Milan, la ciudad más italiana

Milán, la ciudad más italiana

Cuando fui a Milán hace 2 años me sorprendió de muchas maneras y veía necesario rememorar aquellos días y todo lo que hice en aquella ciudad con semejante encanto. Creo que Milan es una de esas ciudades que a menudo es un poco incomprendida y la gente la piensa que es aburrida, ya que mucha gente me había contado y lo que se suele decir es que es una ciudad que no merece la pena, y sin embargo terminé pasando un tiempo maravilloso allí.

Personalmente, creo que el secreto de pasar un buen rato en Milán está en sus experiencias en lugar de enfocarse directamente en todas las atracciones turísticas. Si bien la ciudad tiene algunos lugares interesantes para presumir, la diversión realmente comienza cuando comienzas a probar los platos milaneses únicos, salir por la noche a lo largo de los canales, y tratar de buscar un poco de arte callejero.

Encontrar ruinas en el medio de la ciudad haciendo un contraste brutal

El primer día que estuve en Milán, decidimos caminar hacia el centro de la ciudad para familiarizarnos con la zona. Estábamos caminando por Corso di Porta Ticinese cuando encontramos la Columna di San Lorenzo, que son los restos de ruinas romanas que datan del siglo II. Hay 16 columnas que bordean la plaza frente a la Basílica de San Lorenzo, y se cree que han sido parte de una casa de baños antes de que fueran trasladados a su ubicación actual en algún momento durante el siglo IV.

Disfrutar de unas bonitas vistas desde las terrazas de Il Duomo

Si hay algo que realmente me entusiasmó hacer en Milán, fue subir a la cima de Il Duomo para ver la ciudad desde arriba. ¿Cuántas iglesias tienen una terraza en la azotea? Como debéis saber, Italia es un país plagado de iglesias, y en cada esquina te vas a encontrar con cualquier cosa.

Para darle un poco de trasfondo, el Duomo es una catedral gótica que tardó casi seis siglos en completarse y figura como la quinta iglesia más grande del mundo. El exterior está cubierto de mármol de Candoglia, que le da un color rosado blanquecino, y es probablemente el punto de referencia más reconocido en toda la ciudad.

Una vez que te subes a la azotea, estás rodeado de las agujas más intrincadas y también tienes unas vistas geniales de la plaza principal de abajo, donde la gente parece del tamaño de una hormiga. También he de decir que hay largas colas, pero la espera vale la pena una vez que llegas arriba. O eso o llega temprano…….

Visitar un castillo con tesoros

Otro lugar que realmente disfruté visitar fue Castello Sforzesco. ¿Sabías que Milán tiene un castillo? Fue construido en el siglo 15 en la parte superior de las fortificaciones que datan del siglo 14, y luego vio varias oleadas de construcción y expansión en los siglos siguientes.

El complejo es bastante grande y puedes visitar las zonas de defensas del castillo, pasear por los patios y tratar de atraer a los gatos callejeros que andan en el foso vacío. El castillo alberga numerosos museos, pero las dos obras que la mayoría de la gente quiere ver son la última escultura de Michelangelo, que es Rondanini Pietà y los frescos del castillo pintados por Leonardo Da Vinci.

 

Compras y escaparates en la Galleria Vittorio Emanuele II

Cuando se trata de ir de compras, Galleria Vittorio Emanuele II es uno de los destinos de mayor nivel. Aquí es donde encuentras nombres como Prada, Versace, Louis Vuitton, Gucci, Armani y otros. Estas no son tiendas donde alguna vez compraría yo, sobre todo porque no me interesa mucho ni tengo dinero para eso… Sin embargo, este es un lugar que su visita merece la pena por su arquitectura.

The Galleria es un lugar muy especial porque tiene cuatro pisos con un techo que combina vidrio y hierro fundido. También es uno de los centros comerciales más antiguos del mundo, y ya sea que estés mirando los pisos de mosaico o el techo abovedado, te sorprenderá.

El gran y precioso distrito de Navigli

El distrito Navigli de Milán es un sitio que merece absolutamente la pena visitar. No importa si es en finde o en medio de la semana, los pequeños cafés y restaurantes a lo largo del canal tienen vida de repente y la atmósfera y el ambiente allí es increíble. También puedes optar por un crucero por el canal. Estos duran alrededor de una hora y se puede ver una mezcla de iglesias y arte de la calle según vas cruzando y paseando por el canal.

