Cantabria en verano

Publicado por flag-es Raquel Pino — hace 4 años

Blog: Viajar barato es fácil
Etiquetas: General

Este verano me pude escapar 7 días a la playa en Cantabria. Pude ver, comer, hacer y disfrutar muchas cosas, así que. Qué menos que contaros un poquito de estas por aquí.

Cantabria en general

No se si a vosotros os ha pasado también, pero es cierto que este verano he visto muchísima gente que ha visitado esa zona de la costa cantábrica. Como dato general, es turístico, pero casi nada. Me explico: hay bastante gente para lo que solía haber hace años (no estás tú solo en las playas, ni mucho menos) pero no hay ni punto de comparación con zonas como Cádiz o Valencia, que están mucho más masificadas.

Puntos a favor de veranear en el norte:

  • Te aseguras que no va a estar llenísimo de gente
  • Los paisajes son espectaculares
  • La gente es muy amable
  • La comida está riquísima

Puntos que quizás puedan correr en tu contra:

  • El tiempo. Nadie te puede asegurar que vaya a hacer bueno

Sin embargo, es el único “pero” al que yo me enfrento cada vez que quiero irme de vacaciones al norte. El resto me parece una maravilla, y estoy enamorada del norte de España. Esta zona en concreto no la conocía, así que a continuación os voy a dejar todo lo que hice,por si acaso os vais a acercar a esa zona en alguna escapadilla.

Cantabria en verano

El transporte

Fuimos desde Madrid hasta Isla (un pueblo cerca de Santander), y una vez allí, nos recorrimos playas, pueblos y ciudades en coche. Es decir, recorrimos muchos kilómetros y vimos muchas cosas, sin embargo, nos gastamos alrededor de 55€ cada uno. Para todo lo que anduvimos con el coche (y teniendo en cuenta que solo éramos dos) está bastante bien y es más asequible que ir en avión o en tren y después no tener cómo moverte por allí… Para mí, en estos casos, es mucho mejor viajar en coche, sobre todo si tienes claro que quieres visitar cosas por la zona y moverte un poco entre playa y playa.

El alojamiento

En nuestro caso reservamos un camping (Camping Playa La Arena) que está en la misma playa cerquita del pueblo de Isla. No miramos otro tipo de alojamiento porque queríamos ir de camping, así que no se en torno a qué precios estarán los apartamentos u hoteles en esa zona. Lo único que puedo deciros es que si no os importa dormir en un colchón hinchable y no tener electricidad, seguramente os encante ir de camping. Hay que buscarse un poco la vida con algunas cosas, como, por ejemplo, dónde guardar la comida de un día para otro cuando no te quedan hielos, cómo cargar el móvil o cómo cocinar con un camping gas que apenas caliente. Pero eso a mí me encanta. Ahora que puedo ir un poco más a la aventura, prefiero hacerlo así y ahorrarme un dinerillo. Estuvimos 5 noches en ese camping y cogimos una parcela (tienda + coche) y nos costó 140€ entre los dos.También supongo que bastante más barato que otras opciones de alojamiento. Eso si, el camping, entiendo, que no está hecho para todo el mundo.

Cantabria en verano

Las playas

Sin duda alguna lo que más disfruté en este viaje fueron las playas. Lo primero, porque nos hizo un tiempo buenísimo y me pude poner morena morena; y segundo, porque me parecía espectacular poder estar sentada tomando el sol con el mar delante y un acantilado con un enorme bosque detrás. Las que más me gustaron y sorprendieron fueron:

  • Playa de Berria
  • Playa del Puntal
  • Playa de Antuerta
  • Playa La Arena
  • Playa Cuberris
  • Playa de Somo

Enormes playas de arena blanca y finita con agua cristalina.Todo un gusto para ver, bañarse, sentarse, tomar el sol, disfrutar, comer, leer… Hice de todo en estas playas y no me dejaron indiferente. Es un lujo saber que tenemos estos paraísos en nuestro propio país, y a veces desconocemos.

