Problemas en el Erasmus y consejos para superarlos
Todo el mundo habla del Erasmus como una bonita experiencia que les gustaría repetir y que se la recomiendan a todo el mundo. Viajar, aprender idiomas, fiestas, conocer gente, conocerte a ti mismo... Todo parecen ventajas cuando un estudiante habla de su experiencia Erasmus. Sin embargo, no todo es un camino de rosas siempre. Durante esta experiencia pueden surgir diferentes problemas que yo misma viví o que me contaron, y pienso que es importante tenerlos en cuenta para saber cómo lidiar con ellos si surgen en algún momento. En esta entrada os contaré algunos problemas que tuve durante mi Erasmus y como los intenté solucionar y los consejos que me ayudaron.
Elegir destino
Escoger la ciudad donde vas a pasar los mejores meses de tu vida es sin duda la elección más importante del Erasmus. Si bien mucha gente tiene en mente desde el principio cual es el destino ideal, a veces este no acaba siendo nuestra elección porque hay alguien que tiene mejores notas, es demasiado caro para nuestro presupuesto o simplemente no tiene una oferta adecuada para nuestros estudios.
Primero hay que tener en cuenta, que tengas las notas que tengas, siempre puede haber alguien mejor que tú, así que es recomendable pensarse muy bien el resto de destinos elegidos y no ponerlos al azar (o no ponerlos) porque estás seguro de que te van a dar tu primera elección.
Algo muy importante a tener en cuenta también es el tutor Erasmus asociado a este destino. Si bien la mayoría te intentan ayudar en todo lo que pueden y se preocupan por ti, no es el caso de todos.
- Durante mi Erasmus tuve un tutor bastante pasota con el que solo contacté un par de veces durante la elección de materias para el contrato de estudios (no me ayudó en nada) y para que me aprobara las materias del contrato de estudios definitivo. Más allá de eso no tuve noticias de él, por lo que os recomiendo que si vuestro tutor no os ayuda lo suficiente, que lo habléis con vuestra universidad por si es posible hacer un cambio o por lo menos, para que estén al corriente.
El tema del dinero es también importante pero no debería ser un inconveniente para no elegir el destino. Pensad que antes de irte de Erasmus, siempre deberíais tener un fondo de dinero por si algo ocurriese. Aunque durante la estancia te van dando becas, al principio lo tienes que sacar todo de tu bolsillo, y a veces estas becas tampoco son suficientes para cubrir todos los gastos. Así que es recomendable tener en cuenta el coste de vida de una ciudad antes de elegirla como destino, y una vez allí, es muy importante administrar bien el dinero para poder realizar la estancia sin problemas. Hay que tener en cuenta que viajar, probar comida nueva e irte de fiestas son cosas muy llamativas, pero a veces hay que sacrificar algunas cosas. Si vais ahorrando a lo largo del año, al final tendréis la oportunidad de aprovechar los últimos meses con más libertad y dinero.
En cuanto a la oferta de estudios: si vuestra universidad tiene un convenio con otra es porque tienen carreras con planes de estudios parecidos, por lo que no debería haber ningún problema a la hora de elegir asignaturas. Podéis echar un vistazo de las carreras y de sus asignaturas antes de hacer el primer borrador de destinos, pero no deberíais preocuparos mucho porque hasta que sepáis el destino definitivo no vais a poder investigar a fondo. Es más, el tutor de vuestro destino final debería ayudaros en esta elección, por lo que no debería ser un problema importante.
Por último, un consejo muy importante es que no elijáis un destino porque vayan todos vuestros amigos, ya que pueden pasar dos cosas: que al final os separen porque no tenéis las mismas notas y os sintáis tan decepcionados que pensaréis que el Erasmus ya no merece la pena, o que os toque finalmente en el mismo destino y os paséis la vida pegados. Pensad que el Erasmus es una oportunidad única para conocer nueva gente, aprender idiomas y descubrir mundo. Si vais con alguien conocido lo más seguro es que no salgáis de vuestra zona de confort, ya que es muy probable que acabéis hablando en español entre vosotros quitando tiempo a practicar un nuevo idioma con otras personas, o que incluso os adaptéis a los planes de las otras personas sin tomar realmente decisiones propias. Si os vais a diferentes destinos de Erasmus siempre existirá la opción de visitaros en vuestros respectivos destinos, así que esto será una ventaja.
