Martes 19 de Abril 2016 - Primer día de trabajo. Toma 2

Publicado por flag- Raúl Hernandez — hace 8 años

Blog: Mi experiencia completa de FCT en Cork, Irlanda
Etiquetas: General

Martes 19 de Abril 2016.

Primer día de trabajo – Toma 2

De nuevo me levanté temprano sabiendo que hoy sí iba a haber trabajo. De nuevo tuve que esperar al “Mendas” (He decidido llamar así al español con el que tengo que convivir en la misma residencia y además tengo que aguantar en el trabajo. Podría llamarlo por su zona de origen pero siempre consideré que es un error asqueroso clasificar a toda una comunidad, sea lo que sea (por ejemplo religión, u origen) tan solo por uno o un par de individuos, además de evitar caer en el tópico de, por ejemplo, que todos los nativos de tal región son de esa manera).

Tengo que confesar que preferiría ir solo al trabajo ya que en ese caso me pondría los auriculares y escucharía música en el trayecto. Cuando iba a la escuela tenía una caminata de 22 minutos ída y otros tantos de vuelta en los cuales ocasionalmente solía escuchar un audiolibro o algunos podcasts. Prefiero mucho más ir a mi “aire” y estar en mis cosas a tener que andar caminando con alguien y hacer charlas sin mucho sentido en el trayecto.
Más aún, cuando esa persona (“El Mendas”) con la que tengo que convivir tiene conceptos tan radicalmente diferentes a los míos. Lamentablemente me tocó tener que convivir y trabajar con un cretino racista a falta de una mejor denominación (podría haberlo puesto más “políticamente correcto” pero sinceramente eso es lo que es).
¿Qué se puede esperar de alguien a quien, al ver a otro ser humano el cual tan sólo difiere de nosotros por el color de su piel (es negro) lo discrimina y desprecia?
Aunque pueda sonar ingenuo como principio yo considero que todo ser sintiente merece ser respetado. No importa su nacionalidad, color de piel, religión, orientación sexual o demás conceptos por el estilo. Está bien que para referirme a tal o cual persona ante otra, a falta de algún concepto tan específico como su nombre termino refiriéndome al detalle más distintivo como para que la otra persona lo identifique. Es así como puedo decir “El moro… El Gitano… El negro… El gallego, El polaco, El pelado, El gordo, El flaco, etc. Etc. Etc.”

Al ir al trabajo vemos a un negro (para describirlo más políticamente correcto “A alguien de color”, pero realmente detesto los eufemismos y ya expliqué el tema) vestido con traje. Realmente estaba bastante elegante.
“El Mendas” dice, en tono despectivo…
– ¿Tendrá poca vergüenza el negro ese?
Yo no entendí a que se refería. Y realmente detesto las ironías. Prefiero ignorarlas y pensar que quien dice lo que dice REALMENTE dice lo que dice y le respondo…
– Asumo que sí tiene vergüenza y por eso va tan bien vestido. Sino andaría como un mendigo, con la ropa toda rota.

Ahí comenzó toda una explicación. Resulta ser que “El Mendas” es un racista que detesta a los negros (y, más adelante me enteré que a los gays también). A lo largo de los días he intentado indagar por qué él es así. Y a pesar de mis mejores esfuerzos de empatizar y sacarle sus sentimientos lo más que pude obtener fue que “le dan miedo los negros” (al igual que a algunas personas, sin razón aparente, le dan miedo los payasos) y por eso los desprecia.

De tener control sobre mi situación de vida normalmente mandaría al carajo a alguien así diciendo que no quiero saber más nada de esa persona. Pero en este caso no se me ocurría como hacerlo. Si lo hubiese hecho estaría en muy malos términos con éste. Más aún teniendo que verlo día y noche durante otros dos meses. Preferí canalizar toda mi fuerza en un concepto que aprendí de psicología espiritual que dice “todo enojo con respecto a alguien viene que esa persona no actúa como nosotros pretendemos que actúe”. Tuve que hacer acopio de todo mi esfuerzo y energía para dejar pasar eso y convivir lo mejor posible con “El Mendas”…

Cuando llegamos (a horario) al negocio me encuentro al dueño revisando cosas y dando órdenes a todos los presentes. El día anterior uno de los que estaba allí me había dicho que si bien los lunes suele hacer lo mismo el resto de la semana el jefe termina apurando a todo el mundo para hacer lo que ese día no se hizo.
Aunque no me di cuenta el día de la entrevista de trabajo (ni el primer día) descubro que mi jefe no es nativo de Irlanda; él es Polaco. Y esto lo descubrí porque todo el tiempo hablaba en polaco con los demás alumnos/trabajadores que estaban ahí.

