UNI-versidad

De acuerdo, para completar el artículo anterior, creo que es muy importante hablar sobre la universidad, sobre todo sobre la de partida. Para prevenirte, seré algo dura con la administración. Te doy la bienvenida a los meandros de la administración y las alegrías que este dosier te dará.

Etapa 1: la reunión de información

Siempre he oído hablar del programa Erasmus. Es un objetivo personal, como ya he mencionado en el artículo anterior. Como cada año, la universidad organiza una reunión informativa destinada a los estudiantes que deseen estudiar en el extranjero. Dentro de cada universidad, las UFR (Unidades de formación e investigación) deciden la fecha de la reunión tan esperada por los estudiantes. En esta reunión, descubres las diferentes posibilidades que ofrecen, así como las ayudas a las que tenemos derecho. En mi caso, algunos ya tenían la información y los dosieres para completarlos...

Para la UFR de Derecho y Ciencias Políticas de mi universidad, había que esperar hasta el 6 de diciembre. Encuentro un poco tardía esta convocatoria para los alumnos, sobre todo porque nos explicaron que el dosier de la candidatura había que entregarlo en febrero. Por lo tanto, teníamos dos meses para hacer nuestra elección del destino. Dos meses para estudiar los programas de las universidades asociadas, para encontrar dónde se dan clases en inglés, para echar un ojo al nivel de vida y al alojamiento. Además, es en Navidad y estamos con los parciales...

Etapa 2: la candidatura

Para irte de Erasmus, ¡hay que elaborar un dosier de candidatura! Esta etapa en realidad es la más sencilla, se trata de una preselección entre los candidatos. Necesitarás, entre otras, un buen dosier (¡con las calificaciones obtenidas! ) y una carta motivación (la típica carta pequeña). En este dosier, tendrás que elegir tu destino, así como la duración de tu estancia, si estarás un semestre o un año.

Tres destinos deseados, en orden de preferencia. Me recordaba al sistema APB de la lotería. En mi caso fueron Varsovia (Polonia), Praga (República Checa) y Oradea (Rumanía). Conseguí la única plaza de Varsovia. Gracias al buen dosier y también a los estudiantes de mi facultad, por haberse presentado tan pocos. Algunos por falta de ánimo, otros por falta de medios. La aventura requiere una inversión moral, escolar y financiera que hay que asegurar de principio a fin.

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Etapa 3: el contrato de estudios

La siguiente etapa, el contrato de estudios/learning agreement, porque claro, no estudias lo que quieras, hay que seguir el ritmo de los estudios de nuestra universidad. Lógico, pero no fácil. El acuerdo de mi UFR (Ciencias Políticas) se firmó con una escuela de Ciencias Psico-Sociales, SWPS. Una de las mejores universidades de Polonia en su especialidad, pero cuando te fijas en las clases que imparten en inglés, se aleja un poco de mi especialidad. Es en este momento cuando los estudiantes se quedan algo abandonados. No recibí ninguna ayuda por parte de mi coordinadora, tomé la iniciativa de mandarle un e-mail a mi coordinador polaco. Sinceramente, no lo dudes, es más fácil pedirle la información directamente a la persona que estar investigando desesperadamente durante horas en la página de la universidad de llegada.

Mientras tanto está prevista una reunión intermediaria, con el objetivo de responder a las posibles preguntas que nos surjan. Reunión de la cual no fui informada, ya que la persona encargada de enviar los e-mails olvidó poner mi nombre en la lista (menos mal que entre estudiantes nos comunicamos). Finalmente, gracias al coordinador polaco, Anthony, supe todo lo que necesitaba. Pude elegir las clases (un total de 30 créditos para un semestre, 60 para un año). Pese al predominio de asignaturas literarias (del tipo, gramática inglesa, escritura académica, etc. ), había clases que me parecían realmente interesantes, principalmente para la continuación de mis estudios de periodismo. Al principio, tenía la posibilidad de asistir a clases de comunicación intercultural, historia de los medios de comunicación o incluso de marketing y publicidad. Una vez hecho el contrato, se lo pude dar a las personas responsables para que lo firmaran. Solo tenía que esperar noticias.

Etapa 4: la Reinscripción

Evidentemente, todos los años hay que volver a inscribirse en la universidad y pagar los derechos. Normal, dirás. Pero, sorpresa: cuando vas al extranjero no se hace por Internet, ¡se necesitan documentos físicos! Tuve que volver a ir al fotógrafo para hacerme fotos de carnet y perder dos mañanas en la oficina (principios de julio, con todo el ajetreo, afortunadamente mi jefe fue comprensivo) para desplazarme. Porque sí, hay que buscar primero el dosier en la oficina del responsable del programa de mi UFR, rellenarlo tranquilamente en tu casa, llevar todos los documentos necesarios (el recibo de pagos con los derechos de matrícula, la foto de carnet y la tarjeta de estudiante), y por último todo lo de la inscripción del Campus.

