¿Es posible tener un día normal?

De verdad que lo he intentado, me he esforzado a fondo para lograr este propósito, pero es completamente imposible que consiga tener un día normal en mi erasmus.

Hoy será un día tranquilo.

Ayer me desperté con este pensamiento y con la absoluta convinción de que esto sería así. 

Me levantaría temprano, cogería el autobus de la universidad, desayunaría allí con Mar Cel y Joao, y estudiaríamos hasta la tarde donde volvería a casa para cenar y descansar. Ese era el plan, nada diferente de lo que podía hacer en época de estudios en mi vida española (salvo que mis compañeros hablaban inglés), pero se me olvidó un detalle muy importante, estoy de erasmus.

Os iréis dando cuenta de lo que significa esa frase cuando comencéis vuestro respectiva experiencia. Pero os resumo que si tenéis 24 horas al día, no vais a parar de hacer cosas desde la primera hasta la última (o por lo menos es lo que deberíais hacer). Cuando creas que tienes un hueco para descansar te encuentras a alguien que te propone algo, te suena el teléfono o te acuerdas de un plan que te habían comentado.

Día tranquilo en la universidad.

Mi plan era bastante simple: ir a la universidad, estudiar y volver. Pasaría un buen rato con Joao y Mar Cel, y adelantaría todo lo que tengo que estudiar (que no es poco). 

Todo se fue desarrollando con naturalidad, encontramos nuestro respectivo sitio en la biblioteca, hicimos nuestros respectivos descansos cada vez más largos, y pasamos el día completo juntos. Todo era exactamente como lo habíamos planeado. Hoy era un día tranquilo, sin planes, donde me podría relajar un poco después de estar sin parar quieto ni un solo segundo.

Como ser humano que soy hay veces en las que me canso y me apetece pasar un día tranquilito, de sofa y peli como se dice. Pero no iba a ser el caso de este día, un día más saldrían planes debajo de las piedras para hacer que no volviese a pisar la residencia hasta última hora. Ni hoy, ni mañana, ni pasado, creo que ese día tranquilo jamás llegaría en mi erasmus.

Cambio de plan.

Las cosas comenzaron a ir "mal" cuando me encontré en la biblioteca a Francesco y Amin dos colegas de la residencia. 

Francesco torcería todos mis planes:

• Oye Luis, esta noche voy a un concierto de rap de Luchè que viene al Magazino generale ¿Te apuntas?
• ¿Quien es Luchè? 
• Un rapero muy famoso de Napoles.
• ¡¡Va, me apunto!!

Esto no debería deciroslo, es información privada del gobierno, pero cuando decides irte de erasmus te insertan un chip cerebral que te hará decir a todos los planes que si. El mio creo que lo pusieron en modo experto o algo por el estilo.

Eran las 5 de la tarde, estabamos aún en la biblioteca de la universidad (Desde las 9 de la mañana que habíamos llegado) y mi pensamiento era volverme a descansar el resto del día, ni de broma. 

El plan era el siguiente: 

Saldríamos a las 6:45 de la biblioteca hacia la residencia, dejaríamos el portatil y la mochila allí e inmediatamente nos iríamos al concierto, sin parar un solo segundo. Hoy era mi día de relax pero... ¡¡¿¿Cómo voy a decir que no a un concierto de rap de un tio que no conozco??!! Ni loco me lo pierdo.

Cuando llegué a la residencia me volví loco comiendo cereales antes de salir. Estaba muerto de hambre desde las 12:30 que había comido, no iba a darme tiempo ni a tragar cuando me estaban esperando ya abajo. 

Al plan se uniría Jose (mi compañero de habitación) y Ali (otro chico de la residencia). ¡¡Vamos rápido que aún tenemos que llegar y comprar las entradas!!

1. Autobús 53 hasta Sesto Marelli.
2. Metro hasta el Duomo.
3. Tranvía 24 hasta Magazine Generale.

Casi perdemos el tranvía 24, pero nos pegamos una carrera digna de admirar y llegariamos a tiempo (eso se nos daría bien esta noche).

Magazine generale.

Después de un paseo de unos 45 minutos mínimo llegamos al Magazine generale. Allí había una cola enorme y el concierto empezaría en media hora, tenemos un problema ¡¡No tenemos entradas!!.

Hablamos con el chico que estaba en la puerta y nos dijo que teníamos que hacer toda la cola que había, aún quedaban un centenar de entradas nos dijo, pero hasta que no pasasen todos lo que estaban delante nuestra no sabíamos si podíamos entrar o no.

