Camisas indígenas, un complemento con sabor étnico

Justo al terminar la carrera decidí que, después de lo maravillosa que había sido la experiencia Erasmus, me merecía ir todavía más lejos. MI destino fue Latinoamérica,  un continente fascinante por el que viajé durante varios meses. Hubo muchas cosas que me encantaron, desde los paisajes hasta la enorme variedad de su comida. Pero si algo me fascinó fue la artesanía indígena. Acostumbrada a que en Europa los productos hechos a mano sean una auténtica rareza, de repente llegar a Bolivia, Perú o Colombia y descubrir tal inmensidad de bolsos hechos a mano, tejidos artesanales o cajitas decorativas me emocionó y me hizo ser consciente de la importancia que tienen para sus comunidades. Porque en Latinoamérica la artesanía marca todo un mundo de simbolismos y de historias míticas, muy anteriores a la conquista española.

Además de para la decoración del hogar, en este viaje descubrí prendas de vestir de enorme belleza. Me cautivaron especialmente las camisas indígenas, que pueden encontrarse en países tan dispares como México o Perú. En todos ellos, sin embargo, suelen tener varios puntos en común: su vibrante colorido, su fabricación por parte de la población indígena y su decoración o bien geométrica o bien en base a flores.

Particularmente, me entusiasmaron las camisas más sencillas, aquellas blancas con pequeñas decoraciones vegetales en los puños o el cuello como único adorno. Me parecieron preciosas desde el primer momento en que las ví y, de hecho, me traje cuatro o cinco en mi maleta. En la actualidad sólo me queda una de aquel viaje, pues no he parado de ponérmelas desde entonces, hace ya más de siete años. Me encanta combinarlas con vaqueros y zapatillas en el día a día o con un par de cuñas si quiero añadir un toque étnico a algún estilismo y darle un plus de elegancia. Combinadas con una mochila wayúu el resultado es espectacular. Pero eso ya sería materia de otro post...

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