Descubriendo la Isla de Ons

¡Hola a tod@s!

Hoy quiero hablaros de esta isla perteneciente al Parque Nacional de las Islas Atlánticas junto con las Islas de Cortegada, Sálvora y Cíes. A lo largo de los años Ons tuvo diferentes dueños hasta que a mediados del siglo XX pasó a ser propiedad del estado.

Aunque desde hace ya algunos años vivo en Cangas, he nacido y vivido la mayor parte de mi vida en Bueu, un pueblo justo al lado de Cangas, situado también en el Morrazo.

Esta isla está muy unida a Bueu, de hecho mucha gente de la que vive actualmente en Bueu tiene o ha tenido familia que ha habitado en la isla durante toda su vida, pues en el pasado más de quinientas personas habitaron en ella. Sin embargo hoy en día son muy pocos los que quedan viviendo en Ons, solo un par de familias.

Es por lo tanto una isla súper tranquila incluso en verano, quitando ciertos puntos bastante turísticos de la isla como la playa principal de Area de Cans o Burato do Inferno, y se puede recorrer sin encontrarte demasiadas turistas por el camino.

La Isla de Ons no es demasiado grande, de hecho tiene seis kilómetros de longitud, por lo tanto incluso para los que no puedan o quieran pernoctar en la propia isla y prefieran ir y volver en el mismo día, es posible ver la isla en su totalidad o gran parte de ella en un día.

Una buena idea es llevar la bici contigo en el barco, pues no se cobra ningún tipo de plus además del precio del ticket normal, y es una forma ideal de recorrer la isla. De todas formas yo siempre la he visitado a pie y también da tiempo de sobra a conocer todos sus rincones.

Eso sí, esto que propongo solo es viable para aquellos dispuestos a andar durante todo el día prácticamente y disfrutar de la playa solo un ratillo. Para gustos colores, por lo tanto todo depende de qué plan os guste más, de si os interesa hacer todas las rutas de la isla, etc.

En definitiva, esta isla de importante patrimonio natural y cultural, pues su historia nos ha dejado partes de castros que todavía se conservan, restos romanos, etc., es el lugar perfecto para estar en contacto con la naturaleza y rodearte de flora y fauna únicas. Es una forma sencilla de aislarte del mundo y desconectar, sin ruido.

Además al situarse en medio del océano Atlántico, es también un lugar perfecto para observar las estrellas, pues no hay ningún tipo de iluminación por las noches. Me acuerdo de una vez en la que pasamos unos días en la isla, y una noche decidimos irnos a un descampado sin apenas árboles para poder observar las estrellas y fue precioso. Además era uno de esas noches de perseidas, por lo tanto nos dedicamos a contar las estrellas fugaces que íbamos viendo. Parece de cuento ¿verdad?

Aquí el mar tiene una importancia especial, tanto en el paisaje como en su gastronomía, basada en la pesca y marisqueo. Destacan sus acantilados escarpados, especialmente en la zona más occidental de la isla, que son aún más increíbles cuando el mar está bravo. También sus playas por supuesto, de arena blanca y fina y aguas preciosas pero eso sí, bastante frías.

Para aquellos acostumbrados a las temperaturas de las aguas del atlántico quizás no lo notaréis tanto (aunque igualmente suelen estar un poco más frías aquí en la isla, al menos en mi experiencia), pero si no estáis acostumbrados os costará un rato sumergiros.

Los puntos de salida a la Isla de Ons son Bueu, Portonovo y Sanxenxo. En todas las ocasiones en las que he ido, he cogido el barco desde Bueu y el precio es de 14€ ida y vuelta.

Aunque no está tan solicitada como las Islas Cíes, las más conocidas, es cierto que en verano también hay bastante gente local y turistas que quieren disfrutar de la isla, por lo tanto nunca está de más reservar por internet el ticket del barco con antelación. Durante el invierno la isla se queda durante semanas incomunicada.

Rutas de senderismo

Como os he dicho antes, en la isla hay diferentes rutas que llevar a cabo. Se pueden consultar en la página web de las diferentes navieras que conectan la isla con Bueu, Sanxenxo y Portonovo, pero lo mejor es acudir a la caseta de información en cuanto desembarcamos en la isla (pues está justo en frente del muelle y la playa As Dornas) ya que allí nos pueden informar y además todas las rutas parten de este punto.

Cada una de ellas se adapta muy bien a las diferentes necesidades del turista pues son de diferente duración y dificultad. Permiten conocer todos los rincones de la isla y sus valores naturales y culturales. También se pueden llevar a cabo de la mano de un guía que explique con mayor detalle todo lo referente a la isla.