Ali dijo que el tenía que entrar si o si, no se podía perder a Luché en Milán. Yo estaba a las 9 de la noche en la otra punta de Milán, sin cenar y sin pisar mi residencia desde las 9 de la mañana, no tenía ni idea de quien c*** era Luchè pero yo también tenía que entrar si o si.

¡Estamos dentro!

Tras esperar una media hora conseguimos comprar las entradas y entrar. Allí nos encontramos con un escenario lleno de gente, pero Alí no se conformaba viendolo desde la 10 fila, teníamos que avanzar. 

Al final, nos colocamos en 4 fila y empezaría el concierto. 

Sorprendentemente a mi me gustó bastante más el que entraba de telonero "Coco" que el cabeza de cartel "Luché" aún así, pasamos un buen rato dando saltos y cantando los estribillos (lo único que llegaba a aprender). 

La gente se volvía loca, salía algún que otro artista más a hacer una colaboración y todos empezaban a gritar sin parar. Seguía sin tener ni idea de quien es el que está en el escenario.

En la salida, cuando todo había terminado, la gente no paraba de echarse fotos con "raperos famosos". Yo no tenía ni idea de quien era quien, ni siquiera podía diferenciar quien era el famoso de la foto. Salía alguien y la gente gritaba, yo no paraba de mirar a los lados esperando a que algún grupo de chicas me pidiese una foto. Finalmente, tras esperar 10 horas en la puerta, me dí por vencido y acepté la realidad. 

¡Volvemos a la residencia!

El concierto terminó sobre las 11:45 y tocaba volver a la residencia, pero... ¡Había un problema! El metro cerraba a las 12:30, si no pillabamos ese metro teníamos que esperar a la sustitutiva (lo que haría que tardasemos el doble en llegar).

Cogimos el tranvía 24 de vuelta al Duomo, teníamos que coger ese metro como locos. Alguien había pulsado el freno de emergencia cuando se había bajado para hacer la gracia, asiesque tuvimos que esperar a que lo pusieran otra vez en marcha. 

Nos bajamos en una parada y empezamos a correr, pero a los 10 segundos nos dariamos cuenta de que no era el Duomo y volveríamos corriendo de nuevo al tranvía entre risas. 

Esta vez si, llegamos al Duomo a las 12:25, empezamos a correr como locos (Francesco en cabeza parecía Usain Bolt, impresionante), bajamos las escaleras del metro (donde casi me mato) y escuchamos por megafonia "¡Atención, último metro dirección Sesto Primo Maggio llegando!"

Saltamos los cuatro las barreras del metro (Debo decir si hay alguna autoridad que me lee que tenía la correspondiente tarjeta en el bolsillo) Bajaríamos las últimas escaleras saltando y justo cuando estabamos allí llego el correspondiente metro.

¡¡10 segundo más chicos, solo 10 segundo más y tendríamos que haber cogido la sustitutiva!! Un semaforo, andar en vez de correr, que a Luis le pidiesen fotos las chicas en la discoteca, cualquier cosa podría haber hecho que nos quedemos dando vueltas por Milán hasta las 3 de la noche, pero lo habíamos logrado, estabamos dentro.

Llegamos a Sesto Marelli donde teníamos que coger el autobus 53 hasta la residencia, y volvimos a salir corriendo. Vimos el autobús que había llegado, Francesco se puso las botas de correr, y sin estirar ni nada creo que pudo batir el record guinness de velocidad. Usain Bolt debe de empezar a preocuparse, le están saliendo competidores muy serios.

Se montó en el autobús, se puso en medio de las puertas para que nosotros entrasemos y otra vez lo habíamos hecho, por menos de 10 segundos tendríamos que haber andado hasta la residencia o esperar 44 días y 43 noches a que llegase de nuevo el autobús.

Llegamos a la residencia.

Si, al fin llegamos a la residencia, a la 1 de la noche y sin cenar estaba en mi habitación. Llegará el día en el que lo consiga, el día en el que esté más de 10 minutos sin hacer nada, pero no sería hoy.

El chip del que os he estado hablando anteriormente es muy importante. El día que piséis vuestra ciudad de destino debéis de ponerlo en ON y si es posible en modo experto. Apuntarse a todo, absolutamente todo, aunque no os llame la atención. Ya tendréis tiempo de descansar cuando volváis a casa o a lo largo de la vida. 

• ¿Te apuntas?
• Si.

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