La Erasmus me ha dado fuerte

Hoy, exactamente hoy ,mientras escribo esto vamos, durante el día Martes ocho de enero de 2013, hace un año y un día para ser más precisos regresé a Finlandia después de pasar las Navidades en mi ciudad, con mi familia, mis amigos, en mi ambiente original para continuar con mi experiencia Erasmus, la cual estaba viviendo en Turku, Finlandia. La ciudad… ya de por sí no es que tenga encanto y el país… bueno, el país: Finlandia, ¡¡¡qué país!!! Un país de cuento casi, mágico, bello, embelesador, misterioso, oscuro, tradicional, natural y otros tantos calificativos con los que podría describirlo y nunca sería capaz (ni yo ni los lectores) de marcarlo en una tendencia, un modelo, un arquetipo digamos. Un lugar “concreto y especial” que para pasar tu Erasmus es sin duda un condicionante más para hacer de tal experiencia ya no única e inolvidable, adjetivos que son muy comunes y que todo Erasmus utiliza a la hora de catalogar su experiencia internacional, sino al más, algo más transversal por llamarlo de alguna manera, ya que ocuparía un espectro tan amplio y variado de emociones que sobrepasan lo humano, lo físico y se introducen dentro de ti como el oxígeno que respiras pero para no volver a salir y dichas sensaciones correspondientes a tales momentos vividos pasarán formar parte de ti como un todo, una unión, un ente el cual ya serás el resto de tu vida y puede definirse como Erasmus. Y eso soy yo, un Erasmus.

Ahora, mientras escribo, ocurren tantas cosas alrededor y, a su vez, se me pasan tantas ocurrencias por la cabeza que hacen de dicha situación en la que me hallo ya no única o especial, sino curiosa más bien. Mientras que se me estaba ocurriendo comenzar a dedicar este ensayo para ti lector, que estás a punto de ser Erasmus, lo eres/has sido, quieres serlo o lo estás siendo, ha comenzado asonar en el reproductor de música, el Spotify ¿por qué no decirlo? No hago publicidad, simplemente escribo al detalle lo que aquí sucede y sin querer parecer hacerle un favor a nadie, sino más bien parecer hiperrealista, una canción de Ensiferum; grupo finlandés de viking/folk-metal por excelencia o extreme folk-metal como llaman algunos entendidos a dicho género y el hecho de estar escribiendo tales líneas, hacen de todo un momento tan interesante de vivir, que dudo que alguien pueda sentirlo sin saber lo que es, y aquí vuelvo con el meollo del asunto, haber vivido una experiencia Erasmus y que esta te halla calado tanto que una persona como yo (descrita y vista por sus cercanos como alguien con sentimientos de hierro) se encuentra en semejante momento escribiendo una “declaración de intenciones/objetivos” por llamarlo de alguna manera, a pesar de que dichos títulos no tienen nada que ver con lo que de verdad tales líneas representan, y además que dichas líneas se estén expresando en un tono de lo más sensibloide y pseudosentimental de lo que jamás se ha visto.

Esto es, en definitiva, un manifiesto donde ni siquiera sé muy bien lo que se quiere plasmar sobre el papel. El hilo está claro a lo que va dirigido, a lo que para mí ha supuesto mi experiencia Erasmus y además los sentimientos y sensaciones que aún me hacen aflorar y vivir incluso dicha experiencia año y medio incluso de haber finalizada. Es curioso, pero suele pasar que en fechas que fueron significativas durante la estancia en Finlandia cuando pasa un año o una cantidad de tiempo exacta y soy consciente de ello, o bien, me pongo en estado Erasmus nostálgico mode-on, o bien, sucede algo en mi entorno que me hace inmiscuirme en tal atmósfera de emociones que tanto me gusta y que es tan fuerte que me impulsa a la creatividad sin ir más lejos, y es por ello por lo que, ahora mismo, escribo.

Sin embargo, es una fuerza curiosa, es una fuerza que no me llena precisamente de vitalidad, o al menos no de una vitalidad fulgurante que te hace rebosar de una energía para la cual necesitas actividad ya sea física o intelectual para saciarla, sino más bien, una vitalidad débil por denominarla de algún modo, una vitalidad que no por ello peor, pero que hace que también puedas a llegar a sentirte bien en dicho estado digamos más femenino y romántico (término relativo al romanticismo como corriente y valores artísticos y no como término en lo relativo al amor o el romance entre dos personas es para lo que quiero usarlo en este contexto).

Lo cierto es, que llegados a este punto de desarrollo, cada vez le veo menos finalidad a semejante texto que estoy creando, no sé si por falta de inspiración, porque la misma se haya disipado, porque no le doy un toque con visión de futuro, o simplemente porque pienso que al hacerlo simplemente para satisfacerme a mí mismo esto no puede serle de mucho uso a nadie. Ahora bien, ¿por qué los poetas escribían sus obras sino para satisfacerse consigo mismo y con sus respectivos estado anímicos de cada momento? Luego otra cosa es que después, los más ávidos lectores decidieran también disfrutar de semejantes creaciones. No obstante, con este símil no quiero ni pretendo compararme con un poeta ni mucho menos, es más, de hecho opino que si quisiera puedo parecerme a uno, serlo conllevaría el doble de trabajo y esfuerzo o más del que ahora mismo pongo en práctica y desempeño. Sin embargo, con tal argumentación sí puedo demostrarme a mí mismo y a cualquiera que este escrito sí tiene una finalidad y sí me plantea una utilidad y satisfacción a mí, creador del mismo. Es por ello que, este texto tiene un objetivo o finalidad la cual debo buscar desde ya, o bien, encontrar y descubrir conforme la escritura del mismo avance, pero por lo menos detectarlo, darlo a conocer y orientar estos párrafos hacia semejante fin.

