayan traído el tapper para comer o simplemente quieran disfrutar de la gastronomía de la zona. Lo cierto es que nosotras cuando pasábamos por allí en el coche nos venía por la ventanilla un olor a comida delicioso, casi nos pudo la tentación de parar a comer en uno de esos restaurantes pero al final nos conformamos con la comida que ya habíamos traído.
Mirador de Matacás
Ahora quiero hablaros de mi mirador favorito de entre todos los que he visitado, aunque he de decir que hay muchísimos otros que no pudimos visitar por falta de tiempo y que son también preciosos por lo tanto me baso solo en aquellos que pudimos ver.
Es también uno de los menos conocidos de la Ribeira Sacra y está ubicado muy cerca de Castro Caldelas. Desde aquí se pueden contemplar las laderas pobladas de viñedos, preciosos bosques y también las paredes rocosas del cañón. Además en el río, bajo nuestros pies, podemos observar también el embarcadero de Doade, perteneciente a Lugo, desde donde salen embarcaciones para dar un paseo por el río y apreciar los cañones desde las aguas.
Además de por las preciosas vistas, como podéis ver en la foto, lo que hace especial este mirador es que, a diferencia de otros, no cuenta con ninguna plataforma para admirar las vistas, y eso provoca que de algún modo parezca que nos encontramos en un lugar más salvaje.
Eso sí, hay una zona bastante buena habilitada para aparcar el coche. Desde allí hay que subir una pequeña cuesta pero se llega en solo cinco minutos al mirador.
Mirador do Soutochao
Este mirador se sitúa en el corazón de los viñedos de Doade. Lo que más llama la atención al llegar a él, es una estatua de una mujer situada a lo alto. Esta estatua llamada O Carreteiro fue hecha en granito por el escultor Manuel Rial en homenaje al esfuerzo sobrehumano que exigía la viticultura antiguamente. Es por esto que se le conoce también como el Mirador del Vendimiador.
El paisaje desde este mirador está completamente marcado por la cantidad de viñas que se encuentran en las empinadas laderas. Y fue justo en este mirador donde fui más consciente de lo increíble que debe estar todo el paisaje en otoño lleno de colores, ya que al menos cuando yo fui las viñas estaban completamente secas entonces eso hizo que perdiese belleza.
Además del valle, se puede apreciar también muy cerca a lo alto el pico rocoso de Pena do Castelo en el que se encuentra también un mirador increíble. Por desgracia nosotras no fuimos a este ya que el camino que nos marcaba el GPS parecía algo peligroso, era un camino bastante estrecho de tierra y súper empinado. Otra opción era subir andando hasta lo alto aunque lo cierto es que no estaba precisamente cerca y a nosotras se nos iba a hacer demasiado tarde, entonces decidimos no ir. Si vosotros os atrevéis o tenéis tiempo de caminar hasta lo alto, lo cierto es que vale mucho la pena pues, por las fotos que he visto, es uno de los más bonitos de toda la Ribeira Sacra. En parte esto se debe a que aquí se encuentra la preciosa ermita de San Mauro marcando el paisaje.
Monforte de Lemos
Esta pequeña ciudad se encuentra muy cerca de nuestro último mirador así que no dudamos en acercarnos para hacer nuestra última parada de la ruta.
En primer lugar, cuando llegamos decidimos subir a lo alto de una pequeña montaña de la que sobresalía una especie de castillo. Aparcamos el coche justo al lado en un parking habilitado allí mismo. Desde ahí arriba puede verse toda la ciudad y sus alrededores. Descubrimos que además de lo que antiguamente fue un castillo y del que solo se conserva en la actualidad una pequeña parte, había una iglesia y un parador justo al lado.
Resulta que esta pequeña montaña de la que os hablaba se llama el Monte de San Vicente y en la antigüedad estaba rodeado por un recinto amurallado con torres defensivas. A día de hoy se conservan algunas partes. Destaca la Torre de Homenaje de treinta metros de altura que todavía se encuentra en buen estado de conservación. Nosotras intentamos entrar para ver si se podía subir a ella pero estaba cerrada, quizás es porque fuimos en un día festivo.
La iglesia de la que os hablaba está bastante bien cuidada pero en cuanto la vemos somos conscientes de que ha tenido que ser restaurada varias veces pues su arquitectura no parece pertenecer a la época en la que fue construida.
Tanto la construcción de la iglesia como del parador está relacionada con la familia Castro pues fue la que habitó el castillo durante bastante tiempo en el pasado.
Después de esta visita cogemos de nuevo el coche para bajar hasta el centro de la ciudad. Fue muy fácil encontrar donde aparcar ya que justo al lado del Colegio de Nuestra Señora la Antigua del que os hablaré ahora, había un parking bastante extenso.
El Colegio de Nuestra Señora la Antigua, conocido también por ser El Escorial Gallego, destaca por sus grandes proporciones y su belleza. Actualmente también se le conoce como Colegio de los Escolapios ya que es un centro de las Escuelas Pías y son los padres escolapios los que se encargan de su mantenimiento.
Fue construido por el cardenal Rodrigo de Castro a finales del siglo XVI, aunque para su construcción hicieron falta nada más y nada menos que tres siglos. Su fachada de 110 metros no os dejará indiferentes.
Además de esta construcción, si paseáis justo al lado dejando atrás el parking, os encontraréis con el río Cabe que cruza el núcleo de la ciudad y un pequeño puente. Este fue uno de mis rincones favoritos de Monforte ya que había bastante gente sentada en el césped al lado del río, dándole de comer a los patos, relajándose, hablando… Parecía un buen lugar donde pasar la tarde.
Seguimos andando y llegamos hasta el casco histórico y nos encontramos con gran cantidad de terrazas donde parar a tomar algo, y eso hicimos.
Luego se nos hacía tarde por lo tanto tuvimos que dejar atrás la ciudad para finalizar nuestra ruta volviendo a Ourense.
Esto ha sido todo sobre mi ruta en los Cañones del Sil. Una vez más, espero que os haya gustado.
Volveré pronto para contaros más cosas de mis viajes. ¡Gracias por leerme!
Galería de fotos
Contenido disponible en otros idiomas
- English: Route through the Cañones del Sil (Sil Canyons)
- Italiano: Percorrendo i Canyon del Sil
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