Contrato de estudios
La elección de las materias que vas a cursar durante el Erasmus y el consecuente contrato de estudios es una de las partes más importante (y a veces incluso difíciles) de esta experiencia. Si bien la universidad siempre te deja un poco de margen respecto a las materias que puedes elegir (mientras elijas asignaturas similares a las tuyas), es cierto que no siempre merece la pena escoger materias al azar.
Aquí surge el primer problema, ya que no siempre es fácil elegir las asignaturas sin saber muy bien cómo van a ser ni si serán adecuadas para tus estudios. En este caso, es importante hacer una pequeña investigación con el tutor (o sin él, si no te ayuda lo suficiente) y tener en mente más o menos las asignaturas que parezcan más atractivas y que te gustaría probar los primeros días al llegar. Ten en cuenta que una vez allí puedes modificar el contrato, así que pienso que es recomendable hacer la elección definitiva de asignaturas una vez que hayas asistido a un par de clases y hablado con los profesores de cada una para ver si estas son adecuadas para tus estudios y si, obviamente, puedes cursarlas.
Aprovechad todas las asignaturas que podáis, es decir, no os metáis en alguna porque parece más fácil, sino porque es interesante para vuestra formación. Pensad que mientras estáis de Erasmus, os estáis perdiendo materias de vuestra universidad de origen, así que merece la pena compensarlas con formación similar o nueva porque al volver quizás os sintáis perdidos por no haber estudiado lo mismo.
Una cosa a tener en cuenta es que en algunas universidades no hay asignaturas para los Erasmus, por lo que el trabajo para encontrar asignaturas adecuadas y encajar los horarios será el doble, así que, por experiencia propia, en este caso os recomiendo mucha paciencia.
Por otro lado, otra cosa importante es tener muy bien organizado el tema de los documentos del Erasmus. Tanto el contrato de estudios como los documentos de llegada y partida o mismo las notas. Hay que tener en cuenta que muchos de estos documentos tienen un plazo para ser entregados y tienen que estar firmados, así que, si vuestro tutor no os ayuda, estad muy atentos a estos plazos y a llevar todo al día.
- Por ejemplo, un problema que me surgió a mí es que cuando llegué a mi universidad y me llegaron las notas, me faltaba un documento del contrato de estudios por entregar. Este documento no lo tenía yo, ya que se lo había quedado la responsable de relaciones internacionales de mi universidad de destino, por lo que tuve que enviarle un correo y pedirle que me lo escaneara firmado para poder enviárselo a mi universidad. Por suerte, en mi caso lo pude solucionar, pero es muy importante preparar y enviar todos los documentos que la universidad te pida o marque en los documentos que tienes que enviar.
Finalmente, teniendo en cuenta que podéis modificar el contrato de Erasmus una vez estéis allí, también podéis alargar la estancia de 6 meses a un año, por lo que no hace falta que al principio os preocupéis por esto. Si el primer mes de Erasmus va bien, podéis empezar a pensar en quedaros todo el año, y si no, dejáis el contrato como está.
Perderse en la ciudad
Esto equivale tanto a perderse literalmente por las calles de la ciudad como estar perdido con el idioma, ya que en muchos casos, esto va junto.
Por un lado, perderse en la ciudad es lo habitual cuando no se conoce, sobre todo en los primeros días. Ya sea al ir en medio de transporte o andando, es muy probable que os perdáis en algún momento del Erasmus, sobre todo si ya lo hacíais antes en vuestra ciudad original. Hay gente, como yo, que tiene un pésimo sentido de la orientación. En este caso solo recomiendo dos cosas: Google Maps y una buena conexión de datos de internet. También existe la posibilidad de preguntar a la gente por la calle, pero es muy posible que o no sepan decirte o te hagan perderte aún más. En este último caso, lo necesario siempre es paciencia.