Las rutas se llaman: ruta do Castelo, ruta Norte, ruta Sur y ruta do Faro.

Camping

Para aquellos a los que sí les interese pernoctar en la isla, hay un camping en lo alto de la isla, por lo que nos es precisamente cómodo subir hasta él, y menos si vais cargados con todas vuestras cosas.

Sin embargo, existe la opción de subir en un pequeño tractor donde se pueden transportar también las mochilas. No es precisamente rápido, pero te ahorra el esfuerzo de subir cargada durante toda esa cuesta.

No recuerdo cuanto nos costó a nosotros cuando nos subimos a él, pero como éramos seis en total (si, pudimos subirnos los seis y eso que era bastante pequeño) a repartir no nos salió demasiado caro creo recordar.

Por cosas como esta es por lo que me gusta tanto Ons, porque en esta isla no se nota tanto el paso del tiempo.

Hace unos poco años este camping era totalmente gratuito, lo que era una gozada. Pero también es cierto que las condiciones en las que se encontraba no tenían nada que ver con como está ahora, pues en el 2015 fue reformado y se ha convertido en el primer camping en recibir la distinción de sostenible de Galicia.

Y os preguntaréis: ¿y por qué esta distinción? Pues es un camping que respeta el entorno natural de la isla ya que funciona con placas fotovoltaicas. La verdad es que la estética es perfecta y me parece que está muy bien pensado y distribuido.

Otro punto a favor de este nuevo camping, a pesar de que haya que pagar por pasar la noche en él, es que como es de esperar, los servicios han mejorado considerablemente.

Antes los baños eran básicamente unas letrinas como en la antigüedad, nada de retretes. Las duchas no estaban demasiado limpias y no disponían de agua caliente.

He de decir que tenía su gracia pasar esos tres o cuatro días en el camping viviendo de forma tan campestre, y la odisea de darse esa ducha de agua fría al final del día… Pero lo cierto es que al tercer día o cuarto ya comenzaba a resultar incómodo, o al menos a mi me pasaba.

Por supuesto nada que ver a como se encuentra el camping en la actualidad.

Dónde comer

En cuanto a dónde comer no os preocupéis, pues justo en la entrada de la isla, al poco de desembarcar, os encontraréis con los tres restaurantes de Ons y también un pequeño supermercado.

Especialmente en el súper, los precios son algo más elevados de lo normal, pero tampoco excesivamente caros. Los restaurantes suelen estar bastante llenos durante el verano, de hecho tienen amplias salas con mesas enormes y la mayor parte de las veces suelen estar a tope. En ellos ofrecen comida bastante variada, desde tortilla, ensaladas, pimientos de padrón... Pero en especial pescado y marisco.

Como dato para aquellos que busquen algo de ambiente por las noches, en la casa Checho (uno de estos tres restaurantes, el que está más cercano al embarcadero) hay bastante movimiento, sobre todo los fines de semana, pues por la noche se convierte en una especie de discoteca.

Vale la pena ir al menos a pasar un rato pues es bastante típico que allí se junten gaiteiros y otros músicos, de modo que es una forma perfecta de conocer un poco la cultura gallega y sus tradiciones.

Ojo, en toda la isla no hay baños públicos, por lo tanto la única manera de ir al aseo es entrar en alguno de estos restaurantes.

Playas

Ahora quiero hablaros de las playas de la Isla. Hay cinco principales y en la parte oriental de la isla se encuentran algunas de las más conocidas, en concreto: Melide, Canexol, Area dos Cans y Pereiró.

En la zona occidental se encuentran más playas pero bastante menos frecuentadas que son: Los pedregosos arenales de Fontiñas y Liñeiro, la playa de Fedorento y las playas de Onza Norte y Onza Sur. La verdad es que nunca he ido a estas últimas, pero por lo que he oído merecen también su visita pues también son de gran belleza.

Yo os hablaré por lo tanto de las más conocidas pues son las que conozco de primera mano.

Area de Cans

Esta es sin duda la playa más concurrida de toda la isla, y es que se encuentra muy cerca del muelle donde desembarcan los barcos y también de los restaurantes de la isla, por lo tanto casi todo el mundo se queda por allí.

Para acceder a ella hay que caminar bordeando la costa hasta llegar a un pequeño paseo de madera que te lleva hasta la playa.

Se trata de una playa de aguas transparentes y arenas blancas y finas. Es además el lugar idóneo en el que practicar actividades acuáticas como el snorkel o buceo pues entre su zona de rocas existe un fondo submarino muy rica que merece la pena explorar.

Además, detrás de esta playa hay una especie de chiringuito perfecto para tomar algo refrescante después de una larga caminata o una tarde en la playa.

