La cascada de los colores

¡¡Hola a todos!! En esta primera publicación del blog de nuestro viaje a La Palma os voy a hablar de uno de los sitios más míticos de esta isla, de nuestra experiencia y consejos sobre él, espero que os guste:

La Cascada de los Colores

Esta es la famosa cascada de colores de La Palma:

Parece simple, ¿verdad? Pues para llegar a ella es necesaria una ruta de ni más ni menos que cinco horas, así es. No parece para tanto aunque si buscáis imágenes por internet parecerá una pasada y que es súper alta con colores muy vivos. Esta foto la hice yo tal cual la encontré, está sin editar. Es muy bajita, unos tres metros y corría muy poca agua. Algunos de nosotros íbamos con traje de baño y todo por si acaso, por los visto según nos contaron personas de allí, suele correr más cantidad de agua, no tuvimos suerte quizás. El agua sale como por un tubito como podréis ver y los colores son debidos a los minerales que transporta el riachuelo.

Realmente aunque esto sea lo más conocido y turístico de la isla, lo guay no es esto en sí, es todo el camino precioso de cinco horas que os lleva hasta el interior de esta hermosa isla (llamada isla bonita) hasta llegar a ver la cascada.

¿Es una ruta dificil?

No es para nada dificil, accesible. Éramos un grupo de personas jóvenes, la hicimos con facilidad en cinco horas, por ahí por internet leímos antes de hacer la ruta que se tardaba seis horas, depende del ritmo que lleveis. Igual para una persona de avanzada edad es demasiado, pero una persona mínimamente saludable, puede hacerla, nosotros tampoco estábamos muy en forma.

Llegó un punto de la ruta que venía indicada una bifurcación: para expertos y no expertos (o algo así, no recuerdo cual era el calificativo exacto), ya una vez bastante avanzada la ruta. Nosotros muy listos cogimos el camino de "expertos", ya que era el más corto, el otro se demoraba más subiendo. No fue complicado, simplemente que el camino se estrechaba un poco y había que tener un mínimo de equilibrio, pero nada del otro mundo, no éramos expertos ni mucho menos y lo pudimos hacer bien:

Ahora que lo veo en foto, impresiona un poco, pero mientras lo estábamos haciendo no fue para tanto, es estable, simplemente tener un poco de cuidado.

Además, no tiene pérdida ninguna por muy largo que se vea el camino, está constantemente indicado y si no veis ninguna indicación es porque es todo recto. 

¿Cómo llegar?

Llegar hasta allí es muuuuy curioso. Nos perdimos hasta con GoogleMaps, nos llevó a un sitio totalmente  equivocado:

A este en concreto. En medio de la nada. Es todo montañosos y como que la ruta, nuestro destino, está en una llanura rodeada de altas montañas, por lo que nos llevó a este sitio que sería cercano, pero imposible acceder desde ahí a la ruta, pero bueno, disfrutamos de unas vistas muy bonitas e hicimos alguna que otra fotillo.

1. Para empezar os recomiendo que lleguéis con GoogleMaps hasta el pueblo que está antes de subir (ya que tendréis que subir carreteras de montaña) y de ahí parad el GoogleMaps y preguntad a gente. Tendréis que subir una buena cuesta y girar a la derecha, ya por ahí vendrá indicado.

2. Después de subir esa cuesta tendréis que volver a bajar por unas carreteras de montaña con muchas curvas para llegar a una explanada donde veréis aparcados todos los coches de la gente que va a ver la cascada. Ahí aparcamos.

3. Una vez de allí, la ruta comienza como a treinta minutos en coche, ¿qué pasa? que no se puede llegar con coche particular porque arriba no hay aparcamientos. Hay que llamar a un taxi (el número está indicado en una señal allí en el parking donde se aparcan los vehículos particulares). 

