CAMPEONATO RIESA
Este fin de semana, uno de mis últimos fines de semana de Erasmus, he tenido la suerte de poder asistir al campeonato mundial de baile que se celebraba en Riesa, un pequeño pueblo de Alemania con un pabellón para juntar a casi toda Alemania. Para más suerte todavía, la escuela que representaba a España era nada más y nada menos que de mi ciudad, Vigo, asique todavía tenía más razón para acudir. Si esto no fuera poco, la razón definitiva y la que más pesó sin duda alguna, fue la presencia de dos de mis primos.
Os contaré un poco sobre la historia de la escuela en la que trabajan, aunque más que nada os contaré de oídas porque no tengo mucha idea. Es una escuela con un número de alumnos bastante elevado y tras competir en el campeonato nacional y arrasar se han presentado al campeonato del mundo a pesar de no contar con ningún tipo de ayuda. Con esto no se si os podéis hacer una idea de lo que es NINGÚN tipo de ayuda, por si acaso os doy algunos ejemplos: representan a España pero han tenido que comprar los chándales con la bandera de España, han mejorado los atrezos con fondos que ellos mismos consiguieron poniendo puestos en diferentes fiestas de la ciudad, hay niños y niñas que se han quedado en España sin competir porque no pueden pagárselo, los padres han puesto de su bolsillo alojamientos y viaje… y así un largo etcétera de cosas que te hacen pensar si realmente representan a España o a la ilusión de presentarse a un campeonato del mundo.
Algunos niños estuvieron en la ciudad de Riesa casi una semana y otra bandada llegaron para estar solamente dos días y bailar solamente una coreografía. La ilusión se palpaba en cada una de sus caras, niños y niñas desde siete a veintisiete años con más fuerza y ganas de bailar que nunca. Cuando yo llegué los pequeños ya habían competido pero no se clasificaron para cuartos por aparentemente dos cosas: temática adulta (la categoría de pequeños solo podía competir con temática infantil) y por unas piruetas que al parecer no se podían hacer.
Las coreografías que se presentaban eran “Primera Clase”, “Raíces” y “Breakthrue”, cada una en un apartado diferente de competición. Desde mi punto de vista todas las esperanzas estaban puestas en “Primera Clase”, una coreografía para la que más de setenta niños y adolescentes se desplazaron más de mil kilómetros. Breakthrue también era una buena coreografía pero los demás países se presentaron con espectáculos realmente increíbles que te dejaban con la boca abierta. Finalmente Raíces era otra coreografía espectacular y con una temática y vestuario muy original.
Comenzaron actuando con Raíces, la gente no quedó muy contenta, todos decían que no había sido de las mejores veces que les salía pero había que esperar los resultados. Más tarde, actuaron Breakthrue que tras ver la competencia (más de veintiséis actuaciones) no se tenían muchas expectativas, pero en ningún momento se perdió la esperanza, finalmente no se clasificaron entre las trece mejores y con la “mala suerte” de quedar en la posición número catorce. Todavía faltaba Primera Clase, y cuando salieron al escenario lo rompieron, salieron con muchísima fuerza y consiguieron levantar a todo el público pero cuando acabaron y llegaron a junto nuestra los niños nos contaron que hubo fallos importantes, como por ejemplo salir a bailar sin el material que se necesitaba e inventárselo.
El presentador dijo el resultado, Primera Clase se había clasificado para la semifinal, había sido elegida como una de las mejores de las ocho que se presentaban. Pasaron cinco coreografías en total y había que romperlo de nuevo para clasificarse para la final. Llegó el momento y no defraudaron, todo el mundo con su material y todos con la energía que necesitaban. Según los fanáticos padres la mejor vez que la hicieron, sin fallos, con garra y todo eso tuvo su recompensa porque nos clasificamos para la final. Acabaron de actuar las otras modalidades y volvió el señor presentador para anunciar que empezaba la final, España competía contra La Sirenita y Narnia (ahora mismo no recuerdo los países, creo que uno de ellos era Polonia). Actuaron los primeros, otra vez sin fallos destacables, no había nada que perder y todos salieron a comerse el escenario. Acabaron e inmediatamente se dieron los resultados, las tres selecciones encima del escenario, todos como flanes, comenzaban a dar los premios. Tercer clasificado Polonia (Narnia), ya solo podíamos quedar segundos del mundo y cuando dijeron el segundo… ¡¡SORPRESA!! No éramos nosotros, por lo tanto, campeones del mundo.
Padres, profesoras, primas, abuelas… todos llorando como magdalenas porque no nos lo podíamos creer. Mil banderas por el aire (representando a algo que no había ayudado ni cincuenta céntimos por cierto) y todo el pabellón escuchando el himno de España mientras subía la bandera hacia lo más alto del pabellón.
Fueron momentos increíbles, no hay nada más gratificante que el trabajo recompensado y es raro que yo me emocione con estas cosas o que me “implique” en algo que ni me va ni me viene pero fueron muchas horas con mucha gente que vive y lo da todo porque algo salga bien, y eso sí que se me contagia.
Después de la noticia ya os podéis imaginar los momentos posteriores: foto con la copa, abrazos a papá y mamá, lloros… lo que pasa siempre que se gana algo vamos.
Pero no llegaba con eso y el presentador empezó a decir los grupos que se habían clasificado para las semifinales de grupos. Raíces estaba clasificada, teníamos que competir al día siguiente también. Tocaba irse a dormir y descansar para estar listos para el día siguiente.
Al día siguiente en el pabellón todos con unos caretos horribles de no haber dormido, esperando a que llegara el momento de que actuara Raíces. Actuaron y lo hicieron muchísimo mejor, todavía había esperanzas, aunque quedarse fuera no sería una sorpresa. Conseguimos pasar una vez más, estábamos en semifinales y había que actuar de nuevo. Otra vez un exitazo y finalmente clasificados para la gran final que se disputaba a la tarde.
Tristemente he tenido que regresar a Usti Nad Labem antes de poder ver los resultados pero el ambiente que había en el pabellón era increíblemente increíble. Ni un hueco libre, todas las selecciones encima del escenario, el presentador entrando en moto y todos los bailarines preparados para la mejor competición de sus vidas.
Cuando me entere de cómo han quedado os volveré a escribir. Por la tarde se disputaban todas las finales; solos femeninos, solos masculinos, parejas, parejas mixtas, grupos… todos con un nivel que asombra y es que por momentos se te olvida que hay países que invierten mucho dinero en esas compañías para sacar los mejores bailarines del mundo.
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Comentarios (4 comentarios)
Orlando Álvarez Rodriguez hace 10 años
Si, ponía los pelos de punta incluso visto desde 2.000 Km.
Alicia Álvarez Penela hace 10 años
Y por cierto, en la foto donde todos se están abrazando, miren la bandera de españa al lado de cual está... que casualidades...
Carlos Rodriguez hace 10 años
Un grande y fuerteee apló apló por ellos!!!! jip jiiiiipp ( perdon me entro el hipo)
Xan Garcia hace 10 años
enhorabuena