7 de marzo, un amanecer en la playa .
Los mejores planes sin duda, son los no planeados.
No se vosotros pero yo siempre he soñado con ver un amanecer en la playa. Siempre me ha gustado la idea de pensar poder ver el primer rayito de luz saliendo del mar. Supongo que todos tenemos algún tipo de sueño de esta clase, alguno soñaréis con noches de paseo en la playa con tu personita especial, otros con otras cosas muy diferentes como tener un ferrari, una buena moto o mucho dinero, (que oye a decir verdad no está nada mal tampoco). Pero bueno, yo soy de las que aparte de soñar con tener una buena casa en un futuro y vivir bien, teniendo buen salario y siendo feliz ante todo, también soy muy bohemia. Sueño con ver un atardecer con la persona a la que más quiero sentados en la arena en una tarde de verano, sueño con ver un amanecer en la playa y bueno con mil cosas más que si empiezo a enrrollarme no termino.
El caso es que justo la madrugada del día 7 de marzo de 2015 después de volver a casa de ver una peli de miedo, si no recuerdo mal era "Expediente Warren" (sinceramente mucho miedo no me dio, pero bueno eso ya dependiendo de la persona, hubo alguno que otro que sí que tuvo miedo, jaja). Recuerdo la fecha de este día, a parte de porque fue inolvidable y lo guardé en mi rinconcito, ahí donde guardo los recuerdos más especiales de todos, porque parece, en cierto modo que fue ayer. A decir verdad ha pasado bastante tiempo desde entonces, casi un año, pero lo recuerdo muy muy bien, si cierro los ojos puedo reproducir en mi cabeza cada paso, cada momento de aquella mañana con él.
Bueno, a lo que iba. Como os había dicho antes, uno de mis sueños era ver amanecer en la playa con alguien especial, y estando de erasmus en Portsmouth hubiese sido un pecado no ir al menos un día a ver los primeros rayos del sol salir. Realmente no fue planeado, estábamos en casa, no podíamos dormir, vimos un poco de la peli de Frozen y haciendo el tonto salió la idea de "no hay huevos a ir a la playa a ver amanecer, ahora ya". Habíamos llegado tarde a casa, y entre unas cosas y otras eran las mil y estábamos sin dormir. Como no había manera de conciliar el sueño y la idea parecía muy llamativa fue eso lo que hicimos. Era ahora o nunca, tampoco quedaban muchos meses ya para volvernos a España, sí que es cierto que habría tiempo de hacer mil cosas más pero si te parabas un minuto a pensar te dabas cuenta de que más de la mitad del erasmus había pasado. Ya era marzo, ya eran siete meses los que llevábamos en nuestra ciudad, Portsmouth. Ya eran mil momentos vividos allí y de alguna forma u otra la cuenta atrás iba a empezar pronto, más pronto de lo que parecía.
Como nos picamos en ese momento por lo bien que sonaba la idea, nos levantamos de la cama nos pusimos la ropa (yo lo más cómodo que pillé en ese momento) y fuimos corriendo a tramos hasta la playa ya que ya había algo de claridad y el sol estaba casi saliendo. Nos tocó correr un poquito, si cierro los ojos recuerdo perfectamente el dolor de muelas que me dio (siempre que corro me pasa, aun sigo sin saber por qué la verdad). Llegamos al mar y simplemente miramos, durante un buen rato había silencio ya que estábamos prácticamente solos.
La pena fue que había nubes y el cielo no estaba claro del todo, pero bueno, fue el mejor amanecer del mundo :)
Nos hicimos unas cuantas fotos chulas y después decidimos irnos a casa ya que hacía muchísimo frío en ese momento. En el momento en el que nos dimos media vuelta y decidimos marchar, había un guiri borracho y a saber que más, según el sintiendo la tierra con los pies (que encima iba descalzo), y nos habló. Ya le veía yo venir. Parecía un poco perdido, no sabía ni donde estaba. Como era la madrugada del sábado tenía toda la pinta de que había estado de fiesta esa noche y había acabado en el lugar equivocado, supongo que se perdería por el camino iría a casa y acabó en el mar, sin zapatillas y con cara de cadáver. Realmente fue bastante graciosa la situación pero el chico a parte de parecer ir borracho no parecía estar en sus cabales. De echo parecía un poco esquizofrénico, pero bueno, le seguimos un poco el rollo, le dijimos que nos íbamos a casa y nos dejó tranquilos. Después llegamos a casa y tocaba dormir lo que no habíamos dormido esa noche.
Fue genial :)
Os recomiendo a todos que probéis a hacer locuras, y planes improvisados, sientan muy muy bien. Siempre te llevas unas sonrisas aseguradas.
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