"Bienvenido al curso de Polaco"
"Bienvenidos al curso de Polaco 2012/13 de la Universidad de Łódź". Era justamente esa frase tan fascinante al leerla por primera vez la que no quería escuchar ni por lo más mínimo ese día, y es que tras dormir menos de dos horas habiendo ganado la batalla al "monstruo", el despertador lamentablemente para mí, lo escuché.
Consejo número 12: "Si de veras no quieres levantarte un día temprano, no pongas el despertador". Ya que al final acabarás dándole a aplazar y aplazar la alarma para finalmente, no descansar ni tampoco hacer aquello que con la "matemática pura" querías hacer supuestamente....
Y es que no era esta la ocasión de llevar a cabo el consejo, puesto que yo, sí que quería empezar con buen pie la Erasmus (a parte de con fiesta claro), y para ello no quedaba otra que levantarse como estuviera uno y "echarle cojones" al asunto. Y así lo hice, porque una vez que escuché esa canción que me despierta desde hace años (Usher feat R.Kelly "same girl"), ya sólo quedaban dos opciones: o bien aplazar la alarma, lo cual significaba que no me levantaría a tiempo ni de coña (ya que no me gusta llegar tarde las primeras veces que hago algo); o por otro lado, ducharme rápidamente, comer lo que fuera (recordar que no teníamos frigorífico, y que las cosas que compré las dejé fuera en el balcón), y tras vestirme, tirar hacia el edificio catorce donde me esperaría el queridísimo curso de polaco (ironía claramente).
Sinceramente, no me arrepiento a día de hoy ni de haberme levantado con la cara de muerto que tenía, ni tampoco de haber ido al curso, ya que sinceramente todo lo que sé de polaco (que tampoco es para tirar cohetes), se lo debo al curso intensivo. Y es que no hay cosa que cambie en los estudiantes (bueno, la inmensa mayoría pero no todos), y es que o te exigen o no haces ni "el huevo" (perdonen por la expresión, pero quería dejarlo lo más claro posible). Y claro, tras ir hacia Polonia el día 14 debido al hecho de inscribirme en este curso intensivo del idioma, me sentía en la obligación de aprovecharlo, ir a clase todas las veces que se pudiera (es decir, todas, excepto algún factor fuera de lo normal, que lógicamente ocurriría, jeje), y hacer ver a mis padres que no fue una decisión incorrecta la de venirme antes.
Y es que no sólo aprendes bastantes expresiones y palabras útiles como las que he estado escribiendo en anteriores artículos, sino que además, al llegar temprano a la ciudad, antes conoces a la gente y antes te acostumbras al sitio y a la vida de la residencia (que si bien con respecto a esto último debo decir, que no fue complicado, porque ya anteriormente en mi vida había vivido 2 años en residencia). Por ello me veo en la obligación moral de tener que dar otro consejo a aquellos que vayan de Erasmus en general.
Consejo número 13: "Si existe algún curso intensivo de la Universidad de destino Erasmus, hazlo, no te arrepentirás". Como ya dije, aprendes algo del idioma pero también con la experiencia de ser de los primeros que llegas, irás formando "tu grupo" con la gente más afín y no llegarás de nuevas y con la gente ya asentada.
Total (que no veas como me enrrollo como las persianas a veces), que desayuné, vestí y llamé a una compañera canaria que vivía a escasos metros de mi habitación (ya que comencé juntándome con "las canarias" sobre todo). Ella estaba preparada también y juntos sumándose también mi compañero de cuarto "el soplador", fuimos hacia el tenebroso Dormitorio catorce (que "manda cojones" lo lejos que está de los demás). A decir verdad, no se encontraba lejos de la residencia, pero sinceramente no teníamos ni pajolera idea de cómo llegar hasta ahí; así que decidimos unirnos con los de la residencia once que habían quedado temprano para tirar todos los que quisieran con ellos para allá (decir que en la once se encontraban por ahora la mayoría de españoles, pero también de los Erasmus y que en cuanto a calidad de vida era muy superior a la mía momentánea, la ocho).
Comandaban otros y llegamos a tiempo. Fuimos a la sala común, que estaba abarrotada sin que cabiéramos todos (como no, yo me jodí de pie), y fue cuando escuchamos la mítica frase de "Welcome everybody to the polish course" ("Bienvenidos todos al Curso de Polaco"). Tras esa frase, algo se encogió en mi, porque a partir de ese momento, quedarían nada más y nada menos que cinco horas intensivas y cansinas (por qué no decirlo), de polaco.
