Tareas en casa

TAREAS, ORDEN Y LIMPIEZA

Este tema no es muy divertido, todos lo sabemos pero es algo que en todo hogar hay que hacer. El problema principal es ponerse de acuerdo en cómo hacerlo, de qué manera y cuando. Os voy a contar mi experiencia de limpieza en casa y recogida de tareas. A decir verdad fue un poco nula.

El día 1 de octubre cuando me incorporé a vivir en mi casa, después de establecer la primera toma de contacto con mis compañeros tocaba hacer algún tipo de horario, planning o algo así para repartirnos las tareas de casa. En este caso Valentina había preparado un horario nuevo (ya que antes tenían uno para los tres) y ella organizó los nombres de la manera más equitativa posible. Ella fue la que me explicó cómo iba el tema de basura, la compra de artículos para la casa comunes como podrían ser detergente y productos de limpieza en general etc.

En la casa contábamos con cubertería y vajilla común. Me enseñó Valentina donde estaban cada una de las cacerolas (solo había tres por cierto, y una de ellas estaba demasiado vieja como para utilizarse), me enseñó donde estaban los cubiertos y todo lo que pudiera necesitar. Lo bueno fue que al tener cubiertos etc no tuve que gastarme dinero en comprar mis propias sartenes, cacerolas y todo eso. Bueno, como yo pensaba que todo lo que había ahí era de todos me sentí libre de coger lo que me apetecía, con esto me refiero a tazas, vasos, platos etcétera. Lo gracioso fue que una de las veces que cogí una taza uno de los ingleses me llamó la atención ya que debía de ser suya y yo no lo sabía. Era algo que en ningún momento me habían dicho, y claro como tampoco ponía nombre ni estaba apartado si quiera, pues lo utilicé. Otra de las veces que me pasó algo así fue un día que fui a poner la lavadora. Había dos detergentes encima de la encimera junto a un suavizante y yo utilicé el primero que cogí. Claro, yo pensaba que era de todos, como "supuestamente" comprábamos todo en común, a mí no se me pasó por la cabeza que puediera ser de algún compañero. El caso es que justamente en el momento en el que estaba introduciendolo en la lavadora, Field bajó y me dijo: ¿estás usando mi detergente para lavar tu ropa? En ese momento me quedé blanca y le dije: ah...pero..¿es tuyo? Y efectivamente, lo era. Le dije que lo sentía que pensaba que aquí todo era de todos. Me miró y me dijo que no pasaba nada, pero claro a mí ya se me había caído la cara de vergüenza...¡qué situación!

Las tareas consistían en lo siguiente:

Limpiar el baño a fondo, es decir el váter, lavavo, ducha y fregar el suelo. En segundo lugar la cocina, limpiar absolutamente todas las manchas de grasa que pudiera haber, los fogones, el grifo, las superficies de las dos neveras y fregar el suelo. Por último estaba la tarea del famoso "vaccum cleaner" que es la aspiradora (esta era la mejor tarea de todas ya que era la menos costosa).

La organización consistía en hacer cada fin de semana de cada mes cada uno las tareas que nos tocasen. Por ejemplo, supongamos que en el mes de enero había cuatro semanas, el primer fin de semana de este a mi me tocaría a mí hacer el baño, el siguiente la cocina, el siguiente pasar la aspiradora y el último sería "free" libre. Es decir que al mes tres findes estarían completos con tareas comunes y uno de ellos lo tendríamos libre. Cada uno sabía la tarea que le tocaba cada semana ya que el horario se encotraba en el corcho de la cocina.

Por otro lado a parte de limpiar también había que comprar productos de limpieza comunes para lavar la ropa, los platos, fregar el suelo etc. Casi siempre se encargaba Valentina de esta tarea ya que decía que no le importaba en absoluto cada vez que hacía la compra comprar también las cosas necesarias para la casa. Otras veces compraba yo papel higiénico o detergente pero normalmente lo hacía ella. Poco a poco vas percatándote de lo independientes que son los ingleses, al menos con los que yo conviví. Siempre querían hacer todo a su aire y con el menor contacto posible con los demás. A veces si que es cierto que me daban un poco de tema de conversación pero vamos que lo justo, y cada vez menos a decir verdad. No tenía mucha relación con ambos, además uno de ellos hablaba tan bajito que era casi imposible escucharlo. Aun así me caía mejor que el otro.

