México - Guanajuato.

¿Qué tal tu día?, ¿con ganas de que te cuente el último lugar que visitamos el fin de semana en el que se celebraba la independencia de México?. Dicen que lo bueno siempre se hace esperar y en este caso también va a ser así, que el último lugar que visitamos en este viaje y que hoy te voy a contar es el más bonito de todo el itinerario que hicimos. A mí personalmente me fascinó, me dejó maravillada.

Para que te hagas una idea de lo muchísimo que me gustó, créeme si te digo que estoy intentando ver por dónde comenzar a contarte y no sabría que describirte primero, si la primera sensación de aire limpio al llegar a la ciudad, si el colorido que transmite la ciudad entera, el encanto que tienen todas sus calles, que hace que solo quieras caminar más y más por todas … 

Callejuelas con encanto.

Esta sensación de que sus calles te atrapan es fascinante, vas paseando por las estrechas callejuelas y te diriges hacia una esquina en la que ya te prometes que pararás y volverás hacia el camino que habías escogido en un primer momento. Pero, sin poder evitarlo, llegas a la siguiente bifurcación y de nuevo quieres continuar más, descubriendo más calles y lugares que se esconden es esas estrechas callecitas que forman un laberinto. Cada lugar por el que pasas tiene una casa diferente, una fachada que tiene algo singular y distinto a las anteriores, una pequeña tienda con las cosas más preciosas que hayas visto, un rinconcito donde hacen una comida deliciosa, … Y así vas descubriendo la ciudad, a pasos agigantados y rápidos, movidos por la curiosidad que te impulsa a querer descubrir más y más, sin dejarte parar ni a descansar.

Ahorita enseguida dejo ya de describirte la ciudad para enseñarte imágenes que tomamos por  allí. Pero déjame que te cuente un poco más, porque estoy viendo las fotos y me están llegando tantos buenos recuerdos de aquella bonita ciudad, … Estaba llena de cosas bonitas para ver, no importaba hacia donde mirases, ibas a encontrar algo que llamara tu atención. 

La arquitectura de las casas.

Una de las cosas que me gustó muchísimo fue la arquitectura de las casas.  Como vas a poder ver, la ciudad está construida en una montaña, por lo que desde lejos las casas se ven unas junto a otras, pero cada una a diferente altura. Ese es el porqué de las calles estrechas, empinadas y formando un laberinto. 

Obra de ingeniería civil.

Pero, sin duda, lo que más llamó mi atención fue toda la construcción sobre la que se había levantado la ciudad. Está construida sobre lo que antiguamente era un río y, en vez de vaciar el valle quitando terreno y en el espacio que quedase edificarla, lo que decidieron hacer fue construir la ciudad sobre los puentes, creando una auténtica maravilla que da lugar a toda una obra de ingeniería civil digna de admirar. En las fotos vas a poder entender mejor lo que te explico, vas a ver como parece que las casas estén colgando dando la sensación que de un momento a otro puedan caer.

La Catedral.

Otra construcción, por no decir otra obra de arte, que me dejó maravillada, fue la Catedral que puedes ver a espaldas de Julia, Nieves y mía. Es tan diferente a las que estoy acostumbrada a ver que me encantó. 

Zarape, es decir, mantita de mexicanita.

De Guanajuato, además de llevarme este buen recuerdo que estoy compartiendo hoy contigo, me llevé algunos otros recuerdos. Desde que llegué a México, incluso antes, digamos que desde que supe que iba a viajar para allá, tenía claro que iba a comprar un montón de cosas mexicanitas porque son mi perdición, me encantan. Así que en Guanajuato compré la mantita mexicanita que había estado viendo en numerosos puestos durante todo el viaje porque no quería volverme a España sin ella.

Te preguntarás que por qué si ya la había visto antes no la había comprado. Verás, cuando vas a México, tu chip sobre comprar debe cambiar, a menos que lo hagas en tiendas como puede ser Zara o Liverpool, que es el Corte Inglés, pero que allí recibe ese nombre, aunque en las bolsas pone Corte Inglés. Los verdaderos recuerdos auténticos de México no los vas a encontrar en esas tiendas que gracias a la globalización están en cualquier parte del mundo. Las cosas especiales de México, lo que yo llamo cosas mexicanitas, las encontrarás en puestecitos pequeños como los que podías encontrar en cualquier callejuela de Guanajuato.

Volviendo a la mentalidad que debes tener para comprar en estas tiendecitas, apunta y  recuerda que no puedes dejar de utilizar el método del regateo. Es como se funciona allá y, aunque seas poco partidaria a esta forma de comprar, vas a tener que adaptarte porque México es así. Entonces, volviendo a lo que te contaba de la manta, pasé el fin de semana, como ya imaginarás, visitando todos estos puestecitos con cosas fascinantes de México y me dediqué a aprender un poco sobre eso del regateo, aunque no creas que se me da muy bien. Observaba cual era la reacción del vendedor con mis respuestas o cuando me iba con paso decidido fingiendo que tampoco quería tanto la mantita y que no iba a volver. Y así acabé comprándola a doce euros, que fue lo que pagué en Guanajuato por ella, en vez de a cincuenta euros que era el precio que nos pedían en San Miguel de Allende por la misma mantita.

Si eres de México y me estás leyendo, te estarán chirriando los oídos al escuchar que digo mantita, ya que allí se llama zarape, pronunciado como sarape, al tejido con esos estampados tan característicos de México y que puedes ponerte a modo de poncho. Algunos tienen para sacar los brazos y el mío lo compre en la forma de mantita ya que me parecía que lo iba a utilizar más.

Tal vez ahora, cuando veas la foto del zarape del que te hablo, te resulte familiar ya que es el mismo que quemé en el pequeño percance que tuve con el secador, la electricidad y el dejar algo caliente sobre algo que puede prender. ¿Recuerdas la anécdota que te contaba en una de las primeras publicaciones sobre un descuido que tuve al dejar el secador encendido sobre la mantita de la que te hablo y esta se quemó?. Ya ha pasado bastante tiempo desde que te conté aquello, pero espero que lo recuerdes, fue muy gracioso.

El mirador.

El zarape, la mantita, de la que te hablo es la que te enseño en estas fotos en las que salgo con ella colocada en el cuello. Estas imágenes las tomamos desde la parte alta de la ciudad y eran unas vistas impresionantes las que se veían desde el mirador que había para contemplar la belleza de la ciudad.  

Al mirador conseguimos llegar gracias a una pareja de mexicanos que eran de Morelia y, al igual que nosotras, habían ido a visitar Guanajuato. Fueron muy amables y subimos con ellos hasta arriba. Una vez llegamos al mirador tomamos cientos de fotos pero aquí te dejo la que nos hicimos todos juntos. Además también te enseño la foto de unas bebidas con recipientes de arcilla muy dicharacheros.

Espero que con esta descripción puedas hacerte una idea de lo que trato de decirte, pero si no ha sido suficiente no te preocupes, porque a continuación te enseño más fotos que tomamos en la ciudad. Espero que te gusten tanto como a mí, porque a mí me fascinan, me encantan. 

Y aquí finaliza nuestro viaje, esta es la última foto que tomamos de nuestro viaje del que, como ya te habrás imaginado con todo lo que te he contado, disfrutamos muchísimo. ¡Fue espectacular!

Un besito enorme.

Que tengas un día maravilloso.

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