Cantabria en verano

Los pueblos

En este apartado sí que hablamos de zonas un poco más turísticas, pero sin llegar a estar llenas de gente. Se podría decir que son zonas con “ambientillo”. Estuvimos en algunos pueblos que nos encantaron por eso mismo. La gente en la calle, el ambiente, la playa, las casitas cerca del mar, los bares con sus terrazas…

Está Laredo (que es lo más turístico y lo que menos nos gustó) una especie de “Benidorm” en el norte. No tiene nada que ver pero es una comparación un poco superficial. Para que me entendáis: muchos bloques, muchos coches y bastante gente. Nada que no hayamos visto ya.

Santoña es un pueblo ideal. Allí están las mejores anchoas conocidas a nivel nacional. Tiene su placita y sus lugareños paseando. Es tranquilo. Su playa está un poco lejos para ir andando pero también es espectacular. Además, si caminas hacia arriba, en un acantilado, está el faro del caballo. No llegamos hasta el mismo faro porque hacía mucho calor y era la hora de comer, pero el paseíto si tienes tiempo merece la pena.

Isla es un pueblo de playa, es básicamente playa y restaurantes, por la tarde – noche también mucho ambiente. Noja es uno de los más grandes de la zona, y personalmente, de los que más me gustó. Muy sencillo y con mucho ambiente familiar. Después están Somo y Loredo, dos de mis favoritos. Muchos bares y mucha playa. Jóvenes y niños que practican surf y skate. La playa es la misma en los dos pueblos porque es una playa enorme que cruza gran parte de la costa.

Por último, no es un pueblo, pero estuvimos en Santander. Yo conozco prácticamente todas las ciudades del norte de España, pero justamente en Santander nunca había estado. Y he de decir que me encantó. Fuimos el único día que estuvo un poquito nublado, para no perder ni un rayito de sol e ir a la playa el resto. Es una ciudad muy del norte, tiene casitas pequeñas, el mar en la ciudad, un paseo marítimo que transmite paz y muchas callecitas por descubrir. Tiene un encanto especial, y la gente es muy amable. Da gusto entrar a un bar o tomarte una cerveza. Siempre son amables. El Saridnero, la playa de Santander es preciosa y a pesar de que no nos bañamos porque estaba nublado e íbamos con sudadera, allí aprovechan lo mínimo para darse un chapuzón y estaba el mar lleno de gente.

 La comida

He de decir que esta parte es siempre una de mis favoritas, sinceramente. Y también tengo que decir que la comida en este viaje ha sido maravillosa. No hay más. Desde anchoas, hasta empanadas de atún, chipirones, almejas, filetes de ternera… creo que no he proado nada que no me haya gustado. Lo único que os puedo recomendar es que probéis de todo, incluso eso que nunca pedís porque no os convence… Creo que la comida sabe distinta según la situación, el contexto y el lugar en el que estés, así que adelante y prueba. La única recomendación más concreta que voy a haceros en cuanto a comida, es un restaurante de Santander que se llama Lanchoa. Se trata de un bar (básicamente) de pinchos de anchoa y boquerón. También tiene raciones, pero la especialidad es básicamente los pinchos. Todos los pinchos con nombre de chica son de anchoa y los de chico boquerón. Hay más de 30 para elegir, y todos los que probé fueron espectaculares. La atención también fue un 10. Sin duda, si no sabéis donde comer en Santander, yo os digo que este sitio es un lujazo (y además por muy poco precio).

Como conclusión general, os digo que siempre que salgáis de vuestra ciudad o pueblo intentéis exprimir al máximo las oportunidades que tenéis en frente de vosotros mismos. Yo nunca había estado en esta zona de Cantabria, y en 6 días creo que me he conocido una gran parte. He podido ver playas, comer en chiringuitos, tomar el sol, dormir en un camping, tomarme un gintonic en la playa o incluso bañarme de noche. Tenemos lugares maravillosos en nuestro país y mucho más cerca de lo que pensamos. Así que si puedes, y tienes la oportunidad, muévete todo lo que puedas y conoce todo lo que esté en tu mano. No te vas a arrepentir.

Cantabria en verano

 


Galería de fotos


Comentarios (0 comentarios)


¿Quieres tener tu propio blog Erasmus?

Si estás viviendo una experiencia en el extranjero, eres un viajero empedernido o quieres dar a conocer la ciudad donde vives... ¡crea tu propio blog y cuenta tus aventuras!

¡Quiero crear mi blog Erasmus! →

¿No tienes cuenta? Regístrate.

Espera un momento, por favor

¡Girando la manivela!