Poníamos cinco libras cada uno cada mes para la compra de productos de limpieza en general. A veces sobraba dinero pero normalmente siempre se gastaba todo. A lo largo de la estancia en la casa también compramos un aspirador ya que el que había se rompió. Estaba un poco viejo ya y a mí se me calló de las manos y acabó de romperse, así que no quedó otra que comprar uno nuevo. También compramos unas cortinas nuevas para el baño ya que las que había estaban viejas y cada vez que te duchabas se te pegaban al cuerpo si te descuidabas.

Bueno pues como os decía al principio todos hacíamos todo y parecía que nos compenetrábamos bien. El problema fue que según fue avanzando el curso uno de los dos compañeros ingleses no hacía las tareas bien. Por ejemplo cuando le tocaba hacer la cocina simplemente pasaba un paño por encima y nada más. Es decir, cuando limpiaba él no se notaba en absoluto que la cocina o lo que le hubiera tocado había sido limpiado. No había diferencia de como estaba antes y después de ser limpiado. En el caso de tocarle el baño simplemente echaba un producto en el inodoro y no hacía absolutamente nada más. El otro chico sí que limpiaba un poco más pero vamos, a decir verdad, las que hacíamos las tareas realmente éramos Valentina y yo.

Una de las veces que bajé por la noche a por algo a la cocina me encontré un ratón. Yo me asusté muchísimo y al día siguiente se lo conté a todos los compañeros. Valentina se sorprendió muchísimo y se notó que no le parecía normal que hubiera ratones en una cocina habitada. En cambio, cuando se lo conté a mis compañeros ingleses su respuesta fue: bah! si es un ratoncito de nada. Como si fuese lo más normal del mundo vaya. Por lo tanto me dio a entender que la limpieza no era lo suyo, les gustaba vivir entre porquerías, lo que a mi compañera y a mí no.

Organización de la basura:

Bueno, no se si lo sabréis pero Portsmouth no tiene contenedores de basura como puede tener cualquier ciudad de España en este caso. Allí el tema de la basura va bastante diferente. En Portsmouth pasaba por nuestra calle cada miércoles por la mañana el camión de la basura a recoger todo lo que los vecinos dejábamos. Por lo tanto esta era otra tarea que teníamos que realizar en conjunto, supuestamente cada semana uno. Al final acabamos haciéndolo mi compañera y yo ya que los otros dos no quisieron hacerse cargo. Así que cada martes por la noche las dos sacábamos todo lo que tuviésemos para tirar. Normalmente nos juntábamos con un par de bolsas de basura grandes, las bolsas que tuviésemos en nuestra habitación (en el caso de haber alguna) y una caja con basura reciclable, en esta era donde echábamos el papel y cartón u otros materiales.

Básicamente acabamos haciendo todo nosotras. Una de las veces que ya nos hartamos hablamos con los dos y les dijimos que esto no podía seguir así, sobre todo por Ben ya que él no hacía otra cosa que no fuera ensuciar. Parece que se puso un poco las pilas y fue un poco más organizado, al menos limpiando los cacharros que manchaba porque hubo una temporada que ni si quiera eso. Hablo de cacerolas, sartenes, platos y vasos comunes que utilizábamos todos para comer o cenar. Muchos días estaban sus restos de comida encima de la encimera sin fregar, y si querías hacerte cualquier cosa aparte de fregar después lo tuyo propio también tenías que limpiar lo suyo (en el caso de no estar en casa y querer hacerte cualquier comida).

Yo os aconsejo a todos aquellos que vayáis a vivir solos compartiendo piso que seáis estrictos a la hora de organizar tareas comunes, que no os echéis atrás cuando tengáis que decirle algo a vuestros compañeros ya que si no os van a tomar por tontos y vais a acabar haciendo todo vosotros, y verdaderamente es injusto así que ante todo las cosas claras.

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