Para los submarinistas

En Croacia en general se pueden hacer muchas cosillas, sobre todo el submarinismo, los amantes de la disciplina estáis de suerte.La variada topografía subacuática de la costa croata ha hecho surgir una creciente industria del buceo. Desde Istria hasta Dubrovnik,casi cada destino turístico costero posee un centro de submarinismo, normalmente de propiedad alemana. Aunque se puede encontrar un poco de todo por la costa, las atracciones principales son los barcos hundidos (pecios) y las cuevas. La piedra cárstica que forma las montañas costeras ha creado una sorprendente variedad de cuevas submarinas a lo largo de toda la costa, pero en especial en las islas Kornati. Los buques naufragados son también una popular atracción turística, en concreto los restos del Barón Gautsch,cerca de Rovinj. Los restos de naufragios romanos con ánforas se pueden hallar a poca distancia de Dubrovnik, aunque se necesita un permiso especial para acceder a ellos, ya que se trata de monumentos culturales protegidos. La ruta submarina desde la isla de Loáinj, ofrece una buena mezcla de lugares interesantes: malecones, cuevas y barcos naufragados.

La vida marina no es tan rica como la que se puede encontrar en el mar Rojo o en el Caribe, aunque se pueden observar de vez en cuando meros, anguilas, sardinas y caracoles. Las esponjas y los abanicos de mar se encuentran entre la flora marina, aunque los arrecifes de coral yacen en las profundidades (aproximadamente a 40 m), puesto que los que se hallan más acerca de la superficie que ya han sido “saqueados”. El ecosistema que rodea la isla de Vis es el que posee más vida marina ya que la isla fue durante muchos años una base militar donde estaba prohibido el acceso y en sus aguas no se ha pescado en exceso. La mayor parte de las localidades costeras e isleñas de vacaciones mencionadas en esta obra tienen centros de buceo.

A la hora de bucear es necesario tener en cuenta los siguientes consejos para ayudar a conservar el equilibrio ecológico y la belleza de los arrecifes:

Nunca hay que usar anclas en el arrecife, y se debe tener cuidado de no chocar con el coral.

Hay que evitar tocar o pisar organismos marinos, o arrastrar el equipo por el arrecife. Se puede dañar las cosillas de allí incluso con el contacto más suave. Si es necesario agarrarse al arrecife, solo hay que tocar la roca expuesta o el coral muerto.

Hay que ir con cuidado con las aletas. Aunque no haya contacto, las corrientes creadas por el aleteo pueden dañar a organismos delicados. También se debe evitar levantar nubes de arena, que pueden asfixiar a estos organismos.

Se debe mantener un buen control de flotabilidad. Se puede causar un gran daño si se desciende demasiado rápido y se choca con el arrecife.

Hay que estar el menor tiempo posible en las cuevas submarinas, ya que las burbujas de aire que soltamos podrían quedar atrapadas en el techo y dejar a los organismos secos y a flote. Es aconsejable inspeccionar el interior de las cuevas pequeñas por turnos.

Hay que resistirse a la tentación de recoger o comprar corales o conchas, o de saquear yacimientos arqueológicos submarinos (principalmente naufragios). Hay que asegurarse de llevarse todos los desperdicios, los propios y los que se encuentre. El plástico es especialmente dañino para la vida marina. No hay que alimentar a los peces. Se debe minimizar el impacto sobre los animales marinos. No hay que subirse nunca a la espalda de las tortugas.

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