6 de Abril 2016 - El viaje.

6 de Abril 2016

Finalmente el día de emprender la aventura había llegado.

El día anterior nos la pasamos preparando la maleta. Decidiendo que era lo esencial a llevar basado en el peso que podía llevar. Esto fue posible gracias a una balanza personal que tenemos en casa en la cual tenía que calcular el peso pesandome a mi mismo primero y luego me he pesado sosteniendo la maleta. Y al peso total tenía que restar mi peso. El resultado era el peso de la maleta (lo tuve que hacer así porque al poner la maleta directamente sobre la balanza ésta se "desbordaba" por los costados y por ende no se pesaba bien). El resultado fue 21,1 KG (¡Ouch!). Así que pensando en que era lo más pesado que podía traspasar de la maleta a la mochila terminé traspasando las botas de seguridad, lo cual resultó en que la maleta pasó a pesar 19,3 KG lo cual era suficiente (quería que estuviese por debajo de los 19 KG por si la balanza del aeropuerto de Ryanair no estaba del todo bien calibrada y me diese una sorpresa desagradable). La mochila pasó a pesar 8,5 KG (está dentro de los 10 KG permitidos para el equipaje de mano).
Luego de dormir tan solo 4 horas me levanté a las 5:30 am y fuimos hasta el instituto. Nos despedimos de nuestros familiares. Sobre todo vi madres de alumnos. A mi me acompañaron mi pareja y mi suegra. Tenía cierta preocupación de que mi señora se pusiese excesivamente triste, ya que no nos habíamos vuelto a separar desde que vine a españa, cinco años atrás. Me tranquilizó ver que estaba bien (o eso creía...). Hasta me hizo un chiste: "Voy a ir a buscarte al aeropuerto cuando vuelvas, con un cojín metido en la camisa (en la barriga), y te diré... Estoy embarazada de tres meses". Nos íbamos a echar de menos mutuamente.
Nos subimos al autobus alquilado por la escuela, después de dar por fin con él (había parado en la puerta de la escuela, y supuestamente debía haber parado en una calle cercana, donde todos estábamos esperando). Todos nos despedimos desde las ventanillas. Empezaba a haber claridad, amanecería pronto.
El viaje desde Granada a Málaga duró hora y media aproximadamente.
Llevé ropa de abrigo, sin embargo esa mañana en Málaga el día era bastante templado (22C) por lo que tuve que llevar en la mano la chaqueta de abrigo (ya que en la mochila no cabía más nada).

Una vez en el aeropuerto los dos grupos que partíamos a hacer la FCT en el extranjero nos separamos. Los que íbamos a Irlanda y los que se iban para Alemania (los que fueron a Italia se habían ido 2 días atrás).
El primer paso en el aeropuerto fue despachar las maletas. Estuvimos un rato buscando el "stand" de Ryanair ya que en la tarjeta de embarque solo dice "T2" así que revisamos en esa sección hasta que la encontramos. Está entre los números 222 a 226 (ii recuerdo bien). Ahí facturamos las maletas. Cuando las pesan la balanza solo muestra el peso en fracciones de 0,5 KG. Lo muy interesante es que hubo dos del grupo cuya maleta pesó más que 20 KG; uno estaba en los 20,5 e incluso muy brevemente pasaba a los 21 KG (asumo que estaría en los 20 Kilos y 750 gramos o por ahí). Contrariamente a lo que me imaginé a ellos no les dijeron nada ni les cobraron nada (como mi señora había imaginado el día de hacer la maleta, pero no quería arriesgarme). Yo me imaginaba que, siendo Ryanair una compañía low cost si la maleta pesaba 20 Kg y 10 gramos ya te estaban cobrando el recargo. Pero no, eso fue una grata sorpresa. Mi maleta estaba entre los 19,5 KG y los 19.
Y otra sorpresa agradable; Nos dieron chocolate espeso y un churro para desayunar gratis. Si bien técnicamente puede parecer una tontería fue un detalle bonito que me hizo pensar "pará un cacho... Entre lo de la maleta y el chocolate puede que Ryanair no sea una compañía tan mala como creí".
Fuimos frente al despacho de maletas para que nos sellasen el billete de embarque. Aunque CREO que eso sólo lo tuvimos que hacer los dos que no somos españoles nativos. Nos preguntaron si teníamos el pasaporte. Y de allí fuimos a la puerta de embarque donde hay que pasar el control de la policía.