¿de qué tonterías me he puesto hablar? Muy filosófico me he puesto yo me parece, como bien dirían (y sin ánimo de ofender a nadie) los lectores que de más recursos lingüísticos y semánticos carecieran. Ahora bien, opino que no por ello están confundidos, puesto que se acercan mucho e incluso aciertan en la denominación de mi estado y es justo ahí donde acabo de descubrir cuál es el objetivo de semejante creación propia y hacia donde debo dirigir la orientación de la misma. Es curioso, pero otro momento majestuoso que transcurre durante la escritura del texto coincide con los minutos en los que otra canción de Ensiferum vuelve a sonar. Lo que os quiero decir, en cuanto al objetivo del cual reflexionaba, es que ya lo he descubierto. La finalidad de dicho escrito es demostrar al lector, hasta que punto de locura, sensibilidad, emoción, creatividad, llamémoslo equis de nuevo y un largo etc. puede llegar una persona cuando el recuerdo, la añoranza o la nostalgia de vivencias y experiencias pasada vuelven a la mente de uno o simplemente a, por unos instantes, estar tan presentes de nuevo en la vida de uno como si en una dimensión paralela estuvieran ocurriendo en ese mismo momento y delante de ti tienes una capa o un manto de fuerza que te tapa tales sucesos y no te los permite ver o volver a vivir.

Y todo esto me ocurre a mí o me ha venido causado simplemente por el hecho de haber vivido una experiencia Erasmus, para que se den cuenta hasta qué punto puede llegar una persona en perfectas (aunque cuestionables) condiciones mentales, por el simple hecho de rememorar los tiempos pasados que tan significativos le fueron. Con esto, quiero decir que a cualquier persona puede ocurrirle semejante situación que yo ahora mismo vivo mientras escribo esto, solo que, en mi caso, es debido a una experiencia Erasmus, En otros individuos puede ocurrir con veteasabertúquesinfindeexperienciasyrecuerdospasadospuederecordarunapersonaparasentirsedetalmaneraquelallevenaescribiruntextocomoelqueahoramismoseplantaantetusnarices.

Para seros sinceros, ahora mismo no sé si comenzar a poner fin a semejante o creación, o bien, es ahora el momento una vez descubierto el objetivo y la finalidad del mismo para comenzar a darle “chicha” al asunto y explorar a fondo todo el meollo de la cuestión. La segunda opción aburriría a cualquiera, incluso a un servidor que se lo está pasando bomba escribiendo  todo esto. La primera me parece directamente muy injusta, tanto para mí, como para el lector. Considero que a este juego de ideas y estupideces sin sentido para alguno que van saliendo de mi mente y van siendo plasmadas en el papel por su creador debe seguir adelante y ya sí que puede tomar el rumbo que sea, puesto que una vez identificado y descubierto el objetivo y finalidad del texto, lo he expuesto y el lector lo ha entendido, y voy a parar de soltar lecciones como si estuviéramos en una clase filosofía, lo escrito puede ya dirigirse hacia donde le plazca y seguir creciendo tomando la dirección que vea más oportuna conforme pasa el tiempo y así creo que será para seguir divirtiéndome un rato más.

Porque he aquí algo que no he dicho y ni he dado a entender hasta el momento. En tal estado que llevo comentando durante todo el texto que me impulsa a escribir tan dicharachera entraba para un blog y por el cual preferiría vivir en vez de recordar los momentos que se me vienen a la cabeza, yo disfruto con ello, aunque eso sí, y valga la redundancia al repetirlo, disfrutaría más si lo viviera y no si lo recordara XDD. Y he aquí también el primer emoticono o producto de la escritura a través de los avances en los medios de comunicación que plasmo en el texto, curioso ¿verdad? Lo más curioso de todo es que esta obra de escritura, y aunque pueda parecer mentira, no es  la primera que escribo en relación a la Erasmus. De hecho en relación a la Erasmus tengo una obra extensa y curios de escritos, pero más concretamente, en relación a escritos digamos poéticos, sensibleros y emotivos relacionados con la Erasmus, podría decirse que es la cuarta o la quinta. Y más curioso todavía es, que ya que estamos, vamos a finalizar “la obra” como la llamaré a partir de ahora con una recopilación de los textos Erasmuseros-sensibleros escritos anteriormente y la historia que hay detrás de ellos.

