PAVILLON MOTSOURIS.

Hoy os voy a hablar de algunos restaurantes de Paris especiales, sé que es un poco lejos de lo que os tengo acostumbrados a escribir pero son sitios que en mi viaje a París he probado y merece la pena destacar. Pueden parecer un poco caros, pero podéis estar seguros que vais a comer bien.

Como sabéis en ciudades como Paris, sobre todo cuando no se conoce, acabamos en sitios donde pagamos mucho y no quedamos completamente satisfechos por lo que pagamos. Es una de las cosas negativas que tienen las ciudades turísticas y grandes.

Muchas veces si pagamos un poco más, nos aseguramos de que no nos defraude, y sobre todo de alejarnos de la masa turística pero cuando no sabemos donde ir es mucho más dificíl, os doy unas pistas.

El primer restaurante del que voy a hablar es del « Pavillon Montsouris ». Se encuentra dentro de lo que para mi gusto es uno de los mejores parques de Paris, tranquilo y con vistas preciosas que nos alejan un poco de los lugares típicos. Además dispone de una localización inmejorable.

Antes de hablaros del restaurante me gustaría comentar algunas cosas sobre esta localización. Se llama el parque Montsouris y se encuentra en el sur de Paris en el 14° distrito (en París cuesta un poco entender lo de los distritos pero si buscas un poco antes puedes llegar sin ningún tipo de problema).

UN POQUITO DE SU HISTORIA

Antes de que fuera un parque, era una simple llanura que se utilizó para recibir los huesos de numerosos cementerios reformados por las grandes obras llevadas a cabo en Paris.

Dado este pasado, en  su construcción en el siglo XIX , los diseñadores tuvieron que afrontar un suelo laberíntico y una presencia de dos vía de ferrocarril. Pese a numerosos impedimentos, incluída la guerra con Prusia en 1870, el parque fue terminado a pesar de todo en 1878.

Creado bajo el impulso de Napoléon III, el proyecto del Parque Montsouris fue confiado al barón Haussmann. El emperador quería entonces dotar de una zona verde cada uno de los puntos cardinales de París. Esto fue posible pero solamente, pero después de la caída del segundo Imperio.

El ingeniero Alphand fue el encargado de poner en marcha este proyecto vasto que dio origen a un jardín a la inglesa de 15 hectáreas y de 1,5 km de circunferencia. El Parque Montsouris todavía guarda hoy las señales de su pasado por sus desnivelados fuertes.

Creando el parque Montsouris, Napoléon III quería inspirarse en parques londinenses. Las zonas verdes desempeñaban allí un papel de importancia; estuvieron considerados como lugares de encuentro donde se agregaban todas las clases sociales, una visión muy moderna que  hoy todavía se puede apreciar.

ACTUALMENTE

El parque es hoy en día muy frecuentado como lugar de relax, de muchos estudiantes de la Ciudad Univestitaria, llamada « Cité Universitaire » en francés. Los días soleados de verano podremos encontrar a muchos estudiantes jugando y tomando el sol en sus enormes jardines o disfrutando de una buena sombra debajo de sus más de mil cuatrocientos árboles.

La Ciudad Universitaria es un sitio ideal para hacer un Erasmus.  Seguro que disfrutáis al tope del ambiente Universitario al más estilo americano.

Después de ponernos en situación de los alrededores del restaurante, que es lo que más encanto le puede dar, os voy a comentar algunos datos más prácticos:

Dispone de dos entradas, una que da directamente al parque y otra que da a la calle que nos permite entrar cuando el parque cierra.

Se ha fundado en 1889 para la exposición universal de 1892 y está inscrito como monumento histórico de Francia.

Tiene una ventaja notable con muchos de los restaurantes que podemos encontrar en Paris que puedes disfrutar de un momento de relajación en plena naturaleza.

Y una vez bien instalados y tranquilos, podemos decir que el servicio es inmejorable y la comida exquisita. Creo que las fotos que he subido hablan por sí solas.

MI EXPERIENCIA

Nosotros pedimos un menú con entrante, primer plato y postre, y aunque puedan parecer platos pequeños salimos de allí rodando, de tanta comida que habíamos ingerido.

La carta va cambiando por meses, y tenemos entre CINCO y SEIS platos diferentes para elegir. La verdad es que la elección es complicada porque los platos tienen nombres que no dicen nada. Pero la gracia de este tipo de restaurantes es probar, arriesgarse, y disfrutar con la mezcla de sabores a la que por lo menos yo no estoy acostumbrada. 

El precio puede variar entre VEINTIDOS y TREINTA euros el plato. Pero siempre es mejor coger el menú, por CUARENTA Y NUEVE euros tienes entrante,  plato y postre. Sé que puede parecer un poco caro, sobre todo comparando los precios con los magníficos restaurantes que tenemos en Galicia, pero si tenéis un buen paladar, merece la pena.

Solo me queda animaros a que si vais a Paris a celebrar una ocasión especial, no dudéis en ir a este restaurante. No os defraudará. 

Os dejo algunas fotos de los platos que nosotros comimos.

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