24/12/2012

Publicado por flag-es Elisa A.C — hace 6 años

Blog: Dá a día
Etiquetas: General

El lunes por la mañana me fui tempranito con mi madre, mi hermano y mi tía a nuestra casa del campo, donde íbamos a celebrar la Noche Buena con nuestra familia por la noche, claro.

Nos fuimos por la mañana para limpiar la casa, dejar el almuerzo hecho y todo listo para esa noche, aunque yo la verdad es que no veía que necesitásemos tanto tiempo para hacer esas cosas.

Habíamos quedado para almorzar con mis abuelos y mi prima, que venían de Sevilla y mis tíos, mis sobrinos y mi novio, que venían de Albufeira, Portugal.

Cuando llegamos mi hermano se puso a barrer, mientras yo limpiaba el cuarto de baño y mi madre se encargaba de las comidas. Mi tía, como se cansa rápido, se dedicó a envolver un regalo y se sentó a hacer punto en el sofá.

Cuando mi hermano acabó de barrer el salón me tocó pasar la fregona y la verdad es que el salón es enorme con la chimenea y todo.

También me tocó limpiar el suelo del baño, la entrada y la cocina, pero cuando por fín acabamos todavía quedaba un par de horas para el almuerzo, así que no se por qué nos fuimos tan pronto.

Además, mi prima llamó para decir que tardarían un poco más en llegar desde Sevilla porque se habían entretenido con no se qué cosa, así que tuvimos que esperar más y ya sin tener nada que hacer.

Me puse a hablar con mi novio por el chat del Facebook y me dijo que mis tios no tenían intenciones aparentes de ir a almorzar a nuestra casa del campo con nosotros. Como de costumbre, se les habría olvidado y habían hecho planes para comer en Albufeira antes de tirar para Beas, el pueblo donde tenemos la casa en el campo.

Mi novio me fue contando qué iban haciendo mis tios. Entre vestir a los niños, darles de comer, comer ellos y demás tardaron bastante y nos dijeron que no llegarían hasta las cinco o seis, más bién a las seis.

Así que almorzamos cuando llegaron mis abuelos y mi prima, ya tardecillo sobre las tres y media.

Mis tíos al final decidieron almorzar en el McDonald´s con mi novio y los niños.

Nosotros, después de comer, estuvimos viendo una película de estas típicas de Navidad que emiten en Antena3 todas las navidades y son casi todas iguales. También estuvimos jugando con los gatitos del vecino, que pasan más tiempo en nuestra parcela que en la suya y son graciosísimos y muy juguetones; son cuatro gatitos negros todos iguales, pero muy lindos.

Estábamos todos impacientes por ver a mis sobrinos, ya que hacía mucho tiempo que no los veíamos y yo en concreto, creo que tenía más ganas que nadie porque mi sobrino pequeñito, de tres años se ha pasado todos estos meses que he estado en Francia preguntando a todas horas por mí. Ellos viven en Albufeira en la casa de al lado de mi novio, y yo suelo pasar mucho tiempo allí, así que los niños están muy acostumbrados a que pase mucho tiempo con ellos, en concreto el pequeñín, que es para comérselo.

Así que el tiempo se hizo eterno hasta que llegaron, pero cuando por fin lo hicieron vinieron corriendo a darme un abrazo increible, se me caía la baba con ellos tan lindos jejeje. Y por supuesto, estaba loca por ver a mi novio, que después de estar viviendo juntos en Amiens, unos días sin vernos parecía un mundo jeje.

Ya eran las seis y poco cuando llegaron, así que estaba casi anocheciendo, pero aprovechamos los últimos minutos para disfrutar jugando al aire libre con los niños, que se lo pasan muy bien cuando van al campo jeje.

Cuando anocheció y empezó a hacer frío, seguimos jugando dentro de casa. Los niños siempre van flechados al cuarto donde tenemos los juguetes de cuando éramos chicos que ya no queremos tener en casa, así que se lo pasan muy bien. Estaban como loco de contentos con todos los coches teledirigidos que mi hermano tiene allí, así que estuvieron muy entretenidos con eso. Y después empezaron a jugar a cazar monstruor y fantasmas con unas linternas y unos walky-talky. Así, pasamos las horas jugando con ellos hasta que mi padre llegó sobre las nueve de trabajar y nos pusimos a colocar las cosas en la mesa, cortar la caña de lomo, el jamón, el quesito, colocar las gambas…vamos estas cosas típicas de la cena de Navidad.

Normalmente en mi casa, cuando mi hermano, mi prima y yo éramos pequeños, alguien se disfrazaba de papa noel y nos traía los regalos; solía ser mi padre, pero no todos los años.

Desde que crecimos, lógicamente nadie se disfraza, pero lo seguimos metiendo todo en un saco blanco y mi abuelo los reparte jeje.

Como ahora están mis sobrinos pequeñitos también, mi abuelo se disfrazó hace unos años, pero mi tía cree que los niños se darían cuenta de que Papá Noel es mi abuelo, así que ya nadie se disfraza y lo que hacemos es lo siguiente;  desconectamos la luz de toda la casa para aparentar que se ha ido sola la luz y mientras alguien saca los sacos con los regalos. Como estamos en la casa del campo, que tiene chimenea, dejamos los sacos junto a la chimenea para que parezca que Papá Noel ha entrado por ella y ha dejado ahí los sacos con los regalos.

Así que primero cenamos todo el picoteo de chacina, gambas, la típica sopa de picadillo con pancito frito en cachitos…y después decidimos que era hora de que llegase Papá Noel.

