El tintero del recuerdo

Una gran bienvenida, no una bienvenida cualquiera

Cuando llegué a Chile, septiembre e 2015, no tenía nada seguro, sólo que iba con muchas ganas de vivir la experiencia, pero debido al debut de mi ERASMUS sentía un poco de miedo y además no expresaba mis ganas y mi empeño en cruzar el charco. No os engaño, me moría de ganas. A primera hora, no estaba muy motivada con el país porque yo quería México, pero hablé con mi tío que solía en aquellos momentos viajar por tema de trabajo y me dijo que Chile era más seguro.  Entonces en ese maldito momento en el que tienes como 100 destinos que elegir al final te decantas por Chile, en principio Valparaíso, pero no fue posible y cómo soy tan impaciente en la primera adjudicación elegí lo que me dieron, osea mi tercer destino, era el país que quería pero en cambio la ciudad no. 

A ver, me explico, Santiago sonaba a coches, mucho estrés, largas horas de espera para coger el transporte público, saturación en el metro, calles abarrotadas, gente por todas las esquinas, grandes edificios, en fin...yo ya iba con mi idea en mente, de que sería así pero al fin y al cabo no me disgustan las grandes ciudades, claro que si tienen playa mucho mejor, ahí está el porque de Valparaíso.

La verdad que cuando llegué a Santiago el cielo estaba muy gris más de la cuenta, dicen que dependiendo del tiempo nuestro estado de ánimo cambia pero eso depende del tipo de personas que seas, tiene un nombre técnico en hhss que ahora mismo no me acuerdo, lo buscaré para no olvidarlo más.

Bueno, pues llegué y mis compañeras de piso, unas valencianas, de las cuales no tenía mucha información, excepto dos días antes de emprender el viaje que me escribieron y a partir de ese momento ya me inspiraron más confianza, bueno pues esas chicas con las que no había hablando mucho hasta el momento me dejaron 2 pancartas.

Aquí teneís una de ellas, como siempre todo en español y valenciano, bueno pues la que queda era en Valenciano y muchas notas con lo que podía hacer esos días y explicandome todo, ya que ellas llevaban en Chile un mes.

La verdad que este detalle hizo que mi aventura comenzara con el pie izquierdo, ya que soy zurda y esa es mi teoría cuando mis cosas van bien es porque he comenzado con el pie izquierdo. Bueno, en resumen que todo fue sobre rueda, y es que cuando te dan un recibimiento como este es imposible que no fuese así.

Esto es un llamado de emergencia, hace falta gente detallistas, ya quedan muy pocas, están en peligro de extinción.

Ah, entre otras cosas me dijeron que subiese a la terraza, teníamos estas estupendas vistas.

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