Catastróficas Desdichas en Valencia

La Serie de Catastróficas Desdichas no ha acabado. Después de pelarme Materiales en pos de un descanso caliente y necesario para el alma, el espíritu y la mente (me he quedado sobando), me dirijo a la prueba de evaluación artística con la ñoña B-goña.

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Tras una geometrización del jodido sacapuntas que nos hicieron comprar, para ser políticamente correctos, mmm... mejorable ( o sea, una geometrización de mierda) me dispongo a volver a casa.

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Vuelvo, casi corriendo, para comerme un inerte y soso bocadillo de casi atún con casi tomate y casi aceitunas que he comprado en las máquinas de la universidad.

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Lo aderezo un poco con lo que encuentro en la triste nevera y me lo como deprisa para volver a la uni. Vuelvo, hago la última (gracias a Dios) práctica de Materiales; y cuando salgo, ay cuando salgo...

Cuál no sería mi sorpresa cuando salgo y descubro que Dios ha decidido, para más inri, mearme encima, sí, está lloviendo.

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Este cabrón no tiene suficiente con andar jodiéndome una semana, sino que también tiene que mearse en mí. Resignado coloco el pinganillo (me gusta esta palabra, pinganillo pinganillo pinganillo) de mi mp4 en mi oreja, (sólo un pinganillo porque el cabrón de Dios quiso que el otro se me jodiera por arte de magia) y emprendo el camino de regreso a la monótona rutina cíclica disfrazada de piso. Así que de vuelta me mancho las zapatillas, me mojo los calcetines y lleno de barro los vaqueros, cosa inevitable porque debido a la falta de sustento almienticio maternal se me van cayendo (no es que los lleve a la moda, es que se me caen porque no como lo suficiente).

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Al llegar al piso recuerdo también que tenia tendida ropa, ropa que me asomo para comprobar que, efectivamente, estaba llena de motitas marrones.

Cosa natural, que el agua de la lluvia lleve mierda; primero porque cae de las nubes, pasa por todo el aire lleno de polvo y claro, no cae limpia y pura sobre la ropa; segundo porque la lluvia es agua de las nubes, que son acumulaciones de vapor del agua del mar, y en el mar la gente se mea, así que, por la propiedad transitiva hoy no sólo Dios se me ha meado encima, sino que todos aquellos que mean en la playa me han meado a mí y a mi ropa, yo me cago en el submundo.

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Lo mejor del día, encontrarme 1€ 35cents y un paquete de chicles con 4 chicles en un pantalón.

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Me encierro en mi mundo, me tapo con el nórdico y me quedo, como siempre, solo, con mi ordenador. Escribo, escucho música, a salvo, fuera del submundo. Pero no puedo escapar, basta con abrir la puerta para que la realidad me abofetee la cara con gracia y gusto.

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Hasta pronto y buena suerte.

Continuará...

Sí Modafokas! Sé que estáis deseosos de otra parte más de esta serie interminable de interesantísimos artículos de bazofia que nada tienen que ver con el concurso. ¡GENIAL! Seguiremos trabajando en ello.

Hasta entonces,

Has luego, hasta lueguito, adios adiosito, que ya nos veremos quiero decir, que eso, que hasta prontooooooooo, hasta la próximaaaaaaaaaaaaaa ¬¬ Lamentable.

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