Un concepto que debo de explicar sobre mi es que cuando hago una nueva tarea (o un nuevo trabajo) quiero saber todos los detalles posibles al respecto para saber lo mejor posible como el dueño quiere que haga las cosas. He trabajado por cuenta propia, sin deberle nada a nadie y he hecho lo que consideraba que era lo mejor. Sin embargo al tener un jefe prefiero supeditarme a lo que el jefe considera que es mejor (aún cuando no creo que sus ideas sean buenas) porque después de todo el jefe es quien me contrata y quien me paga.
En este caso no tenía ni idea de cómo iba la cosa ni como se debían hacer. Tampoco tenía idea alguna de lo que debía hacer y un problema es que la mayoría de las cosas que él decía eran en polaco, porque es polaco. Claro está, dirigido a los demás estudiantes polacos.

“Al Mendas” no le importaba para nada eso. Ya hacía una semana que estaba allí y estaba acostumbrado a eso. Sin embargo a mi no me gusta estar en un sitio sin hacer lo que se supone que fui a hacer ahí. Por ejemplo en este caso, no me gustaba estar en un lugar donde se suponía que debía trabajar para aprender del oficio y en realidad estaba sin hacer nada. Así que me puse a esperar órdenes las cuales no llegaban.

Cerca del mediodía el jefe, entre sus apuros dio un par de órdenes. La mitad de la cuadrilla se quedó en la tienda arreglando y cambiando algunas luces led que se habían quemado. Mientras tanto el jefe, otros dos más y yo fuimos en su vehículo a “la pequeña isla”. Un complejo industrial cerca de Cork donde en una de las oficinas estaba siendo convertida de lo que sea que era antes a… Lo que sea que ahora era (ni idea). La cuestión es que había unas instalaciones preexistentes junto a un pequeño stock y estanterías. En el fondo había 3 habitaciones más un baño. Y en la parte delantera del sitio se estaban construyendo nuevas oficinas. Tan sólo estaba construido el esqueleto en madera de las nuevas instalaciones. Nuestra tarea era hacer la instalación eléctrica de ese lugar. Al menos dejar listos los cables hasta que la semana que viene los carpinteros instalen las planchas de madera y luego tendríamos que volver a instalar los enchufes, interruptores y luces del lugar.

Al llegar el jefe hablaba todo el tiempo en polaco a los demás estudiantes por lo que yo no me enteraba de qué es lo que tenía que hacer. Eso fue algo que no me gustó. En los días anteriores, tanto en la residencia como en mi estancia en Bandon, me he encontrado con situaciones donde debía decirle algo a otro español teniendo presente a alguien que no hablaba nuestro idioma. Así que cuando eso ocurría prefería hablarle en inglés, una para practicar más ese idioma. Pero principalmente lo hacía para no dejar afuera a la tercera persona involucrada y que se entere de lo que estábamos hablando. Entiendo que el jefe, a pesar de estar trabajando y viviendo aquí hace 7 años no tiene un muuuuy buen nivel de inglés (equivalente a un chino en España). Y que para explicar conceptos más complicados le conviene más hablar en idioma nativo a sus estudiantes. Pero así y todo yo me quedaba afuera y no me enteraba de lo que ocurría y principalmente que era lo que tenía que hacer. Sin embargo después del grueso de las explicaciones el jefe a veces se dirigía a mi y me hablaba en inglés explicando diferentes cosas. Algunas ya las conocía porque las hemos visto en clase, por ejemplo que él estaba poniendo el cable de teléfono en un agujero separado del cable de electricidad porque de ponerlos juntos entonces la electricidad metería ruido en la línea de teléfono.

La mayor parte del tiempo me la he pasado sin hacer nada. Supongo que son cuestiones del primer día de trabajo. Así y todo preferí observar lo más posible y aprender mediante observación. Además de estar disponible para lo que sea que el jefe me necesite.
En ese tiempo pude apreciar que el jefe ciertamente es un tipo que se mueve y trabaja a fondo. Quizás sea porque tenía trabajo atrasado del día anterior. Pero puedo decir que es un trabajador aplicado al que le importa su tarea (a pesar de la falla de ayer). Sin embargo me he pasado demasiado tiempo sin hacer nada, tan sólo con alguna pequeña tarea aquí y allá. Mi jefe además es mi tutor y me dio la sensación que se preocupaba más por el trabajo en general que por mi formación en el centro de trabajo. Desconozco como es la cosa realmente, tan sólo esto es una impresión personal. Pero ASUMO que los primeros días el tutor debería de enfocarse en asegurarse que el estudiante conozca los conceptos básicos, luego en conocer como es que trabaja y luego basado en todo eso asignarle una tarea para que tenga su tiempo ocupado, según lo que nos enseñaron en FOL (que todo trabajo tiene que mantener efectivamente empleado al trabajador, o algo así). Este precepto no se cumple.

