Mi primer día en Milán

Eran las 5 de la mañana, el despertador sonó y todo estaba preparado. No había vuelta atrás, comenzaba mi aventura por Milán. No había conseguido dormir mucho, pero la situación era lo suficientemente emocionante para que mis ojos permaneciesen como platos.

Dirección Alicante

En el trayecto hacia el aeropuerto de Alicante, mis padres estaban más nerviosos que yo. No paraban de repetirme que al llegar al aeropuerto cogiese un taxi directo hacia la residencia, que no me preocupase del precio etc. 

Yo notaba ese cosquilleo en el estomago que me decía, esto empieza hoy. No sabía si eran nervios, ganas o una mezcla de los dos, pero ya sabréis como esa sensación el día que os vayais de vuestra casa para empezar vuestro erasmus.

Yo no había salido de mi casa más de 7 días seguidos, sabía que la despedida iba a costar. Mis pensamientos eran muchos, pero tenía más ganas que nadie de que empezase esto.

Aeropuerto

Mi madre se empezó a convertir en una parte de mi cuerpo, no se separaba ni para desayunar. Todos estabamos muy raros, incluido yo. No sabía que iba a significar estar tan lejos de mi familia, era el mejor momento que pasabamos juntos y yo me iba. 

(Pensamientos)

• Todo iba genial ¿Que necesidad tengo yo de irme?
• ¡¡QUE GANAS, QUE GANAS, QUE GANAS!!
• No me quiero despedir.
• ¡¡QUE GANAS DE IRME!!

Se repetían mil y un pensamientos, pero el que más resonaba era... QUE GANAS TENGO DE QUE EMPIECE ESTO.

Una vez con las maletas facturadas solo tocaba esperar. En la espera hubo muchos silencios incómodos, y el ambiente empezó a ponerse más sensible conforme se acercaban los minutos. Los ojos empezaban a ser cristalinos y ninguno quería despegarse. Pero tocaba, había que despedirse

Despedida.

Ese momentos fue uno de los más dificiles sin duda, el reloj estaba cuenta atrás y había que irse. Entonces los miré a todos y dije bueno... ya toca empezar con la ronda de despedida.

La despedida se empezaba a alargar entre abrazos, besos, más abrazos, más besos, lagrimas, besos, abrazos... no se cuanto tiempo estuvimos para despedirnos pero puede ser que cogiese el vuelo del día siguiente y ni me dí cuenta. ¡¡Cuida mucho a los papas matao!! (Fue lo último que le dije a mi hermano)

Entonces me fui. Pañuelo en mano, mirando hacia atrás y viendo a lo mejor que tenía en mi vida. A aquellos que me lo habían dado todo desde el minuto 0, con los que había compartido todo mi tiempo, ya no los iba a ver en un largo periodo. 

Pasé el control de seguridad mirando a ver si los podía ver una vez más. Dejé todas mis cosas en la cinta y... ya los perdí de vista. En el otro lado escuché a una señora diciendome "Excuse me, excuse me the bag!"  Estaba tan nervioso que me dejaba la mochila en la cinta jajajaja, allí no duro 1 semana sin perder algo me dije.

Avión Alicante - Milán.

Una vez en el avión decidí abrir todo lo que me habían dado antes de marcharme. Lo primero que abrí fue un libro, allí estaba escrita una dedicación de mi hermano que me dejó los ojos más cristalinos de lo que ya estaban. Menudo cabrón, me hizo tiritar un poco más, pensar un poco más, echar de menos un poco más.

Entonces, se me ocurrió abrir una carta que había dentro también. Esa carta estaba escrita por mi padre, leí las tres primeras palabras y paré. La tuve que guardar si no quería ponerme a llorar como una magdalena en pleno avión jajajaja. 

Llegada y café polaco.

Llegué al aeropuerto y fui directo a por un café, estaba reventadísimo. Atento de las maletas y con cuatro ojos ví un bar que estaba bastante bien.  

Yo siempre me pedía un cortado pero... de todos esos nombres ¿Cuál será un cortado? No me compliqué mucho y le dije un xpresso, per favore. El camarero empezó a hablarme y no me enteraba de la mitad, al final comprendí que tenía que pagar en la caja primero y luego me servían. 

Una vez con mi café el camarero se puso a hablarme sin parar. Como he dicho arriba el café fue polaco, porque no me enteré de una sola palabra de lo que me dijo, yo solo reía y asentia. ¿El italiano se entiende no? Bueno, pues su italiano no.

En ese momento pensé "volveré de nuevo a este bar y entenderé perfectamente todo lo que me digan, es cuestión de tiempo"

Dirección residencia universitaria U22.

Todos los miembros de mi familia tenían un comentario en común "Coge un taxi desde el aeropuerto hasta la residencia, da igual lo que cueste"

Bien, ese taxi cuesta unos 90 euros y... no, yo no quería ese tipo de comodidades en mi erasmus. Yo quería aprender, hacer cosas nuevas, encontrar dificultades y superarlas. 

Eso hice, cogí un autobus hasta la estación central de Milán que me costaría 5 euros y desde allí buscaría otro hasta la residencia.