¿Es normal que, porque te vayas de Erasmus, necesites volver a inscribirte con la ayuda de un dosier en papel? Sinceramente, tuve que volver a rellenar las mismas casillas con la misma información que cuando me inscribí al acabar bachillerato (BAC). ¿Cuándo se modernizará el sistema? No será inmediatamente, con las reducciones hechas en el presupuesto de la enseñanza superior... Pero bueno, este no era el tema. Estas informaciones ya las tenía la universidad, no creo que sea muy difícil volver a encontrarlas. Es una pérdida de tiempo real y creo que podría evitarse.

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Etapa 5: el dosier administrativo de la Universidad de llegada

Que tu universidad haya validado la inscripción del programa no significa que no tengas nada más que hacer. Es cosa tuya enviar el dosier a la universidad de llegada, nadie lo hará por ti. En mi caso, en primer lugar me ocupé de la inscripción online, la que te permite el acceso a la universidad virtual. Bastante simple, la administración publicó una especie de pequeña guía para estar segura de que no nos perdimos en las etapas.

Pero para validar la inscripción, se debía enviar el contrato de estudios, la foto de carnet y una copia de la tarjeta sanitaria europea (¡MUY IMPORTANTE, SOBRE TODO NO DEBES OLVIDAR PEDIR UNA ANTES DE IRTE! ). Bastante sencillo. Mientras disfrutaba del puente del 15 de agosto en un camping de los Vosgos con mis padres y mi hermano, mis abuelos la enviaron por correo certificado: ¡trabajo en equipo!

Etapa 6: el dosier administrativo para la universidad de partida

¡Esta es la última etapa de esta carrera de obstáculos! Última etapa y no por ello la menos importante: son los documentos que debemos enviar para tener acceso a la beca Erasmus (la que se da a todos los estudiantes que se van al extranjero). Esta vez se necesitan otros documentos. En primer lugar, el contrato de movilidad. Es el que indica el número de días que vas a pasar en el extranjero. Así, deducirán la cantidad de la beca. Quien dice beca, dice RIB (documento de identificación bancaria)(x2). También hay que llevar una foto de carnet. Sinceramente, si imprimes muchas fotos te saldrá más económico. Los últimos documentos necesarios: certificado de escolaridad y certificado de derechos universitarios (como si no se supiera que formas parte de la universidad después de todas las etapas llevadas a cabo). A esto le adjunté mi contrato de estudios actualizado, porque sí, evidentemente, la lista de las clases disponibles en Polonia había sido modificada mientras tanto.

Los documentos se tenían que entregar el 15 de septiembre como muy tarde. De cualquier forma, antes del 31 de agosto, la oficina que se ocupa de los asuntos internacionales (DAI) estaba cerrada por vacaciones desde el 10 de julio. ¡Oficina cerrada del 10 DE JULIO AL 31 DE AGOSTO! No podías contactar con ellos si te surgía algún problema. ¿Qué hubiera pasado si la universidad polaca me hubiera pedido algún documento suplementario en esas fechas? ¡No me lo quiero ni imaginar!

Esta es la razón de ser de este blog: ayudar a estudiantes de una forma u otra compartiendo con ellos los buenos momentos y los no tan buenos. Ninguna ayuda para los dosieres, ni para las clases, ni para el alojamiento, ni siquiera conseguirnos una plaza en una residencia universitaria. A cada pregunta que planteaba, solo obtenía respuestas vagas y breves. Tienes que buscarte tú mismo las soluciones. Tienes que tener motivación y ser espabilado. Yo he tenido la suerte de tener una familia que me ha ayudado mucho en todas las etapas. Es imposible ocultar mi decepción en este aspecto, no sentí nada de ayuda por parte de la universidad.

El objetivo no es criticar la enseñanza superior, creo que antes de ofrecer a más gente el programa Erasmus +, como lo desearía nuestro actual presidente de la República, se deberían plantear algunas preguntas. Está claro que la experiencia es enriquecedora y gratificante. Por supuesto debería ser accesible a más estudiantes. Pero antes de esto, habría que explotar al máximo lo que ya tenemos. Los estudiantes necesitan asesoramiento. En la palabra "universidad" encontramos "uni", es necesario trabajar de una forma diferente, unidos, hacer del eslogan de mi universidad de llegada, "Nosotros, la Universidad", una realidad.

Nos vemos en el próximo episodio para explicar a fondo el temas de las clases.

Hasta entonces, piensa en qué podría aportarte tu Erasmus (o ya te he aportado). Ponedme lo que queráis en los comentarios.


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