Ahora, no estoy seguro de si hubo que hacerlo o no. Una cosa que no me gusta es cuando alguien que no es la autoridad y no sabe bien de qué va el tema dice que hagamos algo. En este caso uno del grupo dijo que debíamos sacar los dispositivos electrónicos del equipaje de mano y ponerlo aparte. Fue molesto pero bue. Lo hicimos (y no sé si fue realmente necesario). Me tocó a mi que venga un policía a preguntar si esas cosas eran mías. Dijo que tenía que revisar la mochila, se la llevó al final de la línea. Dijo que se trataba de un control al azar. Sacó las cosas (ahora que lo pienso… No me pidió permiso. Lol) y pasó un trapito por varias de mis cosas, incluida la parte trasera de la netbook. No explicó de que venía eso pero sé que es para buscar trazas de droga, lo pasó por una máquina y… obviamente negativo: Todo en orden. Pero me daba bastante temor de que de casualidad en los últimos días me haya cruzado con un fumeta sin saberlo y que queden trazas aunque me bañe (un poco rebuscado, pero...).
Además sé que eso del “control al azar” no existe. He jugado al “Papers, please” y he visto suficientes documentales de aduanas como para saberlo. Pero vaya uno a saber que fue lo que vieron en mi o en mis cosas.
Eso si… Me confiscaron las dos botellitas de agua que llevaba. Ni siquiera me dejaron tomarme una, si lo hacía tenía que hacerlo afuera de la zona (en la entrada, significando que tenía que volver a pasar por el detector de metales y eso).

(Edit: No sabía que no se podían poner más de 100 ml de líquidos en la maleta de mano. Maldita paranoia)

Fue gracioso como después tuvimos que pasar por una carrera de obstáculos del capitalismo. (Todo aquel que conozca el aeropuerto de Málaga conoce lo que digo; un montón de tiendas en las que obligatoriamente hay que pasar entre ellas)
De allí fuimos a la puerta C31, donde para acceder hay que pasar el control de pasaportes de la policía. Al pasar esperamos media hora hasta que empezaron el embarque. En el mientras tanto nos horrorizamos con los precios de las máquinas expendedoras (3,50€ una latita de medio litro de cerveza, por ejemplo. SIEMPRE digo que jamás hay que comprar nada en las terminales, tanto de aeropuertos como autobues, porque inflan estúpidamente los precios a niveles exageradisimos. Puedo entender que en un parador en medio de la montaña los precios sean más caros porque tienen que gastar más en transporte. Pero en una terminal sencillamente no hay justificación. Asumen que todo el que viaja tiene dinero y listo. Pero para peor, parece que la gente lo paga alegremente porque sino no se explica que aún hoy en día siga existiendo eso).

Foto del paisaje del aeropuerto de Málaga:

Precios exhorbitados en una máquina expendedora en el aeropuerto de Málaga.

Un incidente gracioso que le ocurrió a uno de mis compañeros de viaje; como tenían hambre compraron sandwiches en una máquina expendedora (a pesar de costar la exorbitada cifra de 3,30€) y al caer el paquete se quedó enganchado en la entrada.

Estuvieron casi 20 minutos golpeando la máquina hasta que finalmente han logrado desatascarlo.

Embarcamos relativamente rápido y el avión salió a su hora. Puedo decir que el viaje fue bastante normalito (lo que es algo bueno) a pesar que viajaban 3 tipos de entre 18 a 23 años de edad los cuales estaban haciendo estupideces todo el tiempo, como peleandose o jugando entre si, y entre los movimientos bruscos que hacían terminaban chocando y golpeando el asiento donde estaba). Como la distancia entre los asientos en Ryanair es mínima (los asientos mismos parecen cortados como fetas de fiambre) eso parece ser algo bastante común. Los demás que viajaban conmigo también se quejaron de lo mismo.

Foto de lo que creo que son los pirineos desde el avión.