Así y todo terminamos el trabajo a las 3 de la tarde y volvimos a la tienda. Una vez allí nos dijo que nos fuéramos a casa ya que no había tiempo de ir a hacer otro trabajo. Pero que de todas maneras anotemos en nuestros cuadernos de la FCT que hemos trabajado 8 horas. Eso sí es algo bueno para nosotros. Al menos el jefe no tiene problemas al respecto y al fin y al cabo lo importante de la FCT es cumplir las 410 horas. Aunque he hecho cuentas y he concluido que aún trabajando 8 horas diarias NO LLEGO a cumplir esa cantidad de horas. Le hemos preguntado a la coordinadora al respecto y nos ha respondido “que no nos preocupemos por eso y que hagamos la mayor cantidad de horas posibles” cosa que no me gusta para nada. Si me meto a algo quiero conocer las reglas de antemano. No me gusta estar tan a la deriva con un concepto TAN ambiguo como ese.

Un detalle con respecto a la zona de trabajo: en Irlanda te cobran por la cantidad de la basura que tiras (las empresas de recolecciónes son privadas. Recuerdo haber visto en Bandon una camioneta con la publicidad de la empresa que te cobran 25€ cada 3 contenedores de basura) en “La pequeña isla” quise tirar basura en unos contenedores que había visto allí, sin embargo el jefe me dijo que no lo haga y me contó que tirar basura en un contenedor de alguien más puede ser motivo de quejas y hasta de enojos por parte del dueño del contenedor. Así que no se puede tirar la basura en cualquier contenedor (que cosa extraña).

A la vuelta tuve que volver con “El Mendas”. Algo más que debo de mencionar es que no me gusta la manera que tiene de cruzar los semáforos. Puede ser que si estoy apurado para llegar a algún lado corra algún riesgo extra como cruzar los semáforos en rojo y corriendo para que no me alcance el tráfico. Aquí en Irlanda ocurre bastante a menudo que no usen las luces de giro y si uno cruza con el semáforo en rojo y justo alguno intenta girar te pegue el bocinazo. A la vuelta (edit) casi siempre “El Mendas” terminaba cruzando ante el mínimo espacio del tráfico cosa que he detestado en extremo (y de hecho se lo dije). Hasta cierto punto le he dicho que “yo no cruzo” y terminaba esperándome. A veces ha habido discusiones al respecto, incluso le he dicho seriamente “yo no voy con vos a ningún lado más” y él se reía porque creía que se lo decía en chiste.

Quizá sea un antisocial. Pero de verdad hubiese preferido no tener que lidiar con esta persona.

Otra cosa que debo mencionar sobre las farmacias. Una constante que he visto en casi todas las farmacias de aquí son carteles y cosas con respecto a que los farmacéuticos además trabajan como médicos básicos. En Bandon ya lo había notado.
Me ha ocurrido que desde que llegué a Irlanda he tenido un rebrote de un hongo en la piel a nivel de la pierna. En España he tenido que sacar turno en el médico y le he mostrado eso, para lo que me ha recetado una pomada. Con el carnet de la seguridad social he tenido que ir a una farmacia y retirar dicha pomada. La he usado durante varias semanas hasta que el hongo parecía haber desaparecido. Ahora ha vuelto y se me cruzó por la mente ir a una farmacia para que me den algo para eliminarlo nuevamente.
En Irlanda casi todas las farmacias tienen una habitación donde uno puede hacer una “consulta personal” (según los carteles) con el farmacéutico. Cuando le he contado mi problema el farmacéutico me ha hecho pasar a dicha habitación. No sin antes esperar a otro paciente el cual salió con una muestra de orina. Es un detalle curioso.
Entramos le mostré el hongo y el farmacéutico enseguida dijo “Oh, sé lo que es eso…” y me recetó una pomada. Es un detalle interesante sobre la cultura Irlandesa.

Y en definitiva, ese fue el día. También he visitado una tienda de recuerdos donde compré figuritas de dragoncitos que son hermosos. Estoy seguro de que a mi señora esposa le van a encantar. A ambos nos gustan estás míticas y escamosas criaturas.

Gastos del día: Crema antihongos 5,40€ – Figuritas dragoncitos: 6€
Total: 11,40€  
Promedio diario: 19,11€


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