Consejos para administrar el presupuesto estudiante

El ir de intercambio a un país diferente, lejos de tu casa, tu familia y tus amigos, es una experiencia sumamente enriquecedora en todos los aspectos, tanto personal como profesional. Es un periodo en el cual no sólo descubres una nueva cultura, sino que también aprendes sobre ti mismo y sobre la vida.

Es esta etapa cuando empiezas a tomar aún más consciencia de cosas en las cuales probablemente nunca antes habías reflexionado mucho. Una de las preguntas que surgen respecto a la vida cotidiana es… ¿Cómo administrar mi dinero, mi presupuesto?

Tareas sencillas como ir al súper pueden volverse una verdadera odisea, incluso una trampa: podemos vernos tentados a comprar más de lo necesario, sólo porque “se nos antojó algo”. Pero cuando nos damos cuenta… ¡nuestra cuenta bancaria ya está en números rojos! Y nos preguntamos: “¿A dónde demonios se fue todo mi dinero? ”.

Pues para ayudarlos un poco, en este artículo les daré algunos consejos y tips sobre cómo administrar su dinero!

¡París, Francia! Un sueño hecho realidad. Pero... ¿cómo administrar mi dinero para que este sueño no se vuelva una pesadilla financiera?

Establecer prioridades… ¡mantener nuestro objetivo en mente!

Pienso que una de las prioridades de todos los estudiantes de intercambio es… ¡viajar! Ok, pero… ¿con qué dinero? Ya en otro artículo les daré más consejos al respecto, pero algo que me ayuda a ahorrar dinero es el tener en mente que, si hay algo que quiero hacer, por sobre todas las cosas, es viajar. De esta forma, cuando me veo tentada delante de una vitrina con unas botas hermosísimas o con una blusa súper coqueta, me pregunto: ¿esto vale más que un viaje a un lugar que no conozco?

Tal vez, por ejemplo, unos zapatos de 20€ parezcan no ser un graaan gasto. Y no lo es, pero si piensan que pueden encontrar boletos de avión a ese mismo precio o que esos 20€ podrían gastarlos en un restaurante nice en Italia… creo que no es tan difícil elegir; )

Establecer un presupuesto mensual…

Ya sea que reciban una beca o que sus papás les envíen dinero, algo clave para administrar bien su dinero es establecer un monto fijo de lo que gastarán cada mes. Evidentemente, siempre puede haber uno que otro imprevisto (¡y qué decir de los pequeños gustos que uno se da de vez cuando, salidas, etcétera). Sin embargo, hay gastos como la renta, el transporte, la comida y el teléfono que son básicos.

Comer en los restaurantes universitarios (RU) es también una opción económica para alimentarse de manera equilibrada, sana y a un precio... ¡más que conveniente!

Identifiquen cuánto pagan por cada uno de esos gastos básicos. Una vez hecho esto, si hay dinero que les “sobra” decidan cómo gastarlo: una salida con los amigos, un restaurante, un viaje, etcétera. Hagan esto… ¡y no lo contrario! Que si se ponen a gastar el dinero en lo que primero que se les pone enfrente y que cuando se dan cuenta, ya no tienen dinero suficiente para la renta… estarán en grandes líos.

Y también un presupuesto diario

Algo que también me ayudó fue el establecer un presupuesto diario. Por ejemplo, durante el ciclo escolar me había puesto como límite no gastar más de 9€ por día. Si había ido al súper y mi despensa me había costado 21€, eso quería decir que durante los siguientes tres días no debería comprar nada más. Si, por el contrario, había habido días en los que no había gastado nada, podía entonces gastar un poco más si lo deseaba.

Identificar y anotar cada uno de nuestros gastos

La primera vez que vine a Francia, no tenía el hábito de anotar todo lo que pagaba. Y como no lo registraba por escrito, era un gasto que se me olvidaba. De esta forma, cuando me daba cuenta había gastado más de lo que creía.

