¿Ir con pareja o sin pareja en Erasmus? 2º part

Como decía en el último artículo y aun reflexionando sobre el si debemos irnos de Erasmus conservando la pareja, o bien optar por la decisión de dejarla o la sin sentido en mi opinión "del paréntesis" (en el cual, supuestamente se acepta que se pueda hacer cualquier cosa durante ese año, sin obligación de mantener contacto ni nada, pero con la esperanza de que pasado ese tiempo, todo vuelva a ser como antes, que salga el arcoiris, no haga nunca frío, te toque la lotería y se siga por supuestísimo enamorado de la otra persona, lo cual no se ustedes, pero yo lo veo un poco irreal).

Pensáramos lo que pensáramos e hiciésemos lo que hiciésemos, había que valorar la importancia que le dabamos a las cosas, en este caso si merecía o no la pena un esfuerzo de un año por una persona en concreto.

Pero claro, nos vemos en la tesitura de preguntarnos ¿cómo uno puede saber si una persona o un hecho en concreto es importante o no? Y es que tras responder esta pregunta, no es sólo que alguien o algo lo consideremos importante, sino también el hecho de si lo es suficientemente o no, para que llegada la ocasión, podamos tomar la decisión correcta en la vida. Está claro que algo que no es importante en tu vida se olvida con facilidad, solo existe un mero recuerdo lejano que te hace quizás pensar algo en ello pero que por supuesto no ocupa bastante tiempo en tu mente como para poder rayarte con él. Lo malo de esto, es que averiguaríamos si alguien o algo es importante a posteriori una vez tomada la decisión, lo cual sería quizás demasiado tarde como para echarse atrás.

En cambio, si un determinado suceso o persona es importante en nuestra vida, podríamos estar horas, quizas días e incluso semanas dándole vueltas a lo mismo sin saber qué hacer, cómo responder o cómo tomárselo. A todos nos ha pasado alguna vez que por lo que sea hemos tenido una pelea con nuestra pareja y o bien ella o nosotros (o ambos), hemos estado en un periodo un poco de irascibilidad, en el cual hay tiempo suficiente como para ver qué ha ocurrido, si hay que hablarlo o no, etc. Y es justo ese tiempo en el que se debe pensar, analizar las posibles consecuencias, ver que se gana/pierde con lo que se tiene pensado hacer, para poder de verdad tomar una decisión cuanto menos.... racional.

Y es que la cosa está en que cuando pasan este tipo de cosas, no habría que tener ni la actitud de estar pasando de todo, como si todo te diera igual, o la contraria de estar pegado al teléfono esperando a que la otra persona te llame; ya que claramente ninguna de las dos son buenas, aunque sí que te dirá cosas acerca de lo que verdaderamente sientes por esa persona, cosas que te ayudarán a tomar la decisión de seguir o no con tu pareja en Erasmus.

Tomar decisiones a la ligera, sin pensarlo bien, sin analizar ni replantearse muchos asuntos, no es más que falta de experiencia y madurez, es un grandísimo error que poco a poco iremos superando con sucesos de la vida, y de lo que si uno no decide cuando debe hacerlo, de manera acertada, puede llegar a arrepentirse durante quizás toda su existencia; aunque lejos de ser tan exagerado (que hay veces que me gusta), está claro que después de una decisión importante, ya todo no puede ir igual, algo habrá cambiado y o bien todo se ha solucionado porque el tiempo dicta que la decisión tomada fue la correcta o bien encuentras algunos problemas.... Solución?

Las posibles soluciones una vez tomadas decisiones sobre un tema importante se alientan difíciles, pues lo más seguro es que tu decisión no sólo te afecte a ti, sino que también puedan hacerlo a los demás, y eso amigo mío, es el verdadero problema de tus actos, pues no sólo debes lidiar contra ti, contra tus instintos y descontrol, sino que a la vez debes tener en cuenta a todo aquel que pueda resultar afectado, para poder de verdad hacer un cálculo del posible efecto de ese determinado acto.

Mi consejo es que se tome como importante lo que de verdad es, no hagamos una montaña de un granito de arena ni mucho menos, pues las consecuencias te viciarán; piensa lo que tengas que pensar antes de tomar la decisión, o te afectará en adelante si caiste en el error. En mi opinión, la sinceridad es lo más importante en este asunto, y aunque le pueda doler escuchar ciertas cosas a tu pareja como el hecho de que no te ves en un futuro con ella y por ello, tener que dejarlo en esta Erasmus; sin ella (la sinceridad) viviríamos con los ojos vendados, sin saber lo que es cierto o no y lo peor aun, con la desconfianza siempre en el camino.... que termina llevándote al sufrimiento.

