No se qué hacer con mi vida : Animación turística como experiencia profesional.
¡Hola valientes y aventureros/as, perdidos o divagando tras finalizar vuestros estudios!
Os voy a hablar en este blog de una de las experiencias más bonitas que he vivido y que me han hecho dar un giro en la vida y mirarla de una manera distinta, divertida, animada.
¿Cómo comienza este viaje?
Al terminar mi ciclo de Técnico superior en educación infantil en Cáceres andaba un poco perdida y como también soy un culo inquieto, al volver de mi Erasmus+ en Londres me empezó a entrar ese gusanillo por viajar y moverme.
Observando la situación laboral en España desde el año 2015, me decidí a buscar trabajo, ya que es lo que se supone que haréis cuando finalicéis vuestros estudios, eso o seguir con un máster, alguna especialización, doctorados, becas de investigación… La verdad que aquellos que estéis estudiando una carrera tenéis muchas mas posiblidades de continuar vuestros estudios que nosotros, los técnicos superiores.
Mi meta laboral tras finalizar mis estudios no era seguir estudiando, sino poner en práctica todas aquellos maravillosos conceptos, metodologías y actividades que había aprendido durante mi ciclo, pero hay veces que planeas y no sale como esperas, y otras veces, que sin planear nada te llegan oportunidades que no deberías desaprovechar.
En 2016 me embarqué en mi primera experiencia como Aupair en Irlanda, en la cual pasé solo 6 semanas, pero que fue fantástica. Al volver a España pasé un tiempo viajando, haciendo voluntariado, trabajando en el verano… Pero al finalizar el verano y llegar septiembre de nuevo, comenzó otra vez el quebradero de cabeza, ¿qué hago y dónde?
Y comenzó ese ciclo infinito de echar curriculums, recibir negativas, no recibir respuesta incluso y la desmotivación… Y eso es algo que no quiero para mí ni se lo deseo a nadie.
Por circunstancias de la vida y por mi insaciable curiosidad comencé a ojear en diferentes páginas de ofertas de empleo y encontré esta:
Y ahí se abrió la puerta a la experiencia que os voy a contar en este blog, la animación turística.
Este post os interesará si:
- Os gusta trabajar o estar en contacto con la infancia, hacerles descubrir el mundo de una forma divertida y sana.
- Sois extrovertidos y os encanta hablar con la gente, la atención al cliente y los trabajos de cara al público.
- Tenéis fluidez con los idiomas o al menos interés en ellos, sobre todo con el inglés, que no os de vergüenza hablar en otro idioma.
- Os gustan los deportes y tenéis formación en este campo, ya sea a nivel profesional o amateur, baile, gimnasia, yoga, Pilates…
- Estáis en un momento de vuestra vida que no sabéis que hacer, pero teneis ganas y motivación para adentraros en un proyecto turistico que os mantenga ocupados y activos.
- Teneis experiencia o formación en temas audiovisuales y espectáculos.
- Habéis estudiado un grado o un ciclo relacionado con actividades deportivas, animación, educación, pedagogía, psicologia infantil o educación social.
- Ganas de trabajar, de compartir alegría y buen rollo y salir del nido.
Pues con uno de estos factores, si son varios, mejor, ya seriais los animadores/as ideales.
Y esto aunque parezca propaganda o spam, no lo es, es que realmente considero que esta experiencia habría que vivirla al menos una vez en la vida, de verdad.
En la página que os indico figuran todas las ofertas de empleo de una de las empresas con mejor reputación, que es la empresa más conocida en el sector de la animación en España, y es que realiza su actividad en Islas Canarias, Islas Baleares, y la costa del sur de España.
https://www.animajobs.es/trabajo-animador-turistico/ofertas-de-trabajo
También os dejo otra página que se relacionan con el mismo sector y diferentes empresas:
https://www.turijobs.com/ofertas-trabajo-animacion
Yo nunca me habia planteado la animación hotelera como futuro profesional, aunque sea un tipo de educación no formal que me guste, no vi la posibilidad. Pero cuando me metí en esa página y vi una oferta de empleo como animador de miniclub para trabajar con niños de 3 a5 años… La vida me estaba mostrando otro camino distinto y el no ya lo tenía seguro, asique apliqué a esa oferta.
Contactaron conmigo una semana después de enviarles mi curriculum y concertamos una entrevista por Skype, la cual fue muy bien y en la que me preguntaron sobre aspectos como: hobbies, idiomas, experiencia profesional y motivaciones para el puesto de trabajo, además de disponibilidad.
Todo pintaba muy bien, y mi ilusión y motivación iban en aumento a medida que pasaban los días tras la entrevista, aunque yo no imaginaba que la respuesta acabase siendo un: sí.