Ahora pienso que parece que no era para tanto lo que se decía o que quizás Ryanair mejoró el servicio desde lo de esos documentales. A pesar de todo sigo insistiendo en que de verdad no viajaría con ellos de nuevo. Está bien que uno obtiene aquello por lo que paga y la cuestión es que el viaje salga lo más barato posible. Pero de verdad prefiero pagar más por viajar cómodo que volver a viajar así.

Llegamos unos 20 minutos antes del horario previsto a Cork, en la aduana de la policía nos preguntaron el motivo de nuestra visita lo cual es algo que también pregunté en la reunión (sobre qué decíamos en ese momento) que “somos estudiantes” y eso fue lo que le dije, que estaba ahí a través de la beca Erasmus. Me preguntaron el día de regreso (el 21 de Junio… Cosa que no recordaba y le tuve que preguntar a otro de ellos) y me pusieron en el sello en el pasaporte que estaba ahí hasta el 21 de Junio del 2016. Una vez pasamos la aduana fuimos a la zona de recogida de las maletas. Más tarde había que pasar por OTRA aduana de Cork que parece que revisan los objetos que uno trae. Los policías nos preguntaron si veníamos todos juntos, qué hacíamos en Irlanda (“we are IT traineers!” dijo uno) y pasamos sin que nos revisaran nada.

En el hall de recibimiento del aeropuerto no había nadie esperándonos. Sin embargo supuse que eso era obvio porque el vuelo había llegado antes de tiempo. Uno del grupo le mandó un mensaje por whatsapp al coordinador de la empresa Irlandesa. Afortunadamente él y otros tenían roaming. Yo, a pesar de tener Orange y tener activado el roaming no se activaban los datos y no pude mandar nada. Lo que sí, me había llegado un SMS de la web MAEC, indicando que en caso de emergencia consular se puede llamar a la embajada Española en Dublin (al +353 86 174 1318) interesante sistema, no sé de quien procede o que es la MAEC pero es un buen detalle a considerar.

Estuvimos esperando unos minutos a que nos vinieran a buscar. En ese tiempo pudimos contemplar la cosa “loca” que era el presenciar como los coches se conducían por la izquierda y tenían el conductor a la derecha. Es un detalle que a pesar de conocerlo de antemano no deja de llamar la atención cuando uno lo ve en persona.

Cuando el coordinador llegó a buscarnos traía un cartel muy colorido de la empresa coordinadora de Irlanda en la mano de forma muy visible. Era imposible no notarlo (con lo que quedó disipada la duda del día anterior). Nos vió y nos acercamos. El coordinador es una persona muy jovial y muy carismática la cual encaja bien con la gente joven. Es muy, muy difícil, sino imposible, no congeniar. Y eso que yo soy más del tipo de buscar y congeniar con gente seria. Pero la verdad me ha caído bastante bien.
Nos llevó en su furgoneta con carro para meter las maletas hasta Bandon. En el trayecto puedo decir que por su manera de conducir (de manera muy rápida en curvas y caminos estrechos) nos ha puesto los huevos de corbata. Parece ser que es el estilo común de conducir en Irlanda.

Parece un bosque, pero es una escena muy típica que se suele ver al lado de las carreteras.

El coordinador nos llevó a nuestras casas de acogida (de las cuales la empresa nos había dado detalles del casero/a y las facilidades que tenía la casa en los días anteriores). Cuando llegamos a nuestra casa la puerta estaba abierta. El coordinador entró y allí estaba el casero esperándonos.

Nuestro casero es un hombre mayor (alrededor de 60 años) y muy, muy amable y atento. De verdad nos sentimos muy bienvenidos. Si bien me daba una idea que el Irlandés promedio era amable con los demás no me había imaginado que lo sería TANTO. Lo primero que hizo fue servirnos café. El coordinador nos hizo una pequeña introducción y luego se fue. Hablamos un poco con el casero (bah, principalmente hablé yo, porque el otro con el que compartía habitación habló muy poco ya que él conoce poco de inglés) y enseguida el casero se ofreció llevarnos a dar una vuelta en su coche para indicarnos los diferentes sitios del pueblo para que conozcamos. Me consta que esto no está dentro de las obligaciones del casero y que era más bien una costumbre que tenía él con la gente que recibía, cosa que agradecí muchisimo. Nos indicó los lugares donde comprar cosas (como comida, que tenemos que al ser un servicio “self cathering” tenemos que cocinarnos nosotros) y demás detalles (como por ejemplo saber donde está la biblioteca del pueblo, un punto de encuentro bastante usado. Y además un pub donde el coordinador nos había citado esa noche para conocer gente y demás).