El camino fue muy pero que muy interesante. Recibí un mensaje de vodafón indicandome que ya estaba en Italia, y que si tenía algún tipo de problema llamase al 112. 

Todos sabemos que el 112 es el telefono para emergencias sanitarias y policiales. Bien, yo en ese momento ni pensé en ello, no se si eran los nervios, las ganas o todo junto. Los datos del móvil no me iban y quería solucionarlo, por lo tanto  ¿vodafón... 112? 

• Hola muy buenas. 
• Muy buenas digame, ¿Cuál es su problema? (italiano)
• Pues... no me van los datos del móvil
• ¿Cómo? ¿Sabes italiano?
• No, un poco. 
• Muy bien, digame de nuevo.
• ¡¡No me van los datos del móvil!!
• Pero... señor esto es emergencias: Policia, ambulancia, bomberos...
• OHH NO NO NO

Entre risas colgué, no estaba más de una hora en Italia y ya había llamado a emergencias jajajajaja. ¿A quién se le ocurre? a mi y solo a mi.

Empece a adentrarme en Milán, la primera impresión no fue muy buena. Una ciudad gris muy metropolitana. Quien me iba a decir a mi que acabaría amandola.

Una vez allí, en la estación central, pisé tierra. Al llegar miré a todos los lados y dije bueno... parece ser que esto empieza aquí. Tenía claro que quería buscar un autobus para la residencia, pero siendo sinceros no podía hacer magia. Encontraba autobuses por todos lados (El 81, el 701, el 2829234...) era una autentica locura, y, lamentablemente, ninguno tenía en grande RESIDENCIA UNIVERSITARIA U22.

Tras pelear un poco con la ciudad, buscar y rebuscar, decidí coger un taxi.

El taxi fue un completo caos, mi móvil funcionaba a pilas (como siempre), la taxista no me entendía y empezaba a conducir sin saber si quiera la direccíon. Yo intentaba explicarme con un exito nulo, me veía que al final me cobraría un pastón y... finalmente mi móvil funcionó, la dirección era la correcta y llegué. El taxi me costó 20 euros y muchos suspiros, pero ya estaba allí.

LA PARCO CREW (RESIDENCIA U22) era exactamente como en las fotos que había visto en internet, no había ninguna duda, era allí. 

Una vez en la puerta me puse a buscar los papeles para poder entregarlos dentro pero... NO ESTÁN LOS PAPELES. De bienvenida a Milán me había dejado los papeles en mi casa. Yo aquí no duro ni más de dos días, dos cosas que me tengo que traer obligatoriamente, dos cosas que se me olvidan, menudo desastre.

Decidí pasar con lo puesto (que resultó ser suficiente), papeleo por aquí, papeleo por allá, me preguntaron si hablaba inglés o italiano, negativo a ambas. Al decirle que era español su cara le cambió por completo, no se que experiencias habría tenido pero fue tremendo. Me aviso que no podía hacer fiestas, que era una residencia donde vivía más gente etc. Al terminar todo lo que tenía que hacer en recepción me lancé la que sería mi casa durante estos seis meses.

¿Primera impresión? No sabía abrir la puerta. Me sentía como un paleto de pueblo delante de una puerta que se abre con tarjeta (típica de los hoteles) pero sin saber como se hacía. Metía la tarjeta, giraba el pomo y nada. 5 minutos después de probar mil opciones encontre la correcta y... debo decir que mi habitación me pareció bastante bien de primeras, más espaciosa de lo que me imaginaba y con unas vistas al parque, no está mal.

Hora de comer

Se hicieron ya las 2:30 y baje a recepción para preguntar algún sitio donde poder comer. Yo me imaginaba comiendo en un restaurante una buena pizza, pero no fue así. 

• - Scusi ma... dove posso trovare qualcun posto dove mangiare? (10 minutos para pensar la frase)
• - C'è un carrefour vizino. 
• - Aham... un carrefour

¿Y que iba a comer en un carrefour? mi idea era comer bien el primer día, algun sitio famoso, algo que me de la bienvenida.

Pues bien, acabe comprando una pizza y una ensalada preparada. Pero esto no es lo peor ¡no tenía horno! ¿Cómo hacia yo la pizza? Tranquilos, no cunda el pánico. Metí la pizza en el microhondas y a esperar.

Después de que se cumpliera el tiempo, me di cuenta que no tenía ningún utensilio de cocina para coger el plato sin quemarme... Tras cuatro intento y cinco dedos quemados conseguí sacarla del microhondas. Ahí estaba yo, comiendo la peor pizza del mundo y con cero ganas de comer la ensalada (que había comprado para "no perder la forma") Lo que no sabía en ese momento era como iba a cambiar todo, como acabaría comiendo la mejor pizza del mundo en Nápoles, y como empezaría a aprender a cocinar.

Aún así me lo tomé todo con buen humor, les pasé una foto a mis padres y empezaba a reirme. No iba a pasar yo hambre ni nada.

Hola soy Jose de Sevilla.

Ya lo había recogido casi todo, estaba sentado en la cama cuando abrieron la puerta.