A los pocos días recibí un correo electrónico con una oferta de trabajo, estaba dentro, y ya me quedaba decidir si me lanzaba a la aventura o no.
Las condiciones del contrato eran las siguientes:
- Contrato indefinido
- 720€ netos al mes (Alojamiento y manutención incluidos)
- 30 días de vacaciones por año
- 2 dias libres por semana.
- Jornada completa 40 horas semanales ( aunque esto en animación no suele ser el caso)
Tras ver esto, y observar cómo estaba la situación laboral en mi sector, creo que la decisión estaba bastante clara, además yo no sabía si queria ejercer aún como educadora en un centro infantil, porque como soy bastante selectiva, se que no quiero trabajar en cualquier sitio, ni a cualquier precio y si tengo la opción de elegir, voy a elegir, aunque esto conlleve más tiempo y más quebraderos de cabeza.
Antes de contar mi experiencia en primera persona, he de decir que para mí descubrir la animación ha sido una de las mejores decisiones que he tomado en mi vida. He practicado idiomas que jamás pensé que conocería, como el islandés o el holandés, pues he tenido compañeros y compañeras de trabajo de todas partes del mundo, así como clientes que atender en el hotel.
Me he desarrollado profesional y personalmente, aprendido a ser mas extrrovertida, perder el miedo escénico, conocer mis limitaciones y mis habilidades, aumentado mi creatividad y mis ganas de explorar y conocer.
Me ha permitido vivir de forma independiente, saber gestionar una rutina de forma efectiva, lidiar con horarios diferentes cada semana, tareas diferentes cada día, es decir, sentirme a gusto con la incertidumbre y la improvisación.
Y sobre todo, me ha demostrado que en esta vida, no solo tenemos que tener una sola vocación, interés o afición y que aunque hayamos decidido tomar un camino a nivel de estudios, somos válidos en muchos más campos, pero no lo sabremos si no nos aventuramos a ellos y probamos distintas experiencias.
MI EXPERIENCIA EN ANIMACIÓN TURÍSTICA.
Emprendí mi rumbo hacia Lanzarote el 7 de octubre de 2016, en avión desde Sevilla, con una maleta llena de “por si acaso” y muchas ganas e ilusión. El vuelo duró unas 2 horas y 30 minutos y aunque no recuerdo el precio del billete de ida con exactitud, rondaría los 65€ con maleta incluida, pues en estas fechas poca gente tiene vacaciones, supongo.
Para mi sorpresa, el aeropuerto de Lanzarote, que se situa en playa Honda, era minusculo comparado con una t4 de Madrid o incluso el de Sevilla, pero al final lo encontré como una ventaja, tiempo que te ahorras en llegar y en deambular por el aeropuerto.
Salí de la sala de cintas de equipaje con esa sensación en el estómago que te crea la incertidumbre de no saber qué encontrarás tras esa puerta automática que parece del programa de Lluvia de estrellas…
Yo no esperaba encontrar a nadie conocido, obviamente, pero un señor muy simpático lucía un hermoso cartel con mi apellido, habían venido a recogerme en un shuttle bus para trasladarme al hotel, ¿no es un detallazo esto?, pues si me hubieran dejado a mi suerte esa noche, no se donde hubiera acabado…
La duración de nuestro viaje fue de unos 25-30 minutos hasta mi destino, Playa blanca, y yo solo recuerdo la sensación de viajar por esas carreteras oscuras, oliendo a mar y sintiendo una brisa por la ventana…
Al llegar al parking del hotel, cogí mi maleta y contemplé el maravilloso escenario que tenía delante de mis ojos, aquello era brillante y no solo por la iluminación de ese hotel 5 estrellas lujo ( yo no sabía que había mas categorias que 5 estrellas, porque como siempre viajo low cost y mientras haya cama y aseo soy feliz).
Fui al mostrador de recepción donde un chaval muy majo contactó con el responsable de animación que estaba esperando mi llegada. Tras recorrer varios pasillos y conocer los recónditos lugares de un hotel, llegué a mi casa.
Mi casa que era la casa de otras 60 personas más, un pasillo de habitaciones de uso para los trabajadores de animación y otras secciones del hotel. Vuelta a mi adolescencia y a las experiencia de campamento de verano.
Una vez me instalé en mi habitación, la cual compartí con dos compañeras más, di un rodeo por allí. En la habitación teniamos un cuarto de baño, una cocina con fregadero, estanterias, frigorífico, 3 armarios, una mesa y sillas y mi camita, con sábanas blancas y una almohada almidonada, pues aquí también te hacían la colada de la ropa de cama.
