Ideas para un viaje más eco-friendly

El turismo es sin duda una de las principales actividades económicas del mundo y lo seguirá siendo, ya que a todos nos encanta viajar. Hoy, sin embargo, el turismo es una actividad que ejerce una gran presión sobre el medio ambiente y reduce en gran medida sus recursos. De año en año, el número de turistas aumenta drásticamente y es por eso que debemos adoptar, lo antes posible, medidas que disminuyan el impacto del turismo en el medio ambiente.

En los últimos años, escuchamos más y más sobre el ecoturismo, pero ¿qué es? Es una forma de turismo más responsable, ética y consciente. De hecho, el ecoturismo significa una forma de turismo que respeta el medio ambiente y que tiene como objetivo salvaguardar y minimizar la explotación de sus recursos; también es una forma de turismo que respeta a la comunidad de acogida y promueve su bienestar y el desarrollo de actividades locales. La conciencia es la clave central del ecoturismo: los turistas conscientes no es que sean turistas más inteligentes, en mi opinión, pero son más sensibles al tema de la protección del medio ambiente y que no tienen miedo de ampliar sus horizontes culturales y sociales.

El ecoturismo nació a principios de la década del 2000, cuando ya se enfrentaba a los primeros signos del cambio climático, se estaban haciendo esfuerzos para desarrollar estrategias de desarrollo económico más eco-sostenibles. En 2002, importantes organizaciones internacionales, como la Organización Mundial del Turismo (OMT) y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), junto con delegados de hasta 132 países se reunieron en una cumbre en Québec y emitieron la "Declaración de Quebec sobre el ecoturismo", con la que dieron la primera definición de ecoturismo y ya dictaron las primeras directrices que se adoptarán para causar el menor daño posible al medio ambiente. Durante la última década, la necesidad de ecoturismo se ha intensificado cada vez más y las directrices son cada vez más precisas y tienen como objetivo proteger el ecosistema y, sobre todo, las pequeñas comunidades locales. Aunque, de hecho, la necesidad de ecoturismo afecta a países de todo el mundo, se presta atención a todos aquellos países subdesarrollados, habitados por pequeñas tribus o comunidades indígenas que viven esencialmente de lo que la naturaleza les ofrece; amenazados por un turismo cada vez más ansioso por viajar al “Wilde” y por poderosas agencias de turismo, corren el riesgo de perder su tierra, sus recursos o, en el peor de los casos, su hogar.

Hoy me gustaría darle algunos consejos para que sus viajes sean más sostenibles, responsables y éticos, respetando plenamente el medio ambiente y las culturas, y que, aunque son bastante simples, son bastante efectivos también. Recuerda que tenemos una gran responsabilidad en nuestras manos, pero sobre todo, que tenemos un solo planeta.

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1. Reduce las emisiones de CO2

Para cada vuelo, las emisiones de CO2 alcanzan valores extremadamente altos y estarán destinadas a aumentar, ya que hay un número cada vez mayor de viajeros. El avión, inmediatamente después de los SUV y los automóviles, es el medio de transporte que más libera dióxido de carbono.

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Sin embargo, hoy podemos contribuir a la salud del medio ambiente eligiendo vuelos con emisiones de dióxido de carbono más bajas. De hecho, muchas aerolíneas, al momento de la reserva, informan los vuelos con el menor impacto ambiental y las emisiones de CO2 más bajas. Esto hará que sea mucho más fácil reservar un vuelo ecológico. Además, para impactar menos en el medio ambiente, sería mejor elegir vuelos directos y nunca vuelos con una o más escalas, a menos que sean intercontinentales. Para llegar a su destino, en lugar de recurrir a nuestro mejor amigo Uber, intente escoger medios de transporte públicos, metro, tren, autobuses eléctricos, tranvías o incluso bicicletas y si tiene que viajar incluso distancias cortas, elija caminar; ¡qué mejor manera de ver la ciudad!