- Una de las cosas que más me ayudó con este problema es que no suelo entrar en pánico en estos momentos, ya que sé que al final me acabaré encontrando, y si no lo hago, siempre puedo preguntarle a alguien.
También es cierto que perderse en muchas ocasiones es sinónimo de encontrar nuevos lugares que nunca hubierais encontrado de otra forma, por lo tanto, esta situación no tiene porqué acabar mal siempre. Así que, si disponéis de lo anterior (Google Maps, internet y paciencia), podéis dejaros perder algún día por la ciudad y ya veréis cómo acabaréis sorprendidos de lo que podéis encontrar.
Por otro lado, está el tema del idioma. Es muy normal que al principio no tengáis ni idea de hablarlo, aunque llevéis toda la vida estudiándolo, porque en cada sitio el idioma tiene sus características y pronunciación así que a veces cuesta acostumbrarse, pero al final lo haréis. Así que lo único que podéis hacer en este caso, si tenéis problemas con el idioma, es practicar lo máximo posible con toda la gente con la que tengáis oportunidad, dejar que os corrijan, y por supuesto, seguir estudiando el idioma, ya sea en las clases para Erasmus o por vuestra cuenta.
Estar solo
Si bien esto puede no ser el mayor problema para alguna gente, es cierto que existe una posibilidad de que te encuentres solo o perdido en algún momento de tu Erasmus, sobre todo los primeros días. Mientras que mucha gente hace amigos facilmente y es capaz de relacionarse hasta con gente nativa sin problema, hay muchos otros que no tienen esta facilidad y que lo pasan mal al principio.
- En mi caso, mi mayor problema es que en mi destino éramos cuatro Erasmus. Por un lado, esto era una clara desventaja porque no tuve la oportunidad de conocer a tanta gente que estuviese en mí misma situación y que me entendiese. Por otro lado, la ventaja era que iba a ser más fácil que nos hiciésemos amigos (aunque esto solo pasó con dos de los tres Erasmus) porque no había mucha más elección. Además, esto me forzaría a hacer amigos franceses ya que en la mayoría de clases en las que estaba era la única Erasmus. Esto último no pasó. Mientras que había alguna gente que se interesaba por mí al principio, esto dejó de suceder a medida que avanzaban los días y llegué a un punto que no tenía claro qué hacía allí. Por suerte, tenía una amiga que conocía antes con la que podía hacer planes y vivir en casa de su abuela me ayudó muchísimo, ya que podía relacionarme con ella y su familia.
Lo anterior no impidió que en algunas ocasiones me siguiera sintiendo sola, pero había algunas cosas que tenía muy claras y que os las doy ahora como consejos por si os ocurre lo mismo.
Lo primero es que hay que ser valientes sin importar lo que piense la gente. Esto va sobre todo por lo del idioma. Aunque no tengáis el mejor nivel o ni siquiera sepáis decir ni una palabra, intentadlo. A la mayoría de gente nativa le gusta conocer Erasmus, pero no se atreven ya sea por timidez o porque no quieren molestar. Por mucho que tengáis dificultades para comunicaros, van a agradecer muchísimo que deis el primer paso al interesaros; el resto ya los darán ellos.
Otro consejo es que hay vida más allá de la universidad. Por supuesto, la mejor gente que podéis conocer son gente joven porque es muy probable que tendrá gustos más similares a los tuyos y podréis viajar e ir de fiesta juntos, sobre todo si son Erasmus. Pero hay muchas otras posibilidades de conocer gente fuera de la universidad. Una muy buena forma es asistiendo a un club de conversación de tu idioma donde encontrarás a gente que le guste el español (u otros idiomas) y que estarán encantados de tener a un nativo entre ellos, por lo que existe una probabilidad muy grande de que os llevéis bien.
