La soledad de Erasmus: 3º part
Tras este pequeño paréntesis por el que he hablado un poco de nuevo de la psicología (en el más amplio sentido del mundo), y de su importancia fundamental con la que trato en todos mis artículos esta cuestión; es hora de pasar otra vez al tema que nos daba la información de los anteriores artículos como era la soledad estando de Erasmus. Y vale que aún no hablé de la relación con ese estado Erasmus de manera muy amplia; pero todo llega en su preciso momento.
Recordando por última vez esa definición de la RAE con respecto a la soledad: “carencia voluntaria o involuntaria de compañia” ; y vistos ya los puntos de “carencia” y “voluntaria e involuntaria”; tan solo nos queda el tercero y último de estos factores como es el concepto compañía:
3º- Compañía: si no entendemos lo que es en todo su ser la palabra “compañía”, todo lo anterior analizado no serviría de nada, pues como dice la RAE, la soledad es en resumen la falta de compañía. ¿Y qué dice de nuevo la Academia Española sobre esta palabra?
Compañía: “efecto de acompañar”. Ya era hora que nos hiciera de las suyas con una de esas definiciones que te dejan igual y que te hacen buscar de nuevo otra palabra en su “magnífica” base de datos. En este caso el nuevo vocablo sería “acompañar”: “Estar o ir en compañía de otra u otras personas”. Esto hace que de primeras me tenga que reír por lo curioso del asunto.
Si compañía es el efecto de acompañar pero acompañar es estar o ir en compañía; ¿cómo es posible que así nos enteremos de qué nos quiere decir con la palabra que tratamos?
Exacto, de ninguna manera y por tanto daré yo mi propia definición y nos quitamos de problemas y embrollos linguisticos. La compañía es todo aquello que haga participar en los sentimientos de alguien. Y con ello, nadie se mete con si es animal, cosa, individuo humano o incluso un muñeco de la infancia del que no te separas ni un segundo, porque dices es tu talismán.
¿Cuál es la característica fundamental entonces de lo que hablas, “compañía”?
Pues eso de que nos haga sentir su presencia, de que no pasa inadvertidos por nosotros; lo que hace que incluso pudiendo estar rodeado de multitud de personas; todas puedan llegar a pasar inadvertidas por ti por ejemplo mientras lees el whatsapp y sea tu compañía esa persona con la que hablas virtualmente y no en cambio todos aquellos que están a escasos metros o centímetros de tu ser. Cuanto menos curioso pero que nos debe hacernos dar cuenta de que esa idea cerrada de que la soledad tiene que ver con que físicamente no haya nadie cerca; no tiene sentido.
Si es que por eso he tratado por ejemplo el tema de los animales domésticos, que hacen de una buena compañía sin lugar a dudas; y que provoca que muchas personas los prefieran a las mismas personas incluso en numerosas horas del día. Una mascota puede llegar a darte mucho más que una persona; hablando menos que ellas y siendo mucho más cariñosas que otras tantas.
Pero de nuevo no podemos crear una lista cerrada, y todo aquello en general que te haga cumplimentar eso de los sentimientos, podrás meterla dentro de los factores para considerar que algo te hace compañía y que por ello no te encuentras solo. Una simple foto, una imagen por facebook, un muñeco que te han regalado tus padres, o una típica pulsera de una experiencia del año pasado. Todo vale y hace que sea mucho menor el reducto por el que alguien puede considerarse que está solo en un momento determinado.
Tampoco vale mentirnos a nosotros mismos, pues no vale decir que estamos en compañía del “buhito de la suerte” por ejemplo (un muñeco que tengo en el piso de Sevilla donde estudio y que no se cómo ha llegado hasta allí), para excusarnos de la soledad, cuando en realidad no le echamos cuenta y el tenerlo o no tenerlo no nos causa un sentimiento claro en nosotros. No sigamos por esa senda pues no hace ningún bien y sí en cambio nos hará privarnos de darnos cuenta de que hay algo que falla en todo lo que pasa en nuestra vida, y por tanto, privarnos de una posible mejora que puede llegar cuando llega ese mítico día en el que solo quieres tumbarte en la cama y llorar desconsoladamente sin más sentido.
Continuará....
Vamos, vamos, vamos, vamos, vamos, vamoooss, vamooooooossssssssssssss gente seguimos aprendiendo, seguimos mejorando.
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Comentarios (2 comentarios)
Daniel DE LA Rosa hace 10 años
No tienes mucha pinta de sentirte sólo Antonio.
P P hace 10 años
estoy de acuerdo con lo de la compañía, no tiene nada que ver con persons