• - ¡¿Hey que pasa?!
• Hola tio, yo soy Jose.

Con el compartiría cuarto durante todo el cuatrimestre, era un paso bastante importante. 

Desde el primer momento había solicitado compartir habitación con una persona que no hablase mi idioma. Lo tenía clarísimo, mi misión en erasmus era pasarmelo bien, conocer gente de otros países y APRENDER IDIOMAS. 

En cambio, mi compañero era de Sevilla. Esto ya lo sabía desde hace tiempo y al principio no me hizo mucha gracia por el tema de hablar español pero... debo decir que me ha caído genial. Quizá con otra persona la convivencía habría sido mucho más difícil, pero con él todo era muy sencillo. Debo decir si me está leyendo que "viva el betis manque pierda" gracias Jose, eres un crack.

Una cosa no quita otra, pese a buscar un compañero extranjero, y que al final fuese sevillano, no era nada que cambiase mis planes de erasmus cultural. Quizá era una obsesión un poco fuera de lo normal, pero tenía una fijación por conocer gente de otros países, era algo que de verdad me apetecía hacer.

Conocer gente.

Jose y yo bajamos a los sofas y empezamos a conocer gente cada 2 minutos. Conocimos gente de Canarias (fleje majas Cynthia y Estefania), cataluña (un fenomeno en toda regla mi Joan), Cadiz (este era para echarle de comer a parte, no sabía lo crack que podía ser mi Julito)...

En resumen conocimos gente de toda ESPAÑA. Personas super buenas y con las que te lo pasabas genial pero... ¿Dónde están los demás países? 

Si te vas de erasmus como yo (pensando en conocer otros idiomas y culturas), esta situación te va a pasar sin parar. Hay españoles hasta debajo de las piedras, muchísimos más que los demás, vayas donde vayas.

Esto tiene dos problemas.

1. Los españoles suelen hacer grupo entre ellos, es muy raro que se junten con erasmus de otros países en el día a día.
2. Y más importante (para mi difícil de superar) la gran mayoría son unos cracks, grandísimas personas y... es muy difícil no juntarte con ellos, te acaban enamorando.

Yo lo tenía muy claro desde el primer momento, me iba a costar bastante porque no paraba de reirme con ellos sin parar, eran personas muy buenas y con las que podría tener una amistad enorme pero, lo siento chicos. No era mi plan, no es por vosotros, es por mi.

Eccola qua la primera persona que no era española. Ella era Hungara, y traté de hablar con ella en inglés, con gestos y dando volteletas, pero no había manera.

A parte de que no nos entendíamos (por mi mal idioma), luego descubriría que era la persona más antipatica de todo el erasmus. ¿Serían todos así? No, no lo fueron. 

Decisión importante: Españoles vs bolera 

Esa misma noche ya había dos quedadas. Por un lado, los españoles de la residencia iban a quedar con más españoles en el Duomo. Por otro, la ESN organizaba una partida de bolos en la que no conocía a ninguno.

¡¡Chicos, venidse a la bolera!! Nadie quería venir conmigo esa noche a la bolera, por lo que tomé una decisión bastante complicada, iria solo. Pese a tener las ideas claras desde el primer día, nada contracorriente, ser la oveja negra y todas esas cosas, nunca es fácil. Nadie entendia porque era el raro que no quería ir a un macroquedada de españoles en Milán, pero ese no era mi plan.

La noche de bolos fue asombrosa. Allí conocí a muchísima gente sin saber que en unos meses compartiría mil experiencias con ellos. Llegué solo pero no me volví solo, el ambiente de grupo ya se iba notando. Empezamos jugando varias partidas a la vez, y, claro, al tener los nombres puestos en las pantallas empezabamos a hablar un poco entre nosotros ¿Quién es Luck? Va primero que crack. Allí también conocí a españoles, no podía terminar sin mencionar al gran Ivan (que montaría un club de fútbol en lo que quedaba de erasmus, Ivan F.C). Pero este era el ambiente que yo buscaba, era justo lo que estaba pensando en tener antes de llegar, y que ahora mismo lo tenía en la palma de la mano. 

Si queréis un consejo de mi parte, vivid el erasmus a vuestra manera. Cada uno lo puede hacer de mil maneras diferentes. Salir de fiesta, salir a tomar una cerveza hasta las doce, viajar... lo que quieras, pero APUNTATE A TODO. No te quedes en casa, maneja el tiempo y no falles un segundo de tu erasmus haciendo cosas que podrías perfectamente hacer en tu día normal. Si quieres juntarte con españoles hazlo, si quieres juntarte con otras nacionalidades hazlo, si quieres juntarte con las dos sería la mejor elección que podrías hacer. Al fin y al cabo somos erasmus, todos vengamos de donde vengamos, tenemos la misma nacionalidad.

Terminó mi primer día por Milán, pero comenzó esa experiencia que cambiaría mi vida tantísimo. Aquella aventura que superaría con creces todas las expectativas que me habían colocado anteriormente.

DISFRUTALO DESDE EL PRIMER DÍA, TU ERASMUS ACABA DE EMPEZAR.

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