El último consejo es que no tengáis miedo a estar solos, ya que el Erasmus también es importante para conocerse a sí mismo y así es de verdad cómo uno lo hace. Si os apetece viajar a algún lado, viajar solos os permitirá ir a vuestro aire y será una gran oportunidad para conocer sitios que no hubierais conocido si fueseis con alguien. Si no lográis hacer muchos amigos durante la estancia tampoco os preocupéis mucho. Con el paso del tiempo, mucha de la gente que conocéis se va perdiendo por el camino, así que si hacéis pocos conocidos, será más fácil mantener el contacto con todos.
Fin del Erasmus
Después de meses (ya sea un cuatrimestre o todo el año) en tu nueva ciudad, es muy difícil tener que decirle adiós, sobre todo porque hacia el final es cuando realmente ya te suelen ir mejor las cosas y ya estás mejorando el nivel del idioma.
Uno de los problemas que puede surgir en estas épocas, además de todo el papeleo, la mudanza y demás, es el tema de las convalidaciones. Si tuviste la suerte de aprobar todo aún habiendo aprovechado bien el Erasmus, estás de enhorabuena porque te sentirás orgulloso de haber vivido la mejor experiencia de tu vida sin haber perdido nada. Por otro lado, si os pasa como a mí, que lo dais todo y aún así no lográis aprobar todas, no pasa nada. El Erasmus está para disfrutarlo. Como dice mucha gente, la carrera se llama así pero no es una carrera.
- Por supuesto, en mi caso fue un verdadero problema ya que al ir solo un cuatrimestre y enviarme las notas muy tarde no pude recuperar las asignaturas en la segunda convocatoria ni en Francia ni en España, por lo que tuve que repetir las que suspendí.
Si veis que no vais a dar, os recomiendo hablar con ambas universidades para informaros bien sobre las posibilidades de recuperar las asignaturas, ya sea en vuestra universidad de origen o en la universidad de destino, para no llevaros una decepción. Sea como sea, todo lo que hayáis aprendido en el Erasmus merecerá la pena aunque no logréis pasar todas.
Y por último, lo más difícil del fin del Erasmus, por supuesto, es despedirte (sobre todo si lo pasaste bien). Despedirte de los amigos que haces, de la gente que conociste, de los profesores, de la universidad, de la ciudad y de la vida Erasmus.
Lo primero es asumir que esta experiencia probablemente no se vuelva a repetir (por supuesto, no la misma, ya que cada una es diferente), por lo que es muy importante pensar en todas las cosas que hayas hecho y no arrepentirte de lo que no hiciste, porque sabes que en su momento no pasó por alguna razón.
Para esto no tengo ningún consejo. A pesar de que dicen que siempre existe la posibilidad de hacer otro Erasmus (porque no gastaste los doce meses, porque lo puedes hacer en el máster o porque puedes hacer otro programa como el SICUE) sabes que nunca será igual, por lo que es entendible la dificultad para decirle adiós a un sitio que te hizo sentir tan bien. Solo queda pensar en los buenos momentos que viviste y en todo lo que podrás contarle a los que te esperan en casa, tus amigos y tu familia que estarán contentos de verte.
Estos son algunos problemas, recomendaciones y consejos que me ayudaron a mí, pero obviamente, cada Erasmus es una experiencia diferente, por lo que cabe la posibilidad de que no tengáis ninguno de estos problemas o tengáis otros peores. De todas formas, os deseo mucha suerte si vais a empezar un Erasmus pronto. Aprovechad cada segundo y no os dejéis desanimar por los problemas que os puedan surgir.
Contenido disponible en otros idiomas
¿Quieres tener tu propio blog Erasmus?
Si estás viviendo una experiencia en el extranjero, eres un viajero empedernido o quieres dar a conocer la ciudad donde vives... ¡crea tu propio blog y cuenta tus aventuras!
¡Quiero crear mi blog Erasmus! →
Comentarios (0 comentarios)