Como una reina estaba vaya. Y aunque mi aventura comenzaba el lunes, yo ya quería que llegase el dia siguiente para conocer a mis compañeros y conocer todo aquello donde me había adentrado.
Ese fin de semana decidi hacer la ruta que os comento en otros post descubriendo la isla, los hervideros, las salinas y la playa del Janubio.
Al llegar el lunes, me reuní con otros compañeros que comenzaban el mismo día que yo, un catalán con pinta de chulo, que después de nuestra experiencia como animadores se ha convertido en un AMIGO, y otra chica de alemania la cual descubrió que la animación tal vez no era lo suyo.
Nos dieron una formación online antes de comenzar nuestro trabajo, donde te explican aspectos sobre riesgos laborales, y aunque nosotros no hicimos el curso de animación que esta empresa en cuestión ofrece, se de compañeros que si hicieron el curso online y que tras finalizarlo consiguieron un puesto de trabajo en diferentes hoteles.
El primer dia nos enseñaron el espacio dedicado a los más pequeños, y es que ellos también tienen un lugar para pasar sus vacaciones sin mamá y papá al lado las 24 horas.
Era un mini pais para niños donde cada dia se realizaban actividades diferentes desde manualidades, pintacaras, sesiones de peliculas, gymkhanas, actividades acuáticas, excursiones a la playa, olimpiadas, baile… innumerables opciones para ellos y que yo disfruté muchísimo pues solo con ver sus caras cada mañana y la pena con la que se despedían de nosotros… Algunos decían que querían quedarse allí a vivir, normal.
A medida que fueron pasando los días, semanas y meses fui adaptandome mejor a mi nuevo puesto de trabajo, que era sin duda, lo más versátil que había hecho en mi vida.
Había días que los pasaba unicamente con los niños, otros días promocionaba shows con mi uniforme de noche o vestida según la temática del show o me subía al escenario y participaba en musicales, minidiscos, juegos familiares…y una de las tareas que más me gustaba, aunque era el calvario de muchos, era meterme dentro de esas mascotas gigantes que te hacen sudar la gota gorda y pasear por el hotel de la mano de un compañero para dar los buenos días a todos los clientes que están desayunando en los distintos restaurantes del hotel, o recibir a las familias que llegan y darles la bienvenida, así como visitas a niños y niñas para felicitarles por su cumpleaños o cualquier otra ocasión especial.
Y es que los pequeños se enamoran de estas mascotas, os lo puedo asegurar, y es una sensación preciosa salir del camerino con una cabeza gigantesca y unos zapatos donde os queda espacio para otros 5 pies más, y que un montón de niños y niñas corran hacia ti y te abracen.
Para mí estos momentos eran los mejores y una de las razones por las cuales la animación ha sido tan importante en mi vida.
Todo de lo que os hablo es mi perspectiva y mi opinión por supuesto, eso no quiere decir que no haya habido momentos en los que estaba super estresada y en los que he llorado, porque ha habido errores, ha habido incertidumbre, a habido falta de experiencia, desmotivación… pero si hago un balance general, me quedo con las mil cosas positivas que este trabajo me ha dado, amigos, idiomas, tranquilidad, paz, cultura, alegría y felicidad, mucha felicidad.
Y es que cuando convives 24 horas con el mismo grupo de personas durante 6 meses, se acaban convirtiendo en tu familia. Y os digo que esta familia que llegó por sorpresa ha sido uno de los mejores regalos que la vida me ha dado.
¿Qué pasa después?
Pues después pasará lo que querais que pase, es decir, podéis promocionar en este ámbito, pues muchos de mis maravillosos compañeros siguen en animación como responsables o como jefes de animación o han tomado otro destino para seguir con su trabajo con animadores.
Y a los que no veais más futuro en este aspecto, pues nada, a seguir la vida, seguir probando, explorando y buscando lo que os motiva y os llena, quien sabe si descubriréis que el sector turístico es algo que os encanta, y aunque no sea en animación puede ser en otra sección, el hecho de conocer el funcionamiento de un hotel y hacer contactos te impulsa a posiciones que por otros medios no llegaríamos.
Durante mi experiencia como animadora también hice babysitting, animaciones en fiestas de cumpleaños e impartí clases de español a algunos clientes en el hotel.
Pero como os he dicho antes, os recomiendo esta experiencia, porque sin duda algo bueno sacaréis de ella.
Espero que os haya gustado este post y que os embarquéis en la aventura de la animación y que la disfrutéis mucho, sobre todo si lo hacéis en Lanzarote.
¡Un saludo y a extender las alas!
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