Para aprender tienes que fallar.

Nos acostando sabiendo que somos perfectos.

Nos acostamos sabiendo que somos perfectos, y, por lo tanto, nos acostamos sin hacer nada nuevo. Dormimos con la conciencia tranquila de que no hemos fallado una sola vez en todo el día, todo lo que hemos hecho lo hemos hecho a la perfección.

Has andado por la misma calle que siempre sin ningún problema, has hecho los ejercicios de siempre sin ningún problema, has hablado con las mismas personas que hablas todos los días y te has acostado en la misma cama con el pensamiento de que tu día ha estado impecable porque no has fallado una sola vez. Esta lección la recibí de uno de mis profesores de la Universidad de Murcia que más me ha marcado tanto profesional, como personalmente.

Queremos ser perfectos, levantarnos y no equivocarnos en ninguna de las cosas que vayamos haciendo durante el día, y, por lo tanto, no hacemos cosas nuevas ni aprendemos nada nuevo. No queremos arriesgarnos por el simple hecho de fallar, mirarnos al espejo y pensar que no somos perfectos. Pero no chicos, siento deciros que no lo somos. 

Alomejor un día te levantarás con un grano en medio de la nariz, otro día te pondrás nervioso en medio de una presentación importante, quizá los trabajos en lo que tanto pusiste empeño no has recibido la nota que pensaba que merecías. Pero al día siguiente debes salir a tu presentación con más ganas que nunca, quizá te la tienes que preparar un poco más o probar alguna cosa nueva que se te ocurra o que creas que puede funcionar. Los trabajos los tendrás que mirar desde otra perspectiva, hablar con el profesor a ver que buscaría en ellos, poner más interes en otros puntos. Y a ti, a ti te tienes que mirar al espejo con la conciencia de que hoy vas a dormir como siempre, con ese grano en la nariz o sin el, con los errores que has cometido en tu presentación, con tus pros y tus contras, pero fallando. 

Es tan importante fallar porque esto va a ser lo que te acerque a aquello que estés buscando. Si te acuestas pensando que eres perfecto, que no has fallado ni una sola vez, y que tu vida sigue como la dejaste ayer, mañana te volverás a acostar con los mismos problemas que tuviste el otro día. Evitarlos no van a hacer que desaparezcan, pero ir de frente a por ellos si.

No te estoy pidiendo una autoaceptación de ti mismo que te llevará a la felicidad extrema o cualquier cosa propia de un libro de autoayuda (No hay nadie que odie más que yo estos libros llenos de efecto pigmalión coloreado). Te estoy dando "la clave" que me ha llevado a hacer mi erasmus, a aprender idiomas y a atreverme a cumplir todas esas cosas que pensaba que no pasarían.

Todo el proceso tiene cuatro sencillos pasos, pero tienes que empezar con la mentalidad de que vas a fallar. Tan simple como eso, intentarás algo nuevo que nunca jamás has hecho y fallarás. Fallarás y te verás a tí mismo como imperfecto, pero eso es algo bueno, te voy a contar porque.

Cuatro niveles para aprender un idioma nuevo.

Aprovechando el tema de mi blog, analizaré el aprendizaje de una lengua nueva. Aún así estos pasos lo puedes usar para otras cosas diferentes, desde aprender a conducir un coche hasta aprender a jugar a un deporte nuevo. 

Los cuatro niveles para aprender un idioma nuevo:

1. Desconocimiento inconsciente
2. Desconocimiento consciente
3. Conocimiento consciente
4. Conocimiento inconsciente.

El desconocimiento inconsciente.

Este parece ser el escalón preferido de las mayoría de personas. No sabemos hacer algo, somos un completo desastre en esa actividad. Aún así, nosotros no somos conscientes de que no sabemos hacerlo porque ni siquiera lo hemos intentado. Por lo tanto, al estar tranquilos de ser perfectos y no haber fallado una sola vez, dormimos con la conciencia tranquila, pero esto no va así. 

Ejemplo: Yo cuando llegué de erasmus no era consciente de que mi nivel de inglés era tan bajo, pensaba que me podría defender porque había ido a clases en el instituto, o simplemente ni me planteaba esta pregunta. No sabía hablar inglés, pero tampoco era consciente de ello. Cuando llegué a Milán me encontraba en el primer nivel del aprendizaje.

El desconocimiento consciente.

Este es el nivel al que os quería llevar con el parrafo que hace la introducción a mi entrada. Aquí es cuando fallamos en algo que no sabemos hacer, por ejemplo, hablar un idioma. Fallamos y entonces nos damos cuenta de que no somos perfectos, de que esa actividad no la sabemos hacer, es más, somos un completo desastre en ella. Por lo tanto, ahora no sabemos hacer una actividad (por ejemplo hablar en inglés), y somos conscientes de ello. Este escalón es muy importante, ya que gracias a él podrás actuar.

