No sin mi almohada - Antes de empezar

Estos días pienso mucho en cómo va a ser acomodarme en la residencia de estudiantes. Estoy segura de que no habrá mayor problema por la compañera de habitación que me toque, seguro que con el tiempo nos acostumbramos la una a la otra.

Sin embargo, he decidido algunas cosas:

-Llevar mi nórdico con su funda. Siempre será bueno tener la sensación de que tu casa no está en realidad tan lejos.

-Por supuesto, llevar mi almohada. Me ha costado mucho "acostumbrarla" a mis meneos nocturnos como para olvidarme de ella.

-He pensado que también sería buena idea comprarme un antifaz de esos que se utilizan para dormir. Puede ser que mi compañera prefiera dormir con algo de luz y... ¡yo soy incapaz! Unos taponcitos de oídos también sería una buena idea...

¡Espero que os sirva de algo!