 

Ir en busca del arte callejero más espectacular que puedas encontrar

Milán tiene una gran cantidad de arte callejero realmente genial y a menudo te tropiezas con eso cuando ni siquiera lo estás buscando. Como el arte de la calle siempre está cambiando dependiendo de la época y la moda, tampoco hay direcciones y lugares exactos para que te detengas y encuentres estas piezas, pero se dice que algunos barrios para visitar y encontrar maravillas son Leoncavallo, Isola y Porta y Ticinese.

Mi pieza favorita de arte callejero en Milán fue una cara alienígena que vi muy cerca de la Basílica de Santo Eustorgio. No sé quién es el artista, pero esta obra me resulta bastante familiar y es como si me la hubiera encontrado en algún sitio antes.

 

Despertarse y amanecer con un buen desayuno dulce

Estando acostumbrado en España a desayuno de cereales, leche, o tostadas, o típicos desayunos de hotel que incluyen huevos, salchichas, frijoles, tomates, champiñones y todo lo demás, des descubrir que los italianos son golosos cuando se trata del desayuno fue una alegría para mí y mi familia porque nos encontraríamos con mogollón de comida dulce.

Nuestros desayunos en Milán generalmente consistían en un cafés y chocolates calientes de cafeterías locales, así como muchas pastelerías dulces. Mi favorito era una hojaldre con trocitos de chocolate derretido en el interior. No me acuerdo del nombre bien, pero estaba muy muy rico.

 

Descubriendo el arte del aperitivo milanés

El aperitivo es un asunto bastante interesante, por lo menos para mí, ya que en España estamos muy acostumbrados a este tipo y a este fragmento del día muy típico español también asociado al piscolabis.

Por lo tanto, las comidas italianas son conocidas por ser notoriamente largas y a menudo implican varios platos, pero el aperitivo es solo el comienzo. El aperitivo es esencialmente una bebida antes de la cena que está destinada a abrir el paladar y prepararse para lo que está por venir, mientras que ofrece un ambiente relajado para ponerse al día con los amigos.

La forma en que funciona en Italia es pedir un cóctel, generalmente alrededor de 10 euros (aunque todo depende del lugar al que vayas, como en todos lados), y esto también te da acceso a un buffet abierto de lo que los italianos consideran 'snacks'. Cuando escuché eso, me esperaba lo típico que te darían en España, como aceitunas, jamón, quicos, frutos secos y cacahuetes, pero no,  dan pizza, raviolis, ensaladas, lasaña, pollo, y eso es solo el sabroso buffet. También hubo un buffet de postres que fue brutal.

La zona de Navigli es un lugar muy popular, y la variedad de alimentos fue realmente impresionante. Cuando salí de allí sentí que me había saciado la cena, así que tenlo en cuenta si estás pensando en agarrar comida después.

 

Explorando la cocina milanesa en su máximo esplendor

Cada ciudad o región suele ser conocida por al menos un plato específico y en Milán ese plato es el Risotto a la milanesa. A mí y a mi familia nos encanta la comida italiana, la pasta, la pizza, etc. Pero no somos muy aficionados al risotto, aún así sabiendo que este plato es el más famoso, teníamos que probarlo.

El risotto está hecho con un arroz con almidón que tiene la capacidad de absorber una gran cantidad de líquidos. Por lo general, tiene una consistencia cremosa gracias al uso generoso de mantequilla y queso, y se puede preparar de muchas maneras diferentes: con champiñones, mariscos, verduras mixtas, lo que sea, aunque mi preferido es el queso sin ninguna duda.

La receta milanesa requiere solo azafrán, y eso significa que terminas con una receta relativamente simple pero muy sabrosa.

Un dato curioso bastante relevante es que en Italia, el risotto se sirve como primer plato, lo que significa que técnicamente se pueden pedir algunos platos más después de eso… y en mi caso me parece muy complicado, porque este arroz llena bastante… Pero bueno, ahí está en cada uno la decisión final y lo grande que tenga el estómago.

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