Creo que el primero de todos se lo debo achacar a una cita que publiqué en un grupo de Facebook en el que estábamos todos lo Erasmus de aquel curso y de aquella ciudad cuando Mi Erasmus terminó pero que, sin embargo, creo recordar y de hecho estoy en lo cierto la primera vez que lo cité fue a un chico italiano cuando me despedía de él, ya que su Erasmus terminaba en Febrero. Está en inglés, pero la traduciré y dice así:

“Erasmus is a experience that you don't live alone, it's something that you share with people. So, if you find "cool" people who share this experience with... first of all, you're lucky and you'll have an "amazing" Erasmus for sure.”

“I've been lucky I think ;) THANK YOU my friends!!”

Recibió cerca de cien likes o me gustan en el grupo que os comentaba, y como para no, ya que en castellano decía algo así:

“Erasmus es una experiencia que tú no vives solo, es algo que tú compartes con gente. Así que, si encuentras a gente “guay” con la que compartir esta experiencia… lo primero de todo, eres afortunado y tendrás una Erasmus “asombrosa” garantizada.”

“Creo que yo he sido afortunado ;) GRACIAS amigos!!”

La segunda sería seguramente el primer texto que publiqué en la web Erasmusu cuando decidí comenzar a escribir acerca de la Erasmus. Lo compartí en Facebook y muchos de los que fueron compañeros míos en Finlandia me tacharon de sensiblero y nostálgico, cosa a la que les digo pues que sí, y mucho!!

“Más bien fue a partir del 24 de Agosto cuando el inicio de mi experiencia cumplió su primer aniversario y, con ello, una ola de recuerdos comenzó a inundar mi cabeza; historias, anécdotas, pasajes, conversaciones, impresiones, gente, nombres, fiestas y un largo etcétera de vivencias significativas comenzaban a aflorar de mi memoria y las veía tan cercanas y palpables como si en ese mismo momento se estuvieran repitiendo y las estuviera volviendo a vivir. De hecho, aún recuerdo la primera semana de mi estancia perfectamente momento a momento, detalle a detalle.”

“Aún así, lo mas importante de todo y lo que más increíble me resulta ¡es el hecho de que se haya cumplido ya un año! La futilidad del tiempo básicamente:”

1 año desde que comenzó mi viaje.

1 año desde que puse un pie en ese país de cuento, Finlandia.

1 año desde que llegué al que sería mi primer lugar de residencia, Päivänpaiste.

1 año de las primeras amistades y encontronazos la mar de curiosos.

1 año de amistad con mucha gente especial.

1 año de viajes dicharacheros y de locura.

1 año de conciertos brutalmente bestiales.

Y todo eso que con tanto ímpetu y emoción viví entonces, ahora se repite. Pero esta vez como una ilusión que el paso del tiempo reverbera en mi memoria. Por eso escribo este blog, para que el mejor año de mi vida no quede inmovilizado en el trascurrir del tiempo como si nada, sino que más bien, al leer estas líneas, esos recuerdos adquieran la vitalidad propia con la que fueron creados y permanezcan siempre presentes y eternos.

Como se puede comprobar, la escribí poco después de que pasara un año desde que salí de mi casa dispuesto a vivir uno de los mejores años de mi vida.

El tercero quizás sea la entrada que también hay en la web Erasmusu acerca del Hellcruise, un evento que tiene lugar durante la Erasmus de Turku unas cuantas de veces. Ésta es muy visual, ya que contiene fotos, así que mejor la leéis vosotros:

http://erasmusu.com/en/erasmus-turku/erasmus-experiences/hellcruise-125236 http://erasmusu.com/es/erasmus-turku/experiencias-erasmus/hellcruise-125393

El primero está en inglés y, personalmente, considero que está mejor que el que está en español.

Y el cuarto y último antes de este, fue una pequeña cita que quise dejar para cerrar una de las últimas entradas que subí a Erasmusu en la cual hablo de lo que sentía mientras escribía el relato relativo a una fiesta que vivimos en Turku.

“Es como si mi subconsciente se retrotrajera en el tiempo y me llevara hasta en ese preciso día e instante en el que la fiesta de Pikkulaskilainen comenzaba para mí. Recuerdo todo lo sensorial, lo perceptible con los sentidos e indescriptible con las palabras, todo aquello que queda grabado a fuego en lo más profundo de ti y que cuando surge hace que por todo tu cuerpo fluyan las mismas sensaciones que vivía en aquel momento como si estuviera in situ aún en la propia Finlandia. Las expectativas del día anterior, las ganas de que terminara la clase, las sensaciones de tu cuerpo a punto de salir de tu habitación, el suave viento del invierno níveo que asolaba la ciudad y el aroma a frescor que te invadía en olfato y te asolaba por dentro. El paseo desde la Student Village hasta el centro de la ciudad a las 12:30 de la mañana acompañado por mi amigo Luis y con una cerveza en la mano… todo lo previo a la pura fiesta. AMAZING!!”

Como veis es muy sentimental todo y muy bonito y yo me siento muy bien conmigo mismo al escribirlo.

Para terminar y como conclusión que puedo decir? Que sí, como se diría coloquialmente, la Erasmus “me ha dado fuerte.”

Muchas gracias señores, nos vemos a otra :D un saludo ;)


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