Esta segunda vez en Francia, un amigo me dijo que había bajado una aplicación en su teléfono en la que registraba todos sus ingresos y egresos. Hice lo mismo y vaya que me ha sido gran ayuda. Así puedo saber exactamente cuánto voy gastando, cuánto dinero me queda para el mes y si puedo o no seguir comprando. De esta forma, es muy fácil administrar el dinero porque tomas consciencia de las prioridades y, una vez que las has cubierto, disfrutas tranquilamente de esa cena con los amigos en un restaurante nice… comme quoi, tout est possible!

Si se administra bien el dinero, uno puede de vez en cuando darse el lujo de ir a un restaurante y disfrutar de un menú más elaborado... ¡que vaya, estando en Francia, país taaan famoso por su gastronomía, no hacerlo sería prácticamente pecado!

¡Ponerse una meta de ahorro mensual!

Creo que este es un buen hábito a desarrollar y a practicar toda la vida. Por una parte, porque el dinero que ahorremos lo podremos dedicar a nuestro objetivo principal: ¡viajar! Y eso, vaya que es motivante.

Por otra parte, puede haber ocasiones en las que el ahorro sea una verdadera necesidad. Esta segunda vez que vine a Francia, tuve la fortuna de tener una beca. Sin embargo, mi beca duraba solo nueve meses, hasta mayo. Y yo tenía que quedarme en Francia hasta principios de septiembre… ¿Cómo le haría en esos meses en los que ya no recibiría beca?

Previendo eso, desde el inicio del ciclo escolar decidí que iba a ahorrar al menos 200€ cada mes. Y es justo lo que hice desde que recibí mi primer depósito. Mi beca era de 767€ mensuales y con el ahorro de 200€, aún me quedaban 567€. De esta forma, para mayo podría tener 1800€, lo cual representaba 600€ para los meses en los que estaría sin beca.

Para cuando llegó el mes de mayo, no solo había alcanzado mi meta de ahorro, sino que… ¡incluso la había sobrepasado! Y es que hubo meses en los que había gastado menos de mi límite de 567€.

Por cierto, tampoco crean que me estuve matando de hambre o que no salía casi nada durante el ciclo escolar eh. Administrando bien el dinero, es posible encontrar un equilibrio, entre ahorro, gastos básico y gastos de “placer”.

Y claro, los panes demás viennoisseries francesas... ¡es algo de lo cual no pueden perderse!

(Aclaración: algo que me ayudó también mucho fue el haber tenido un cuarto en residencia universitaria. Los precios son más bajos que en las residencias privadas o que cuando rentan a un particular. Sin embargo, siempre es posible administrar bien el dinero, independientemente del lugar en donde vivan).

Pensar antes de gastar: comprar de manera consciente

Cuando apenas recibimos el depósito de la beca, nos sentimos ricos y nos decimos: “¡Tengo mucho dinero, puedo gastar mucho! ”. Una vez, dos veces, tres veces… y cuando nos fijamos, nuestra cuenta tiene mucho menos dinero que el que recordábamos la última vez.

Algo que ayuda es lo que ya dije, registrar cada uno de los gastos que hagamos. Pero hay algo más: pensar antes de comprar. Es importante preguntarse “¿Realmente necesito gastar en esto? ”. Por otra parte, a veces podemos dejarnos tentar por las ofertas diciendo que si está de descuento, es un ahorro. Peeero si es un producto que no necesitamos, ¡es más bien un gasto!

Otra pregunta que me sirve como punto de referencia para determinar si algo es caro o no es: ¿a qué porción de mi renta mensual equivale ese precio?

Comprar cosas de segunda mano

En Francia existe una tienda (¡maravillosa! En fin, sí se puede ahorrar así, pero pongan atención en ese detalle).

Cuando compren algo en el súper que esté de descuento, es mejor comprar cosas ya sea cosas que realmente necesiten o que no se echen a perder (por ejemplo verduras congeladas o artículos de limpieza como pasta de dientes, jabón, etcétera…)

Muchas veces el precio no es sinónimo de calidad… ¡Muchas veces lo que pagan es más bien la marca! Los productos de marca libre llegan a tener la misma calidad o a servir igual que los de las marcas conocidas.

Conclusión

Espero que estos pequeños consejos que les acabo de dar, les sean útiles. A mí, vaya que seguir estas recomendaciones me ha servido de mucho durante todo este tiempo.

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