Qué hacer de Erasmus para aumentar tu placer: Sexo (olfato)
He hablado durante los últimos tres artículos de lo que nos puede ayudar la vista en cuanto a la segregación de hormonas positivas o mejor dicho, de placer; y es que sin duda la gran mayoría de personas nos quedaremos con este sentido.
Pero hay otro por el que muchos se vuelven locos en un segundo; por el que les cambia el temperamento con solo una ráfaga de su poder, y que puede traer recuerdos de hace años en tan solo un milisegundo.
¿De qué sentido estoy hablando?
Pues lo cierto es que no tiene ningún sentido (guau, qué gracioso usar sentido hablando de sentidos..... pretendía ser irónico), que me haga tanto de rogar cuando echando la mirada unos grados hacia arriba, me doy cuenta de que ya está todo desvelado en el mismo título de la entrada.... ouchhhhhhhhhhhhh
Exacto, hablo del olfato, ese sentido que se hace grande, majestuoso, con la nariz. Muchos no tendrán en cuenta el poder que tienen entre manos (mejor dicho, entre ojos; "guau, sigues con un toque de humor maravilloso", y "sí, sigo siendo irónico con respecto a tu toque humorístico del momento"); un poder que nos hará cambiar por completo sin darnos cuenta y de que incluso subconscientemente, hará que nos juntemos más con unas personas que con otras.
Y no hablo del perfume o la colonia de turno; sino que son esas hormonas llamadas feromonas, las que nos dan a cada uno de nosotros un olor corporal personal y característico, que hace que por mucho que laves tu ropa con un detergente o el de la marca antagónica (¿hay marca antagónica de gel? No, pero... ¿y lo bonito que ha quedado la expresión qué?); tú seguirás oliendo de la misma manera.
Nos hace únicos, y es que no hay dos personas que huelan exactamente igual, por mucho que alguno que otro me suelte que sí debido a la colonia. Repito, no hablo ahora mismo de la colonia o el perfume que utilice la persona en cuestión; sino del olor personal que se tiene aunque se acabe de levantar y no se haya duchado en unas 18 horas.
¿Es que todos tenemos ese olor personal del que hablas?
Pues claro que sí, ¿pero qué preguntas son esas? Las feromonas se tornan por la naturaleza para que nuestra madre nos reconozca cuando somos pequeños. Y aunque esto sea mucho más útil en el caso de otros animales, sigue siendo curioso que las mantengamos y sigamos disponiendo de ellas para poder ser reconocidos ipso facto.
Prueba a meter a diez personas sin colonia ninguna en una sala oscura y ahora haz que se meta tu madre. Ya verás que no tarda ni un minuto en reconocer quién eres y todo será gracias al olor.
Además, ¿cuántas veces nos hemos dado cuenta de que una persona en concreto es un filón para las del otro género y no sabemos la razón?
A nosotros incluso esa persona nos huele mal; pero es que eh ahí la clave del asunto, pues cuanto más fuerte se tenga el olor personal y peor para el mismo género; mejor para el contrario, que es para lo que están creadas y segregadas. A ti te repele, pero a los demás les encanta y eso tiene mucho sentido (sigues con la palabrita sentido, no sé hasta dónde quieres llegar Antonio).
Podrá ser feo, peludo e incluso poco inteligente; pero se acerca a las mujeres y ellas no se le van de su lado en mucho tiempo y sigues preguntándote las razones. Pues ello hace mucho que está investigado y es lo que diferencia de manera natural a unas personas y a otras. Ese imán natural es mucho más poderoso que unos músculos o incluso algo de dinero (todo en su medida claro). Es por ello que las colonias llevan en mayor o menor medida de este tipo de hormonas para crear una serie de estímulos en el otro género y con ello triunfar más que otras marcas.
¿Lo malo?
Que ya está tan usado, que esos olores típicos de las colonias que usa todo el mundo, hace que las propias feromonas que son las que mejor funcionan y las que más atraen, vayan perdiéndose en número y poder, y con ello perdiendo nuestra fuerza natural mediante los genes, y nos convirtamos en más y más dependientes de este tipo de productos, desde donde yo ahora mismo sentado, me pongo en contra.
¿Por qué?
Pues porque lo primero de todo para ser felices es aceptarse tal y como uno es y por ello salvo en casos extremos de un olor corporal que por una enfermedad sea repulsivo para todos; en los demás casos, habría que valorarlo y auparlo como se debe, pues esa naturalidad que llevamos intrínseca todos, nos hará fuertes y poderosos.
¿Conclusión?
El olor hace que nos suban las endorfinas creadas cuando es positivo, y ello hará que nos acerquemos en mayor medida a esa o esas personas que por ello nos atrae. Cada día veremos a esa persona más guapa, y con mejor tipo cuando en realidad todo forma parte de una química que no podemos llegar a ver con nuestros ojos. De nuevo, es el poder de la mente. ¿Física o química?
Vamos, vamos, vamos, vamos, vamos, vamoooss, vamooooooossssssssssssss gente seguimos aprendiendo, seguimos mejorando.
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Comentarios (1 comentarios)
P P hace 10 años
una buena colonia hace cambiar personalidades