Mi primer hogar

Esta vez escribo sobre cual fue mi primer hogar en Girona. Algunos compañeros ya me habían recomendado en que paginas de Facebook buscar algún piso para estudiantes, y cuando eres aceptado la Universitat de Girona te proporciona todos los links y accesos para poder encontrar un cuarto por lo que encontrar la oferta de habitaciones no fue muy difícil.

Tenía tres opciones para el alojamiento, el primero era llegar sin un cuarto previamente alquilado y hospedarme en algún hotel o en Airbnb hasta encontrar un piso libre, esta opción la tenía poco presente porque debía hacer dos movimientos en los primeros días además de que sería muy costoso y nada me garantizaba encontrar piso rápido por lo que mi estancia provisional podía alargarse muchos días incluso semanas.

La segunda opción era irme a lo seguro y rentar un cuarto en la villa universitaria que tiene la propia institución, otra opción que descarte al ver el costo de las habitaciones, sumado a esto el recinto se encontraba justo al lado del que sería mi campus, pero a 30 minutos del centro, que es donde se encuentran todos los bares, restaurantes y también donde la mayoría terminarían hospedándose.

La tercera opción era para mí la más optima, encontrar a como diera lugar un piso desde México que entrara en mi presupuesto y pudiera reservar hasta mi llegada, así fue como después de unos días de búsqueda pude encontrar una habitación no muy grande pero lo suficiente para vivir. Realizamos unas videollamadas entre los chicos que vivían ahí y yo para conocernos y fijar las reglas del piso.

En este lugar se alojaban tres chicos catalanes y dos hombres y una mujer, un chico estudiaba la maestría y otro recién había iniciado el grado, por su parte la chica trabajaba en una tienda de artículos ubicada en el centro de la ciudad. En mi plan de viajar solo también entraba el vivir si era posible con gente que no procediera de México, no por evitarlos, sino que quería vivir y aprender de la cultura y formas de vida de otros países.

El único problema era la ubicación, quizá no era una gran distancia la que debía caminar para llegar al Barri Vell que era donde se vivirían la mayoría de chicos y que también es el punto comercial y social de la ciudad, pero recorrer esta distancia en la madrugada después de la fiesta no era algo muy agradable sumado a esto el clima era incómodo para mí, ya que no estoy muy bien acostumbrado al frio, de verdad me causaba molestias en la mañana para ir a la escuela y en la madrugada para volver de los bares.

Traté de acostumbrarme y adaptarme, pero todo se fue complicando, más de una noche decidí quedarme en casa y no salir para evitar un regreso incomodo, el tema de la seguridad no era un problema sino el trayecto en sí. Eso comenzó a pesar porque como todos los demás vivían en lugares cercanos las reuniones podían ser a cualquier hora y yo solo de recorrido tenía que hacer media hora. 

La relación con mis compañeros era buena pero no la mejor, las personas de aquí son muy agradables, pero al final eran chicos de aquí con vidas rutinarias que no estaban viviendo lo mismo que yo. El piso era bueno sin embargo la relación pudo ser mejor, no era todo el tiempo pero había detalles que me hacían sentir incomodo en ese piso y que le tocaron vivir también a mi compañero Gilberto.

En esos primeros días tenía el curso de inducción así que me mantenía ocupado, pero conforme pasaron las primeras tres semanas no me guastaba tanto estar en mi casa o si lo tenía que estar prefería hacerlo encerrado en mi habitación. La relación no termino siendo la mejor pero también en parte a que simplemente no se podía, la chica trabajaba todo el día, el chico que estudiaba el master se mantenía ocupado desde la mañana hasta la noche y el ultimo integrante cuando no estaba en clase estaba entrenaba y los fines de semana regresaba a su pueblo natal, por lo que la relación se limitaba a los pocos minutos que coincidíamos en el lugar.

Tuvimos buenos momentos no lo puedo negar, cuando podíamos coincidir teníamos una buena relación sin embargo no es lo mismo vivir con tus compañeros durante ya varios meses a ser el recién llegado de apenas hace unos días, que no conocía el idioma catalán y no tenía muchas veces idea del tema de conversación que se tocaba.

Las personas de aquí de Girona sueles ser muy agradable una vez rompes rompen la dura capa de hielo que tienen para personas ajenas al lugar, después de los meses uno se acostumbra, pero al inicio eso si causa un poco de conflicto. La gente de Cataluña desde mi experiencia puedo decir que han sido muy amables, desde el primer momento que aterrice las personas se vieron muy agradables y en Girona en particular también lo son, pero con una pequeña excepción, particularmente aquí las personas son un poco cerradas, se limitan a una relación con gente nueva y no siempre es fácil integrarse a algún circulo social, no quiere decir que te ignoren, pero prácticamente son un poco indiferente.

Esta sensación la vivimos todos al venir aquí, se tienen buenas relaciones, pero entendemos que para los que viven aquí el tiempo se está pasando un día normal como cualquier otro de su vida y para nosotros los Erasmus estamos viviendo en otra realidad, también comprender que estamos de paso aquí y eso ellos lo tienen bien presente. Al principio cuesta, pero una vez tomas un poco de confianza esta barrera desaparece.

Yo soy de México y estoy acostumbrado a un trato más cálido por parte de todas las personas tanto conocidas como desconocidas y aquí siente el choque porque de vivir siempre con mis padres a dormir con completos desconocidos con personalidad distinta a la que estaba acostumbrado fue complicado.

Tenía las ganas de cambiar de piso para mi presupuesto no me permite darme el lujo de hacerlo a menos de tenerla suerte de encontrar algo de ese coste como mínimo, en pleno centro de la ciudad y con otros estudiantes de intercambio con los cuales pudiera convivir más, algo prácticamente imposible porque todos ya tenían habitación y entre más se acerca uno al centro los precios se disparan, estaba un poco amargado porque no era lo que vine a buscar y me resignaba a no poder moverme de ahí.

Pasaron los días el curso de inducción termino y la estancia de mi amigo Gilberto también, me hice la idea de sobreponerme a la situación vivir el resto de mi estancia ahí y esperar a que las temperaturas subieran un poco para poder sufrir menos los trayectos, pero el futbol como juego y como deporte opino lo contrario y me presentaría una oportunidad que me cambio mi estancia, todo el viaje y por consiguiente también la vida.

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