Enanos Erasmus

Muchos consideran Lodz una ciudad hecha escombros. Pero para nada. Es una ciudad hecha a sí misma, como me gusta decir. Pero en esta ocasión no estamos en Lodz, estamos en Nueva York no sé en qué año.

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Una niña pequeña, una chica de mi edad que no conozco y yo.

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El enano creación de Giger que veis en la foto se acerca peligrosamente a nosotros. Va lento, pero es como un zombie, no para de acercarse. Yo tengo una pistola-ballesta, es una pistola pero que dispara flechas, unas flechas raras como con una punta de chupa-chups, redonda y roja.

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Está tan cerca que no puedo cargar la pistola así que estiro manualmente la flecha y suelto, la flecha sale muy lenta, pero se mete en su ojo, el ser retrocede un poco, pero enseguida vuelve a acercarse, le disparo otra en el otro ojo, se crea una reacción, algo así como cuando te pones agua oxigenada en una herida, empieza a sonar fsfshshshhhhh y sale espuma.

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Le escuece, se pone furioso y grita, momento que aprovecho para dispararle otra dentro de la boca. Cojo a la niña pequeña en brazos y a la mayor de la mano y salgo corriendo con ellas, escuchando de fondo la agonía del enano de Giger.

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Siguiente escena, estamos en el coche de camino a las cuevas de mi primo. Mis primos J, R, E, V y yo vamos detrás, mis tíos delante. Mi tío para el coche: - bajad aquí - dice.

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Todos obedecen, pero a mí no me ha dado tiempo de quitarme el abrigo y me quedo en el coche. Acelera, buscando un sitio donde dejar el coche. Finalmente para, me bajo, mis tíos caminan deprisa, pero yo no puedo, me quedo pegado al suelo.

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El suelo es como barro pero que no mancha, simplemente te pega los pies. -Eh, esperadme - les digo.

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-Esto es como andar por la Luna, bueno no, (rectifico rápido) es como andar por Marte, en la Luna hay menos gravedad, en Marte más.

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Mis tíos ya están escalando una escarpada subida para llegar a la cueva, yo sigo a mi tío. Llegamos a la entrada, mis primos estaban también llegando, ellos iban sin camiseta y con bañador, yo con mi abrigo.

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Entonces digo: -Que calor tengo - y me quito el abrigo. Un instante después tengo frío, pero el abrigo no está, no sé dónde lo he dejado, estoy muy triste por haber perdido mi abrigo. Miro alrededor, nada...

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Siguiente escena, estoy en Valunia, en el piso, con Mery. Estamos viendo la TV. Se me apoya encima y coge mi brazo para pasárlo por sus hombros.

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Yo pienso, - qué raro...

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Parece que está cariñosa, pero entonces se gira de golpe y veo que no es Mery, que es otra persona, una persona fea y deforme, con unos ojos terroríficos, entre rojos y negros, me asusta mucho, así que doy un salto y salgo corriendo hacia la ventana, que se abre como una puerta de Supermercado y pego tal salto que llego directo al mar, empiezo a nadar, hacia la isla de Benidorm... sé que allí estaré a salvo...

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Abro los ojos, es hoy, es tarde. Buenas tardes.

Continuará...

Sí Modafokas! Sé que estáis deseosos de otra parte más de esta serie interminable de interesantísimos artículos de bazofia que nada tienen que ver con el concurso. ¡GENIAL! Seguiremos trabajando en ello.

Hasta entonces,

Has luego, hasta lueguito, adios adiosito, que ya nos veremos quiero decir, que eso, que hasta prontooooooooo, hasta la próximaaaaaaaaaaaaaa ¬¬ Lamentable.

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