la Batalla del glaucoma

El glaucoma es una de las principales causas de ceguera en todo el mundo. Es causada por una obstrucción del sistema de drenaje del líquido en el ojo. Esto lleva a la acumulación de presión que amenaza con destruir el nervio óptico, una estructura muy delicada del ojo. Los doctores del ojo libran la batalla contra glaucoma usando gotas y empleando un procedimiento de descompresión llamado trabeculectomy. En pocas palabras, se hace un pequeño agujero en el globo ocular para crear un canal a través del cual el fluido puede drenar en un reservorio llamado ampolla. Este ampolla es un bolsillo que el cirujano crea con la capa más externa del globo ocular (conjuntiva). En la superficie del ampolla está una red de los vasos sanguíneos que sirven como dren alternativo.

¿suena como una operación mecánica fácil? Pero esto está lejos de la verdad. Después de trabeculectomy, el cirujano debe vigilar el ampolla muy de cerca, ya que se cerrará si se cicatriza. Dado que el cuerpo está naturalmente obligado a curarse a sí mismo, desde un simple corte a una herida quirúrgica, hay que hacer algo para evitarlo. Una cicatriz evoluciona de un ejército de células especializadas llamadas fibroblastos. A medida que se reclutan más fibroblastos, eventualmente crean una barricada alrededor del lugar de la lesión y la sellan permanentemente con una cicatriz.

Los cirujanos burlan este proceso curativo natural empleando un arsenal de medicamentos tales como 5-flourouracil (5-FU) y mitomycin (MMC) que paran el ataque de fibroblastos en el sitio de ampolla. Sin embargo, estos fármacos (llamados antimetabolitos) también son notorios por la destrucción inconsciente de estructuras tisulares cercanas del ojo. Son como soldados ciegos en el campo de batalla sin objetivo despidiendo sus armas destruyendo todo lo que encuentran. Esta destrucción del tejido puede dar lugar posteriormente a la irritación ocular crónica, así como a la infección potencial y la pérdida de la visión.

Este dilema tiene el potencial de ser solucionado con una nueva clase de medicamentos llamada Alkylphosphocholines (vehículos). La ventaja de vehículos miente en su capacidad de ser selectivo del tejido-arrestar a un ejército cada vez mayor de fibroblastos sin dañar otras estructuras del ojo. Al igual que un francotirador experto que apunta directamente al objetivo sin golpear a los espectadores, vehículos puede ser capaz de detener la formación de tejido cicatricial, evitando los efectos secundarios que amenazan la visión de los antimetabolitos.

Otra manera de evitar el daño al tejido colateral es utilizar los conductos naturales del drenaje del cuerpo (en vez de crear uno nuevo). Este es el principio detrás de Canaloplasty. Este nuevo y excitante procedimiento hace uso de un pequeño tubo flexible que abre el canal natural del ojo. Puesto que no hay necesidad de un ampolla, renuncia a la necesidad de trabeculectomy y de medicaciones como 5-FU y MMC.

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