Como tengo un muy buen sentido de la orientación ya me había dado una idea de donde estábamos y como volver a casa. El casero nos preguntó si queríamos volver a la casa o si nos quedábamos en el pueblo. Decidimos bajar frente al centro comercial y fuimos al supermercado Lidl donde vimos diferentes precios y compramos cosas básicas. En el centro comercial también compré una tarjeta Sim de la empresa Three, la cual según diferentes cosas que leí era la mejor de entre las compañías. Un motivo es para tener un número de celular Irlandés (que nos lo han pedido, aunque todavía no nos lo exigieron) pero primariamente porque esa empresa tiene un plan que consiste en SMS y llamadas ilimitadas (a Irlanda, claro está) e internet ILIMITADO (aunque dentro de las condiciones dicen que se aplica el concepto de “uso justo” el cual no tengo ni idea que es lo que consideran con eso. Todavía debo de leer el texto del contrato). También una cosa loca (bah, para mi como Argentino no es tan loco, de hecho es lo que debería de ser) es que se puede comprar una SIM sin presentar ninguna identificación (en Argentina se vendían en los Kioscos así como así, no sé hoy en día si se sigue haciendo). Este servicio cuesta 20€ por mes. Pero la cosa no termina allí; esos 20€ te habilitan las cosas que mencioné anteriormente y ADEMÁS (o eso me dijo el dependiente) esos 20€ se pueden usar para otras cosas (por ejemplo llamadas internacionales). Pregunté si ese crédito se puede utilizar para SMS premium, y me dijo que si. Así que ya sé en que tengo pensado gastármelo *CofAtlantaCof*

De todas maneras… Al intentar mandar fotos y videos a mi familia descubrí que no va muy bien el internet de Three. Mi celular es 3G, pero así y todo apenas he podido abrir el correo y he podido mandar algunos whatsapp. Me costó horrores enviar un archivo de 40 MB. No sé si es que en realidad la empresa es mala, o mi celular es malo, o tengo mala cobertura en la casa (que de por si está en un 40% aproximadamente) ya lo averiguaré en los días subsiguientes.

Ciertamente el lugar es muuy bonito, no quiero subir fotos de la casa específica, pero haré fotos de los alrededores.Obviamente todo es verde y húmedo, y nubes esponjosas cruzan el cielo todo el tiempo.

Luego de acomodarnos en la casa, poner nuestras cosas en cajones y demás (aunque he dejado la mayoría de mi ropa y cosas dentro de la maleta ya que sé que en una semana aproximadamente voy a tener que mudarme) hemos bajado al pub (el O´haras) donde el coordinador nos ha citado. Al entrar me he encontrado con un lugar que casi parecía un laberinto, diferentes habitaciones y pasillos. Fue bastante mareante. También los demás con los que fui se han horrorizado con el precio de los cigarrillos (afortunadamente yo no fumo); un paquete de cigarrillos en Irlanda cuesta entre 9,50 a 10,75€.
Dentro del pub, una pinta de cerveza (vaso de casi medio litro) cuesta alrededor de 4€ (dependiendo de la cerveza). Entre eso hemos pedido una Guiness, pero por alguna extraña razón han tardado horrores en servirla.

El coordinador apareció y hemos charlado un poco con él. Parecía divertirse bastante además de congeniar más con nosotros. Como parece ser que allí cita a medio mundo también hemos encontrado a más españoles lo cual fue interesante, pero qué sé yo. Prefiero conocer gente Irlandesa, una porque ya conozco a muchos españoles y quiero conocer más de cultura Irlandesa, y otra para poder practicar mejor mi Inglés. Sin embargo he notado como los demás españoles se veían bastante desamparados y, como si fuesen imanes, se pegaron al resto, contentos de conocer a más de su propia tierra. Lo cual vale, puede ser bonito. Pero no es lo mio.

A la vuelta nos acostamos. Y mis pensamientos esa noche fueron “Esta es mi primera noche en Irlanda. ¿Qué me depararán los otros 76 días?”

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