¿Qué significa todo esto transladándolo al tema de tener pareja cuando uno se tiene que ir de Erasmus? Pues que si eres muy celoso, olvida esto, porque ello será algo importante que tratar y la decisión acertada sería dejarlo. O bien que si necesitas cada día señales, conversaciones o ver a esa persona, también deberías replantearte el si estar con una pareja que se va de Erasmus te conviene o no, puesto que lo vas a pasar mal, vas a agobiar al otro y posiblemente tarde o temprano se canse de ti.

Pero oye Antonio, he pensado en todos los pros y contras y no lo tengo claro.... ¿qué hago entonces, porque estoy dudoso? Pues es lo malo de tener un cerebro racional, que por más que lo pensamos y pensamos y por más listas que podamos hacer, al final llegamos siempre al punto de que hay ventajas y desventajas y no sólo no lo tenemos claro, sino que encima ahora tenemos más cosas por las que comernos la cabeza. Ante ese caso, la solución es sencilla, pues sólo debes hacerte la siguiente pregunta: ¿Quieres estar con esa persona en un futuro (no corto plazo)? Si la respuesta es no, olvídalo, terminarás poniendo los cuernos. Si la respuesta es que no lo tienes claro, olvídalo también, porque se irá poco a poco tensando la cuerda hasta que se rompa, y si la respuesta es un contundente (repito, contundente) y rotundo sí, adelante porque cualquier duda ha sido resuelta y ahora queda lo más difícil que es luchar porque durante el año todo se mantenga como hasta ahora, pase lo más rápido pero también féliz posible y cuando acabe, vuelvas a estar con tu pareja quién sabe si durante mucho más años, o incluso toda tu vida.

Todo esto suena a exagerado, pero es que un año es un año señores, no son tonterías, y lo que si es una tontería es que uno no se sincere con su pareja y piense para sí mismo la típica frase de: "Bueno pues si surge allí algo, pues surgirá". No nos engañemos, si surge allí algo es porque tú quieres, y porque no quieres lo suficiente a la otra persona.

Y es que se de primera persona, que son muchas las parejas que aguantan el año entero juntos, con más o menos complicaciones, pero lo aguantan, y con todas funciona el mismo esquema que sería el siguiente: Confianza + Sinceridad = Tranquilidad + Alegría. Pues las bases para que todo vaya perfecto como ya dije son en mi opinión la confianza y la sinceridad. Por un lado, la confianza plena en la otra persona hará que no tengas que emparanoiarte con cualquier conversación, foto, o día en el que no hablas con tu pareja; y es además lo contrario a ser celoso. Cuando uno confía en su pareja plenamente, y por supuesto, confía también plenamente en sí mismo, los celos no son más que pequeños tosidos que pueden salirte muy de vez en cuando; pero si no confías en ella o en ti mismo, cualquier foto en la que alguien te ponga un simple brazo encima del hombro, será suficiente para discutir. Y ay quién discuta, porque tras la discusión ese inseguro se sentirá peor aun y pensará todo el tiempo: "Mierda, no debí haber discutido, ahora mi pareja sale y a saber qué hace".

Por otro lado, la sinceridad se toma como pilar también fundamental debido a que si bien todo puede ir más o menos bien encaminado, siempre surge algún pequeño detalle que no nos gusta, no se, por ejemplo que cada día la otra persona salga y nunca haga el quedarse por ti, y claro te molesta. Pues ese tipo de cosas amigo, son las que hay que decir, para que el otro nos comprenda desde posiciones distintas, y nos sintamos mejor el uno con el otro. No vale eso de guardárselo y guardárselo y cuando haya una pelea, sacarlo todo a la luz, porque entonces te estarás mintiendo a ti mismo y a tu pareja, y de nuevo te meterás en ese callejón con salidas retorcidas.

El resultado de esa ecuación es claramente la tranquilidad del día a día, el poder seguir adelante en tus cosas propias sin tener que estar todo el día pensando en la otra persona, lo cual nos dará calidad de vida y bienestar. Y por supuesto consecuencia de todo ello, alegría, pues estaremos orgullosos de como va la andadura y de que queremos a la otra persona. Continuará....

Y bueno, seguiré ya con el paso 2 en el siguiente artículo, para que este tampoco sea excesivamente largo.

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