10/12/2012

Publicado por flag-es Elisa A.C — hace 6 años

Blog: Dá a día
Etiquetas: General

Hola a todoss,

El lunes tocaba volver a clase después de un fin de semana estupendo, pero por suerte no eran muchas horas.

El profesor que me da clase los lunes por la mañana sigue desaparecido hasta el día diecisiete, así que los lunes están siendo tranquilos y sólo tengo clase de dos a cuatro.

Lo pesado de eso es que me tengo que levantar temprano para que me entre hambre pronto y poder almorazar antes de irme a clase. Por más que lo intento nunca em entra hambre, pero es que si no el hambre me entra cuando estoy en clase y es mucho peor.

Así que me puse el despertador sobre las nueve y media. No conseguí levantarme antes porque como el día anterior nos habíamos levantado muy tarde porque queríamos desacansar, pues claro como consecuencia, no conseguí dormirme hasta las tantas de la mañana.

Así que nada a las nueve y media sonó el despertador y sobre las diez conseguí salir de la cama. Mi novio siguió durmiendo, que el tiene suerte y puede comer más tarde, así que no tenía prisa.

Como no tenía nada que hacer porque esta semana no tengo exámenes, pues me puse a escribir en el blog para contaros mi fin de semana en París al completo. La verdad es que eso me llevó casi tods la mañana porque tenía mucho que contaros jejeje.

Así que cuando mi novio se levantó desayunamos juntos y se puso a hacer el almuerzo para que yo pudiera comer e irme a clase.

Siempre os digo que él hace el almuerzo, pero no os creáis que yo no hago nada eh, que hago todo lo demás. Siempre friego yo, limpio la casa, el baño, labo la ropa interior a mano…

En fin, que hizo una pasta carbonara rapidita para que me diese tiempo a comer relajada y no tener que irme con el estómago lleno.

A las dos menos cuarto salí de casa camino de clase, y no veáis que frío hacía en la calle, sobre todo después de haber pasado el día anterior calentita en casa sin pisar la calle jejeje.

Aunque por suerte, el tiempo de Internet dice que ya no nevará más de aquí a que nos vayamos a España.

Que por cierto, sólo me quedan ocho días y estaré en casa!!!!! Estoy deseando pasar la Navidad con mi familia.

Bueno a lo que iba, que me fui corriendo para clase para no congelarme por el camino, y claro al llegar, como siempre, me moría de calor.

A las cuatro, a la salida de clase quedé con mi novio en la puerta de la facultad para ir juntos desde allí al supermercado Auchan. Porque la verdad es que teníamos mucha comida, pero todo eran tonterías, no teníamos nada de carne. Como la huelga no había acabado hasta el jueves de la semana pasada, todavía no habíamos podido ir a comprar la carne.

Al final, claro, acabamos comprando muchas tonterias de galletitas y de todo. Por lo menos tenemos cosas para merendar de aquí a un mes jajaja.

Y la verdad que carne también hemos comprado más que de sobra. Normalmente compramos dos badejas de seis lomitos cada una, dos bandejas de cinco chuletas cada una, dos bandejas de doce albóndigas cada una, una bandejita de pechuga de pollo y una bandeja con cuatro hamburguesas.

Con todo eso de carne más todo lo demás que compramos conseguimos comer dos semanas nosotros dos.

La cosa es que esta vez mi novio decidió comprar, en lugar de la bandeja de siempre con cuatro hamburguesas que no están muy buenas, una caja de diez hamburguesas congeladas.

Y con lo pequeño que es el congelador, tuve que meter la carne imaginando que juagaba al tetris porque no había manera de guardarla.

También para volver el supermercado pasamos un montón de frío porque el bus llegó con retraso, como de costumbre.

Encima íbamos sentados en dos asientos de los que van de espaldas, y con lo largo que es el camino hasta la Gare du Nord, yo llegué un poco mareada. Si a eso le sumas la peste que había a sudor dentro del autobús, que era insoportable, llegué con una fatiga que no os podeis imaginar. Hasta mi novio se pasó medio camino preguntándome que qué me pasaba, que tenía muy mala cara.

Total que llegamos a la Gare du Nord y cogimso el número cuatro, que nos deja directamente en la puerta de casa. Y en ese bus el que olía mal era el conductor. De verdad, que aquí parece que la gente no sabe lo que son los desodorantes.

En fin, cuando llegamos guardé toda al compra y la idea era merendar, pero mi novio se fue porque había quedado con un chaval al que iba a tatuar. Así que me quedé merendando solita mientras hablaba con mi madre por teléfono.

Cuando mi novio volvió, cenamos mientras veíamos una serie y nos fuimos a dormir más tarde.

Saludos a todoss


Comentarios (0 comentarios)


¿Quieres tener tu propio blog Erasmus?

Si estás viviendo una experiencia en el extranjero, eres un viajero empedernido o quieres dar a conocer la ciudad donde vives... ¡crea tu propio blog y cuenta tus aventuras!

¡Quiero crear mi blog Erasmus! →

¿No tienes cuenta? Regístrate.

Espera un momento, por favor

¡Girando la manivela!