Llegaban las primeras risas, ya que las personas que iban diciendo la lista de alumnos con sus respectivos profesores, no paraban de repetir las palabras "pan" y "pani", y pensábamos: "Hay que ver la de gente turca con el mismo nombre que hay". Y sí, fuimos un poco (bastante) gilipollas, porque claramente esa palabra sería polaca y significaría algo, que en este caso era "señor/señorita". Por supuesto también escuché un claro: "Bufff no hay ninguna que esté buena" (cosa importante se tiene que sobreentender para un hombre en el caso de tener que ir a un curso intensivo de idiomas).
Todos los profesores (mejor dicho todas, porque todas eran mujeres), parecía que tenían una "mala leche" de nacimiento exagerada, y es que las miradas que echaban a los alumnos eran a veces intimidadoras; si bien había una mujer que se salvaba y sería a la postre la que me tocaría a mi. Se llamaba Joanna, y la mujer aunque con sus 60 años casi y claramente menopáusica, era un encanto. No paraba de sonreir cada día y además no entiendo el por qué elegía lucir algún que otro vestido que claramente pegaba a una mujer más joven. Supongo que hace años no estaría mal, porque tampoco es normal que no se pusiera sujetador ningún día (dato sacado de una encuesta post clase a unas 40 personas, nada de que estuviera atento a mirarle los pezones).
Eramos pocos en la clase (unos 10), y eso se notaba, ya que la profesora nos hacía hablar muchísimo y al ser tan pocos, no podías perder la cuerda en ningún momento o bien cuando te preguntara al llegarte el turno, harías el ridículo (ni mencionar lo que nos reíamos con un personaje de la clase, que siempre estaba a su bola, era feo y encima ponía posturitas sexys para ligar con todas.... bochornoso). Pero me veía en forma, y las palabras se me iban quedando con una velocidad pasmante, al igual que a otros compañeros. Si es cierto, que ya se notaba la diferencia desde el primer dia entre la gente que le costaba más esfuerzo el recordar las palabras en polaco, y la gente que iba como la seda.
Eramos unos cuantos españoles, y los demás de todo: dos franceses, un noruego, un alemán, una irlandesa y nosotros. Acierto de la profesora era el ponernos cada vez que hacíamos una actividad, con gente de otros países, así no hablaríamos en español y haríamos el ejercicio. Comentar también que este curso es gratuito, financiado por la Universidad, que como he dicho hace poco más arriba, cada día duraba casi cinco horas de clase, y en total dos semanas de duración.
Joanna nos exigía y eso se agradecía. Mientras la gente acababa amargada en los recreos (benditos recreos por otra parte), nosotros acababamos siempre contentos (bueno, de manera relativa), ya que aunque repetíamos montones de veces todas las frases, al final al notar que te servía, pues la verdad es que animaba. Eso sí, nada más lejos de la realidad, cinco horas se te pasaban eternas y deseabas morirte a la mitad de cada día. Y era justo en el recreo donde muchos aprovechaban la ocasión para largarse a casa a dormir posiblemente (decir que claro, es fácil el levantarse temprano durante sólo dos semanas no estando de Erasmus; pero claro, como decía "el Cigala": "La cosa cambia" de Erasmus, ya que era raro el día que no salíamos, y por consiguiente, se dormía poco y costaba sobremanera escuchar la alarmita odiosa). Pero bueno, sin quejarme, decir que tras básicamente el primer día solo aprender los nombres de los compañeros (lo cual nos lo hizo repetir hasta la saciedad la profesora), y presentarse ante la gente, era más que suficiente para poder largarse a casa y estar tranquilo.
Pero claro, es que acababas, veías a toda la gente fuera y lo de estar tranquilo era relativísimo, puesto que ya se hacían planes para comer todos los de la ocho juntos, y uno no es tonto sabes, si te hacen la comida, sólo ayudando un poco, no se le puede decir que no (las madres, como son).
Y bueno dejo por ahora el artículo que me estoy esplayando demasiado y no quiero aburrir a nadie (si es posible que este artículo aburra, pero es que no todo iba a ser bueno y divertido sabéis, hay que aguantarse con algún tostón de artículo por supuesto, pero siempre didáctico); nos ibamos a comer, pero ya al fin, el primer día de curso de polaco, había acabado.
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Comentarios (4 comentarios)
David Cornes hace 12 años
tu aun bueno que fuiste pero la mitad de la gente ná!
Anthony Power hace 12 años
jeje ni que lo digas David, y es útil ehh!!
Raul Legendar hace 11 años
¿Se aprende algo?
Anthony Power hace 11 años
Bastante, todo lo escrito en los post de vocabulario util polaco lo aprendi en el curso, y fijate la de cosas que viene!