Ejemplo: Un ejemplo de este nivel sería el día que quedé con erasmus de todos los países en el parque Sempione. Allí todos hablaban en inglés, y fallé estrepitosamente al no entender una sola palabra ni saber como contestar en ningún momento. Los demás, en cambio, no tenían ninguna dificultad en comunicarse en esa lengua. Aquí fue cuando me conocí un poco más, pasé al siguiente nivel, y me dí cuenta de que no sabía hablar inglés, de que no era perfecto. 

El conocimiento consciente.

Aquí es cuando empiezas a esforzarte en aprender eso en lo que siempre has fallado. Vas progresando y lo sabes, aún así todavía estas en la tercera fase. Tienes que esforzarte en hablar en inglés, quizá traduciendolo desde el español o cualquier otra técnica que uses. Ya sabes hablar este idioma en mejores condiciones que el día que estabas en el primer escalón, aún así, esto te cuesta un esfuerzo. Hablas inglés pero no es fluido, no sale solo.

Ejemplo: Aquí os podría poner un ejemplo de todo mi erasmus, pues creo que aún no he pasado de esta fase. Ahora mismo soy consciente de que estoy mejorando, voy progresando y voy cometiendo errores a la misma vez. Entiendo muchísimo más de lo que entendía el primer día, hablo muchísimo más de lo que hablaba el primer día. Aún así, esto no sale solo, yo soy aún consciente de mi esfuerzo por este idioma. Ya estoy en el tercer escalón.

El conocimiento inconsciente. 

Aquí llega el punto a donde todos queremos llegar. Quiero recordarte que solo vas a llegar aquí si antes has fallado, si te has dado cuenta de que eres imperfecto y de que para aprender una cosa nueva (Como un idioma) debes empezar desde el primer escalón.

Aquí sabes desarrollar a la perfección esta actividad, tu inglés es fluido sin ningún esfuerzo, sabes montar en bicicleta sin ningún tipo de esfuerzo, tu aprendizaje aquí ha "finalizado". Sabes hacer esa actividad, pero no sabes que lo sabes. Ni siquiera tienes que pensar en que estás hablando en inglés, te saldrá solo. Si te pregunta la persona que tienes al lado cómo has entendido lo que la otra persona te está diciendo, tú no sabrás explicarselo, simplemente lo sabes.

Ejemplo: Aquí os pondré un ejemplo de mi italiano, ya que mi inglés está aún en proceso de elaboración (lo tengo metido en el horno de la tercer fase, ya saldrá tranquilos). Este escalón me encuentro cuando hablo con algún nativo y puedo responder sin ningún tipo de problema, luego miro a la persona de al lado esperando a que conteste también, pero me doy cuenta de que él no lo ha entendido. Yo ya estoy en el último nivel de aprendizaje ¿Y tú? 

Soy perfecto.

No hay nada que te aleje de ser perfecto, más que pensar que lo eres. Si piensas que ya lo sabes todo, vas a tener razón para ti mismo. Te encontrarás todos los días de tu vida en el primer nivel, porque no te atreves a fallar y a mirarte en el espejo, con esas dificultades que todas las personas se van a encontrar alguna vez a la fuerza. Pero tú en vez de buscarlo, lo estás dejando venir, y un día te pueden venir todas de golpe y darte cuenta de que no, que no eres perfecto ni lo vas a ser nunca. 

Cuando llegues a tu erasmus equivocate, habla en inglés, en italiano, habla con el chico de información, con el camarero, con todos los que te encuentres. No es malo fallar, no se porque la sociedad nos ha incorporaro esto en nuestro chip. Fallar solo te va a pasar del primer escalón al segundo. Nos va a enseñar lo que desconocemos para que podamos aprenderlo, es simple, pero no es fácil.

Si te quieres acostar todos los días con la consciencia tranquila de que lo estas haciendo todo a la perfección, es tu elección. No quiero darle lecciones de vida a nadie, cada uno puede coger este consejo o dejarlo en el cajón. Pero te digo que un día te levantarás sabiendo que no eres perfecto, por más que lo quieras evitar la sociedad misma te obligará a fallar. Por lo tanto, en vez de esperar a que el agua esté en pleno huracán, yo que tú cogía el timón y manejaba hacia donde tienes que ir y cómo. Así, si algún día llega ese temporal, ya sabrás como tienes que manejar la barca. Si tienes que hacer tu presentación del TFG, ya tendrás muchas presentaciones a tu espalda si te has esforzado en mejorar. Si tienes que entregar tu primer documento para tu primer trabajo, ya sabrás que y cómo debes de hacer, pues ya te has ido esforzando a lo largo de tu carrera a desarrollar este conocimiento.

No te quedes en el primer escalón, tan solo fallando podrás llegar al último nivel de aprendizaje.