Cuando surja la oportunidad de tomar un paseo en bote hacia el río, el lago o incluso el mar, si es posible, opte por tomar un kayak o una canoa.

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Hará la excursión mucho más aventurera y seguramente mucho más divertida, evitando utilizar barcos y lanchas que tienen motores y que por lo tanto contaminan el medio ambiente.

2. Apoyar la economía local.

Podemos apoyar a las economías locales de cualquier modo y de muchas formas distintas. Les aconsejo sobre todo que coman platos típicos locales, en restaurantes y tabernas locales, y que no siempre recurra a nuestra querida comida rápida. Comer localmente le permitirá ampliar sus horizontes gastronómicos y además de eso ayudará a contribuir económicamente al bienestar de la comunidad.

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Cuando llegue el momento de ir de shopping o de comprar recuerdos, favorezca las tiendas locales y no a las grandes cadenas de moda que también podrías encontrar en su ciudad.

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Compre mucha artesanía local y no solo tendrá un producto valioso, que no todos tienen, sino que contribuirá a la economía local y al desarrollo de la comunidad, ya sea grande o pequeña.

3. Haz una maleta con cero desperdicios

Entre los objetos para empacar, ciertamente recomiendo aquellos que hoy se clasifican como cero desechos u objetos libres de plástico, que le permiten abandonar permanentemente el uso de plástico desechable.

Si es fácil encontrar agua potable en el país donde se encuentra, traiga una botella de agua. Por el contrario, si es difícil encontrar agua potable, puede optar por una botella con filtro o por la compra de botellas de 5-6 litros, que podrás guardar en la habitación y con las que podrás "rellenar" tus botellas. Traigan bolsas de lona con ustedes en lugar de bolsas de plástico.

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El peso es el mismo y puede arrugarlos como si fueran servilletas, ocupando muy poco espacio en su maleta. Para comer al aire libre, dependiendo de cuál sea el programa de viaje, siempre puede llevar sorvetes de aluminio, cubiertos de bambú y loncheras de aluminio o vidrio ligero. Siendo celíaca, cuando viajo y tengo una cocina disponible, siempre preparo un almuerzo para llevar y nunca puedo prescindir de mi lonchera de vidrio y mis cubiertos de bambú. Use pañuelos de papel solo cuando sea necesario y, ya sea para sonarse la nariz, limpiarse las manos o limpiarse la boca, prefiera pañuelos de tela lavables. Para el cuidado personal, opte por productos de tamaño pequeño y, posiblemente, por productos ecológicos como champú seco, pasta de dientes en polvo o sólida, baño de burbujas sólido, etcétera. En resumen, productos no embalados en plástico y que pueden llevarse perfectamente dentro de su equipaje de mano.

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4. Haz la colección por separado

Cuando estás de vacaciones, ya sea por prisa o por negligencia, nos olvidamos de respetar las reglas básicas de la recolección por separado para reciclar. Cuando estamos en la sala, a menudo solo tenemos un cesto disponible y tiramos todo en el mismo cesto de la basura.

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Pero bueno, recuerde siempre separar los desechos y tirarlos en contenedores apropiados para aumentar más el reciclado en la ciudad.

5. Estructuras ecológicas.

Hoy en día es posible elegir entre muchas estructuras que han optado por fuentes de energía alternativas y por materiales de construcción más sostenibles para el medio ambiente y ahora no es difícil de encontrarlos. La energía solar, las bombillas de bajo consumo y el compostaje de residuos son el buque insignia de muchas estructuras. Si no puede encontrarlos, siempre puede optar por alquilar una habitación no en un hotel de alguna cadena internacional famosa, sino quizás en algún hotel o hostel local.

