Lo que aprendí en mi experiencia en la Huasteca Potosina.

Lo que aprendí de las personas de la comunidad en la que trabajé.

Aprendí la diferencia tan grande que puede existir entre personas del mismo país e incluso del mismo estado; diferencia social, de educación, de economía…También pude darme cuenta y así valorar lo afortunados que somos de tener muchas cosas que otras personas ni siquiera pueden pensar en tener. Me refiero a tener cosas como un zumo envasado, un baño en nuestra casa, una cadena en el baño, una ducha… Ya no te digo si pienso en el hecho de tener una bici, cinco pares de zapatillas o el privilegio de ir a la universidad. Sentí que en ocasiones me he quejado de cosas que ni siquiera deberían parecerme importantes y esto te das cuenta al ver que hay personas que vive con tan poco y, aun así, hacen todo por esforzarse para seguir mejorando. Son personas que tengan mucho o poco te ofrecen todo y siempre tienen una sonrisa para regalarte.

Lo que aprendí al trabajar en este proyecto. 

Aprendí a valorar lo importante que es una educación y lo mucho que puede ayudarte para hacer más eficientes procesos de producción y de venta de productos. También aprendí que con voluntad y trabajo se pueden conseguir muchas cosas siempre y cuando se tenga ganas por crecer y mejorar, eso nos lo enseñó muy bien Modesto. Con un trabajo constante y unos objetivos se puede conseguir a largo plazo muchas mejoras. Me gustó el darme cuenta que, aunque en un principio pensaba que iba a ser complicado ayudarles…Al final comprobar que si que mi ayuda les iba a ser útil fue toda una satisfacción. Ideas como crear una etiqueta con una marca para vender su producto, la miel, era algo que aunque parezca fácil para nosotros realizarlo con un ordenador para él era un costo extra que no podía permitirse ni contratar a quien le hiciera un logo y además luego imprimirlo; los patrones para que su esposa y su madre le cosieran una alforja iba a ayudarle a poder vender miel desplazándose con la bicicleta sin tener que depender de intermediarios; las hojas a modo Excel para contabilizar las cantidades de producto y los precios por temporada con los que Modesto pueda llevar sus cuentas para analizar y valorar que productos le generan mayor beneficio.

Lo que más me impactó de la experiencia en la comunidad. 

La infraestructura de la que disponían y su estilo de vida. Me sorprendió que la casa no tuviera puertas o ventanas ni estuviera cerrada de ningún modo o que la cocina estuviera separada. Y sin duda, lo que más me impactó fue que para ir al baño tuviéramos que salir de la casa, bajar todas las escaleras, cruzar la calle, caminar unos metros y bajar a un baño que consistía en una estructura de cañas y en el que las paredes eran plásticos para entrar en un espacio en el que había un cubo de piedra con un agujero en el centro, después de eso, ya no quise preguntar dónde se encontraba la ducha, pero la busqué y no creo que tuvieran. Me llamo la atención su estilo de vida, sus días consistían en levantarse, desayunar juntos, ir al campo a trabajar, comer juntos y pasar la tarde en la casa viendo la tv, por eso, para ellos que estuviéramos allí era un día distinto ya que no seguían su rutina. 

Lo que opino que la gente de esta comunidad puede necesitar. 

Necesitan educación, los conocimientos básicos para llevar un seguimiento de su producción y de sus ventas y así poder hacer una previsión de sus gastos y beneficios en las temporadas próximas. También con esta tabla de datos podrían analizar qué productos les conviene seguir produciendo y cuáles no, además de poder escoger en que productos se debe invertir ya que se debe escoger los que mayor beneficio nos puedan dar. 

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