Erasmus farmacia en Salamanca

Salamanca es una de las mejores ciudades universitarias de España, por lo que si has decidido venir de erasmus a Salamanca ¡no te arrepentirás! 

A parte de ser una ciudad preciosa, Salamanca tiene un ambiente universitario increíble, os hablo de eso en otro de mis posts: Erasmus en Salamanca.

En esta entrada, os voy a hablar concretamente de la carrera de Farmacia. Si habéis venido a Salamanca para estudiar farmacia, seguid leyendo que esto os interesa.

La primera pregunta que hacen todos los erasmus al llegar a la facultad es: ¿Es fácil? Y la respuesta es muy simple: NO, no es nada fácil. 

Seguro que tendrás otros compañeros erasmus que estudien otras carreras y tengan tiempo libre todos los días. Hay en algunas facultades donde dan un trato especial a los erasmus y les dan muchísimas posibilidades. Este no es el caso de la facultad de farmacia de Salamanca. Si es verdad que los profesores se preocupan por que entiendas las clases y puedas seguirlas, normalmente preguntan si hay algun erasmus en la clase para así hacer las explicaciones más despacio o darles material complementario, etc. Pero no pasa como en otros sitios que te hacen un examen diferente ni nada de eso, aquí el examen es el mismo para todo el mundo. 

Farmacia es farmacia en China y en Australia, por lo que vas a tener que estudiar lo mismo que un estudiante normal de la Universidad de Salamanca. 

Aquí en la USAL, normalmente acostumbramos a hacer todas las prácticas de una asignatura en la misma semana, de esta forma no hay que estar todo el cuatrimestre pendiente de las prácticas. Cuando acabes las prácticas correspondiestes a la asignaturas de las que estés matriculado ya puedes despreocuparte. 

Si venís de una universidad en la que tengáis solo prácticas de tipo teórico mayoritariamente, seguro que os gustan mucho las prácticas de aquí porque la mayor parte son en laboratio. 

Para los exámenes consultad siempre a estudiantes de aquí, seguro que os ayudaran encantados y os pasarán todo lo que tengan para ayudaros el máximo posible. 

Y sobre todo, ¡disfrutad de Salamanca!

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