Nuestra experiencia: Nosotros muy listos que somos, como éramos como diez personas, para pagar solo un taxi, quisimos subir en nuestros coches particulares y que luego que bajaran los conductores y ya ellos se subieran en taxi. De nuevo otro problema (fue más de un problema en este viaje), los taxis solo estaban operativos hasta las doce del medio día, más tarde dejaban de trabajar, porque es absurdo subir más tarde de esa hora debido a la larga duración del recorrido de la ruta, ya que se hace de noche. Tuvimos mucha suerte y se pudieron subir con un coche particular que subía solo a tomar fotos desde el mirador, menos mal, si no, no sé que hubiéramos hecho. Conclusión: aparcad abajo y coged taxi que cuesta cincuenta euros y es media hora mínimo de recorrido hasta el inicio de la ruta por carreteras muchas veces sin asfaltar, estrechas y con curvas. Mejor dejarse de rollos y pagar el taxi, porque vale su precio y si sois unos cuenta no saldrá tan caro.

Inicio de la ruta

El inicio de la ruta es precioso, es un hermoso mirador desde el que ver lo más profundo del parque natural de la caldera de taburiente (donde se encuentra esta ruta).

Ahí estábamos nosotros esperando a que los dos chicos que conducían volvieran.

Empezamos la ruta un poco tarde, a la una o así, pero tuvimos tiempo, llegamos al coche al atardecer.

De ahí comenzó la ruta bajando, casi no tuvimos que subir en las cinco horas de recorrido, era siempre bajando o en llano. Esta misma ruta también se puede hacer a la inversa, pero ya se hace más dura por la subida, lo mejor es esta opción que es la que escoge todo el mundo.

Este bonito puente de madera estaba a pocos metros de comezar la ruta.

Encontramos este mirador poco antes de llegar a la zona donde paramos a comer. Ahí pusimos el trípode e hicimos una bonita foto de grupo.

Pausas

Hicimos varias pequeñas pausas durante el recorrido, pero solo una grande, para comer, al primer tercio de la ruta más o menos creo recordar. Una vez terminamos de bajar, nos encontramos con un riachuelo y muchas piedras donde había más gente también descansando, pero muy tranquilo:

Ahí pudimos refrescarnos y lavarnos las manos antes de comer. Importante para esta ruta ir con suficiente agua ya que necesitaréis mucha hidratación. Nosotros fuimos un poco justos.

A este punto también había una bifurcación que nos hizo dudar, pero ante la duda, todo hacia delante. El otro camino hacía la ruta más larga, se iba a ver otra cosa se volvía de nuevo al mismo punto, pero no lo vimos relevante y no lo hicimos.

La pausa para comer fue muy agradable ya que brillaba el sol y nos habíamos hecho unos buenos bocadillos bien contundentes y ricos para reponer fuerzas. Después de comer descansamos un poco al sol antes de seguir con la ruta:

Llegada hasta la cascada

La cascada realmente se encuentra en el último tercio del camino, es decir, casi al final, parecía que no llegaríamos nunca, se nos había olvidado casi el motivo por el que estábamos haciendo la bonita y larga ruta. Está perfectamente indicada. Otra opción es ir directamente desde el parking de coches particulares andando hasta la casacada y volver (unas dos horas estimo), pero es una opción menos bonita, recomiendo al ruta que hicimos nosotros desde arriba, para hacerla entera.

Para llegar a la cascada tuvimos que seguir este riachuelo (bastante seco, debería llevar más caudal, era febrero)

Llegando a la cascada. 

Después de la cascada hasta el final diría que es la parte menos bonita, más rocosa y gris y por la que tendrás que ir esquivando constantemente el riachuelo que sigue bajando. Llegó un puto incluso que tuvimos que atravesarlo en una parte con más caudal de la cuenta, saltando de piedra en piedra y una de nosotros acabó metiendo el pie dentro del agua y mojándose todo el zapato, menos mal que ya era casi el final. Esa última parte la hicimos súper rápido.

En conclusión, un sitio al cien por cien recomendable, me encantó, plena naturaleza en una de las islas más bonitas de España. Ideal para ir en cualquier época del año ya que la temperatura suele ser muy agradable siempre, ¡os invito a visitar las islas Canarias!

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