Nada de Coches en Martes 13

Una chica Erasmus en Valencia se atrevió con el examen de conducir aquí. No me preguntéis por qué. Cosas del destino, quería hacerlo y lo hizo estando en Valencia. Bravo por ella. Y me contó, días más tarde, este cuento:

Había una vez tres duendecillos en un extraño lugar.
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Uno que sabía poco, acompañado por dos que sabían "mucho".
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Un día, decidieron salir a pasear por el bosque, por el que otros duendecillos que sabían "demasiado" correteaban despreocupados.
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Allí se encontraron con el duendecillo jefe de la aldea. Este, sabio como es, decidió que les acompañaría en su paseo; pero con él, por sorpresa, vino un malvado duende negro. Llamado Gargamell.
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Todos cinco subiéronse a la nuez-móvil y comenzaron raudos como el viento su paseo por aquel extraño país de fantasía. El que menos sabía de los cinco llevaba la nuez-móvil, esquivando a su paso veloz cual rayo de luz todos los obstáculos. De repente, una voz tenebrosa le sacó de su ensimismamiento:
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-¡Detente insensato! -gritó con voz ronca Gargamell desde detrás.
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-¿Por qué? -preguntó tranquilo con voz suave como era la suya el duendecillo inocente.
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-¡Porque es martes 13, y son las 13 horas! -dijo como poseído con la mirada perdida Gargamell.
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El duendecillo, asustado como estaba, echó las piedras al suelo y detúvose, sin darse cuenta, pobre infeliz, de que lo hizo en la puerta misma de la caverna del Oso Polar, el Oso que salía cada martes 13, a las 13 horas...
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Gritaron y gritaron los dudendecillos todos, mientras corrían asustados. El Oso asomó, y de un zarpazo borró del mapa la nuez-móvil. El duendecillo que menos sabía permaneció quieto, mirando al Oso a los ojos, a la espera de que algo mágico aconteciera. El Oso, que rugió terrible, acercóse amenazante al duendecillo cuando...
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El sabio corrió hacia él, le cogió por el pescuezo y le hizo prometer mientras ambos dos corrían que en ocho días repetirían el paseo, esta vez, sin accidentes. El Oso rugió furioso a lo lejos, aún quedaba otra oportunidad...
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Y no acaba así la historia. Puto martes. Puto trece. Puto Gargamell. Puta caverna.
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Moraleja: El sistema es demasiado poderoso, si es por todos sabido que el martes 13 es un día maldito, puedes intentar retar al sistema demostrando que no es así, demostrando que el martes 13 a las 13 horas puedes marcar la diferencia. Pero el sistema siempre gana; tú pierdes.
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Además ya lo dice el refrán, "en martes 13... agárramela a ver si crece..."
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Y diréis, ¿y eso?
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Hasta la próxima camaradas. Un abrazo a la gente buena, una patada en las bowlings a los Gargamelles... grr...
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Apúntate el tanto destino cruel.
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