Los vinos de Aragón

Es fantástico poder catar vinos de diferentes sitios, y poder catar vinos creados con variedades locales, pero también lo es probar caldos de la misma variedad en diferentes lugares, porque un vino hecho por ejemplo con garnacha cultivada en la Ruta del Vino de Campo de Cariñena no tiene los mismos matices que otro elaborado con esa misma variedad pero que haya sido cultivada en Cataluña.

La garnacha y los vinos de Aragón

Aragón es tierra de vinos, y en la comunidad autónoma hay 4 denominaciones de origen, la Denominación de Origen de Cariñena, la de Borja, la de Calatayud y la de Somontano, y en cada una de ellas se hacen vinos muy diferentes con uvas predominantes distintas.

La garnacha es originaria de Aragón, y es en esta tierra dura y seca donde muestra uno de sus mejores esplendores, en Cariñena y Borja crea vinos especiados y con tonos minerales, en Calatayud muestra de forma más clara tonos rocosos y en Somontano se suaviza y no es tan tánica.

La garnacha y Robert Parker

Esta variedad se ha puesto de moda en los últimos tiempos, desde que críticos como Robert Parker la elevaran al rango que se merece, el de la uva que cría tintos muy estructurados, ricos en matices, complejos, muy aromáticos y fantásticos para maridar con carnes.

No me gustan demasiado los gurús, pero la verdad es que las calificaciones de Parker a los vinos de garnacha han hecho mucho bien a esta variedad, que en algunas zonas de Aragón se estaba reduciendo su cultivo en pro de variedades de otras zonas, como el tempranillo, o incluso de variedades de uva provenientes de otros países como el Cabernet Sauvignon.

La garnacha y el esplendor de la vejez

La garnacha es una variedad curiosa, y muestra todo su potencial cuando proviene de viñas viejas.

La moda del tempranillo y apostar por variedades más productivas y jóvenes hizo que se arrancaran muchas viñas de garnacha a lo largo y ancho de España, y en algunas Denominaciones de Origen como la de Cariñena se arrancaron muchas hectáreas de esta variedad.

Afortunadamente no todos los agricultores tomaron las mismas decisiones y algunos de ellos lucharon por conservar sus viñas de garnacha a pesar de las producciones bajas porque sabía que ofrecía mejores caldos.

Me encanta la garnacha y me gusta mucho ver que por fin se le ha dado la importancia que se merece, vivan los vinos estructurados.

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