¡Tengo que ir al médico!

Ayer me tocó ir al médico por primera vez desde que estoy en Francia y he de decir que no ha habido ningún tipo de problema, ni con médicos, profesores ni con las secretarias, todo han sido facilidades. Llevaba toda la semana con malestar y sobre todo dolor de garganta, y el jueves por la mañana no pude ir a clase. El viernes me acerqué aunque con un poco de fiebre y una de mis profesoras, en la primera hora de clase, me vio mala cara y me dijo que si quería ir al médico. Yo no tenía ni idea de donde había que ir, donde había que llamar, ni que tenía que hacer, pero entre todos me ayudaron. Me dieron varios números de teléfono de diferentes médicos y el de un centro de salud que está justo al lado de mi universidad. Parar evitar problemas de entendimiento con los médicos, la secretaria de mi facultad, se encargó personalmente de llamar y arreglarme una cita con uno de los médicos. Me dijo por donde se iba, la dirección, y hasta le explicó mi problema.

Cuando llegué a la consulta, no tardé mucho hasta que me vieron. Le expliqué lo que me pasaba, me miró… vamos lo corriente cuando vas al médico. La gran diferencia con España, es que tuve que pagar en el momento 23€, que fue lo que me costó la visita al médico. Pero me dio un papel, que es una especie de justificante, o un recibo, y me dijo que cuando vuelva a España, que se lo presente a mi médico habitual y que allí se encargan de devolverme los 23€ íntegros. Se puede pagar tanto con tarjeta como con dinero en mano “expeces” que llaman en Francia. Tampoco tuvo problema en firmarme un justificante para entregarlo en la Universidad, (ya que en Saint Nazaire es obligatoria la asistencia a clase) y una receta con todo lo que tengo que tomar. No he llegado a comprar nada de lo que me recetó, porque traje algunos medicamentos de España, así que me hace falta comprarlos.

Quiero reseñar, las facilidades que me pusieron todas las partes implicadas en esta historia, tanto los médicos, como los profesores, como la secretaria de mi facultad, ya que posiblemente lo más fácil habría sido que lo dejaran correr y me hicieran poco cas, pero se portaron magníficamente conmigo.

No os pongáis malos, pero sabed lo que hay que hacer en Francia en caso de que suceda.

Un saludo.

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