Lo cierto es que esta no es de mis playas favoritas de la isla, pues en verano está siempre complicado encontrar espacio y llega a ser bastante agobiante, pero es cierto que está muy bien situada para pasar el rato mientras se espera al barco de vuelta.

Playa Melide

Esta playa es probablemente mi favorita de la isla, y lo cierto es que es también la preferida de la mayor parte de los turistas. Quizás se deba a que se sitúa algo lejos del núcleo principal de la isla y de la zona de los restaurantes, en un entorno natural desde el que se pueden tener unas vistas inmejorables de la ría de Pontevedra al frente.

Ha sido y es una playa declarada como nudista, pero lo cierto es que con el tiempo cada vez son más las personas que van a la playa y no practican el nudismo. De hecho las veces que yo he ido, al menos la mitad de los bañistas no lo hacían.

Es la playa más grande de la isla y aunque no está tan frecuentada como la anterior, suele haber bastante gente también.

Al igual que la de Area de Cans, es una playa de arena fina y blanca y aguas cristalinas que inevitablemente te provocarán ganas de darte un chapuzón. Eso sí, probablemente en cuanto metas el pie en el agua prefieras ir metiéndote poco a pocoo directamente vover a la toalla, porque si ya en general las aguas de la islas suelen estar frías, las de esta playa lo están especialmente.

Playa das Dornas

Esta playa es la más céntrica de todas, pues se encuentra al lado del muelle justamente, en frente de la Oficina de Información Turística. Por eso su parte positiva es que te permite estar cerca de todos los servicios de la isla.

Personalmente es la playa que menos me gusta. Se trata de una cala pequeña de arena algo más gruesa que las demás, pero a no ser que la marea esté algo alta, no es tan idónea para darse un baño pues las aguas están completamente llenas de algas y rocas.

Además los barcos pesqueros están muy cerca de la orilla, entonces al fin y al cabo estas aguas están algo contaminadas y se nota gran diferencia con respecto a las de las anteriores. Estas embarcaciones de las que os hablo se llaman dornas, de ahí el nombre de la playa.

Playa de Pereiró

Esta playa, sin embargo, se encuentra algo más alejada del núcleo de la isla, al lado de la aldea Pereiró. Está muy cerca de una especie de campamento juvenil con una pista de baloncesto de libre acceso a la que nosotros fuimos en varias ocasiones allí a jugar.

Se trata de una cala de arena fina y blanca que ofrece unas vistas preciosas a la Ría de Pontevedra y de la de Aldán.

Playa de Canexol

Esta playa se sitúa al lado del pueblo de Canexol, en el que se encuentra un castro y un cementerio. Su lado positivo es que al situarse entre rocas, está bastante resguardada del viento. Lo cierto es que a esta playa apenas he ido.

Faro de Ons

Se trata de un edificio del 1926 situado en lo alto de la isla, a 126 metros de altura, y es de los pocos faros que quedan que siguen siendo atendidos por fareros.

Desde aquí obtenemos las mejores vistas de la isla y es también uno de los mejores lugares desde los que observar el cielo nocturno lleno de estrellas. Justo al lado del faro se encuentra una especie de helipuerto.

Burato do Inferno

Este es el lugar más curioso de la isla, y probablemente el más visitado, pues se trata de una cueva marina de 40 metros de profundidad.

Existe una leyenda en la isla que dice que esta cueva se trata de la entrada al infierno y por eso se suelen escuchar allí los lamentos de las almas pecadoras, sin embargo otras leyendas dicen que estos lamentos son de pena y que provienen de los marineros que aquí han perdido la vida. La explicación científica es que este sonido es producido por el propio mar.

Al lado de esta especie de cueva se encuentra una cruz, y es que lo cierto es que este lugar es bastante peligroso y han sido ya varias las personas que han fallecido allí.

Si seguimos bajando por un camino de rocas que bordean la costa, llegaremos a una especie de mirador desde donde obtener unas vistas preciosas de los acantilados de la zona.

Mirador dos Fedorentos

Este es uno de mis lugares favoritos en la isla pues ofrece unas vistas preciosas a la isla de Onza, así como también a las Islas Cíes y la Costa de la Vela. Aquí se encuentra un agujero al borde de la costa que parece haber sido cortada a cuchillo.

Traducido al castellano, es el Mirador de los Malolientes y se llama así porque en la playa cercana a este mirador se encuentran a veces unas algas que desprenden un olor bastante peculiar y, por lo que parece, no demasiado agradable.

Esto ha sido todo sobre esta preciosa isla que tengo la suerte de tener al lado de casa.

Espero que os haya gustado y, una vez más, muchas gracias por leerme.

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