6. Elige bien tus actividades

A menudo eliges actividades divertidas, como paseos en bote, safari, espectáculo de delfines, fotos con tigres, sesiones de pesca, paracaidismo, etcétera. En resumen, actividades hermosas y divertidas, pero que tienen un impacto negativo en el medio ambiente, y que también muestran un cierto desprecio por la vida y el bienestar de la fauna local. Un paseo por el parque, un paseo por la ciudad son actividades que no tienen impacto en el medio ambiente y que te dejarán con un buen recuerdo.

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7. Visita responsablemente parques, playas y monumentos

Bueno, sí, a menudo lo que sucede cuando visitas un parque nacional o playas protegidas es ser secuestrado por un deseo incontenible de llevarte algo y llevarlo a casa como recuerdo. Nos gustaría traer algo de arena a casa, las piedras, las florecillas para secar en los libros, las conchas, etcétera. Aunque las intenciones son inofensivas, estás dañando el medio ambiente. Además de estar extremadamente prohibido, por lo que corre el riesgo de tener multas extremadamente altas, también has estado privando a un área protegida de algo que, por pequeño que sea, juega un papel fundamental en el ecosistema. En Italia, a menudo, se escucha hablar de que turistas que en la famosa playa de Chia en Cerdeña, una playa protegida, roban kilos y kilos de arena blanca: las playas, de hecho, son el resultado de fenómenos erosivos que duran milenios y robar un poco de arena equivaldría a favorecer su desaparición total.

También en la antigua ciudad de Pompeya, muchos turistas roban piedras, guijarros y trozos de cerámica o mosaicos; de esta manera, incluso si la acción no tiene un impacto negativo en el medio ambiente, demuestra un gran descuido y una falta de respeto por la población de acogida, el lugar y su historia y, desde un punto de vista ético, es equivalente a un acción bastante inmoral.

Además, el famoso picnic al aire libre es hermoso, pero aún más hermoso es ver un césped o una playa limpias, un parque verde sin desperdicios en el suelo. Por lo tanto, recomiendo no dejar rastro con sobres, restos de comida y cualquier otra cosa.

8. Diferénciese de la multitud

Cuando visitamos las principales capitales europeas, es bueno construir un itinerario de viaje que sea diferente al de la mayoría de la gente, evitando de esta forma las masas de gente. A menudo, en ciudades como Londres, Roma, París, Barcelona, los turistas siempre han seguido la misma ruta durante años, concentrando el turismo solo en el centro.

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En cambio, sería mucho mejor visitar algunos lugares únicos de la ciudad, poco conocidos, pero aún interesantes; distribuyendo el interés en diferentes atracciones turísticas y no siempre hacia las mismas. Esto sería una excelente manera de evitar la "condensación turística" en el centro y, en cambio, promover su difusión también en las áreas vecinas o provinciales. De esta manera, es posible contribuir a la economía de toda la ciudad y distribuir recursos monetarios en toda la ciudad por igual.

Una excelente manera sería confiar en recorridos gratuitos, gente que, no afiliada a grandes compañías turísticas, los llevan por la ciudad haciéndoles visitar los lugares menos conocidos y más fascinantes de la ciudad, obligarlos a hacer viajes de comida y vino o involucrarlos en experiencias y reuniones con artesanos locales; todo pagando un dinero a su conveniencia.

9. Usa tu teléfono inteligentes

El teléfono inteligente es nuestro compañero de viaje, además de compañero de la vida misma. El uso del teléfono inteligente es muy útil, ya que le permite no tener nada en papel: boletos aéreos, boletos de tren, mapas, boletos de entrada, todo en su teléfono móvil, para reducir significativamente el uso del papel. Obviamente, el uso excesivo lo obligará a usar cargadores portátiles y recargarlos durante la noche. Opte por un banco de energía solar, excelente para ahorrar en consumo de energía y para tener siempre un poco de energía con usted.

Aunque los consejos que les he dado son bastante simples, debe pensar que, por simple que sea, si todos los habitantes de esta Tierra lo respetan, realmente pueden ayudar a mejorar nuestro planeta y marcar la diferencia.

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