Mis tíos se llevaron a mis sobrinos fuera de la casa, por la parcela, diciéndoles que habían visto el trineo de Papá Noel, mientras nosotros, dentro, nos encargábamos de sacar los sacos y ponerlos junto a la chimenea; pero volvieron los dos niños llorando porque les daba miedo la oscuridad. Al entrar y ver los dos sacos ya se les pasó el miedo, claro jejeje. Y empezamos a repartir los regalitos. Nosotros solemos darnos un detallito en Papá Noel y los regalos más buenos en Reyes.

A mi me regalaron mis padres un chalequito así larguito para ponerlo con unos leggins monísimo, mis tíos un gorrito tipo boina francesa color crema super calentito para llevármelo a Francia, que de casualidad hacía juego con el vestido, también color crema, y mi novio una cestita con un jaboncito exfoliante corporal, un aceite de baño y una pastilla de jabón, todo con olores exóticos del Boticario, una tienda brasileña que también hay en Portugal y me encanta todo lo que tienen jeje. Así que estuvieron muy bien los regalitos.

Mis sobrinos estaban como locos de contentos, uno con su wii y el otro con su súper parcking para coches de cinco plantas, además de un reloj para cada uno y un lego de dinosaurios diferente para cada uno.

A mi novio le gustó mucho el abrigo Billabong que le compré y no le quedaba tan grande como yo pensaba que le iba a quedar. Se lo seguía viendo un poco grandecito, pero a él le gusta llevar la ropa ancha, así que estaba encantado con su abrigo tal y como le quedaba jejeje.

Cuando ya estaba todo un poco más calmado y todo el mundo había abierto sus regalos, sacamos todo lo que había para comer después de la cena. Los mantecados, bombones, polvorones, alfajores, los macarons y teja de Amiens que habíamos traído mi novio y yo y una tarta que mi novio había hecho en Albufeira esa misma mañana de limón y galleta, que estaba buenísima.

Además, abricamos el champagne para brindar, claro, y después el vodka de chocolate y de caramelo para beber chupitos. Ah, y un licor de café que mi tío había hecho con su nueva termomix jejeje, que estaba muy bueno también.

La noche continuó al sonido de los villancicos mientras charlábamos, algunos fumaban y otros jugaban con sus juguetitos jejeje.

Con tanto entretenimiento, por primera vez en muchos años, se nos olvidó escuchar el discurso del Rey, que a mi famila siempre le gusta escucharlo.

Cuando estábamos todos distraidos y hablandos unos con otros, vimos de repente un hombre disfrazado de Papá Noel fuera mirando por la ventana y moviendo la mano para saludar.

Mi primera reacción fue mirar alrededor para ver quién faltaba de nosotros, pero estábamos todos y entonces, ¿ Quién era el hombre disfrazado?

Todos nos quedamos muy parados y sin saber que hacer, mientras que el supuesto Papá Noel seguía saludando con la mano.

Lo que todos pensábamos sin decir nada en voz alta es que podía ser un ladrón o a saber si podía ser algo peor. Mi tío fue disimuladamente a la otra puerta, porque la casa tiene dos puertas, a ver si estaban rodeando la casa o algo así, pero no había nadie más y lo más lógico es que fuese cualquier vecino de la zona. En los pueblos es muy típico eso de visitarse unos vecinos a otros para tomar una copa o cualquier cosa con toda confianza, lo que ocurre es que nosotros ninguno somos de pueblo y no estamos muy acostumbrados a esas cosas. Además el único vecino con el que tenemos confianza es con el de la parcela que linda con la nuestra. Mis padres conocen a los demás vecinos de la calle, pero tampoco como para reconocerlo si estuviesen disfrazados de Papá Noel. De todos modos, parecía un hombre mayor y no íbamos a dejarlo en la calle pasando frío, así que le abrimos la puerta y nos dimos cuenta de que era inofensivo.

Lo invitamos a una copita y unos mantecados, pero lo que nos preocupaba a esas alturas es que los niños se diesen cuenta de que no era de verdad. Porque la verdad es que no iba muy bien disfrazado y llevaba un relleno de barriga rarísimo. Además se levantó la barba falsa para beber y fue ahí cuando le dijo a mi madre “ ¿Todavía no sabes quien soy?”, y la verdad es que mi madre seguía sin estar segura de si era el vecino de la primera casa o de la de en frente porque no conoce demasiado bien a ninguno y entre el gorro y la barba pues claro, podría ser cualquiera.

Los niños preguntaban por qué estaba ahí Papá Noel si ya nos había dejado los regalos jajaja, así que mis tios le dijeron que como antes se habían asustado por la oscuridad, Papá Noel había dejado los regalos y se había ido, pero que como ya estaban bien, pues había vuelto. Desde luego, los padres tienen escusas para todo jajaja.

El vecino se fue después de picar un poco y ahí ya nos pusimos todos a hablar sobre quién era ese hombre, pero nadie lo sabía. Ya nos pusimos a contar la paranoya que nos había dado a cada uno pensando que si eran un ladrón, que si un grupo de ladrones, hasta mi prima que le recordó a uan película en la que resultaban ser asesinos, no se qué tipo de películas ve mi prima jajaja.

Pero bueno, la noche siguió pasando tranquila con nuestros villancicos y nuestros chupitos, hasta que dieron las dos o así y decidimos irnos a dormir.

Mi novio y yo nos pusimos a llenar la cama hinchable en la que íbamos a dormir en el salón, y mi prima y mi hermano en la que iban a dormir ellos. Como de costumbre, mis sobrinos empezaron a saltar encima de la cama hinchable y así era imposible poner las sábanas y las amntas jajaja, pero les encanta esas camas.

Nos acabamos durmiendo sobre las tres entre una cosa y otra.


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