¿Cómo sobrevivir a un Erasmus?

Trucos para superar los retos de un Erasmus

Antes de partir a tu primer Erasmus  todo son expectativas, incertidumbre y búsqueda desesperada de experiencias vividas por otros Erasmus que han regresado. Esto te da la pauta de que sí se sobrevive, y hasta se disfruta mucho. A continuación trataremos sobre los aspectos básicos de la supervivencia Erasmus, como son el alojamiento, la comida, las excursiones y las fiestas. De los estudios ya te ocuparás según la exigencia que encuentres.

¿Residencia o piso de alquiler?

Generalmente, una residencia ofrece una opción más económica que compartir un piso de alquiler, pero la vida es radicalmente diferente. Si eres muy social y te va la marcha, apuesta por alojarte en una residencia, y si prefieres tener tus horas de paz, reserva una habitación en un piso compartido. Infórmate bien la fecha en la que puedes ocupar tu pequeño refugio y, si te quedan por allí algunos días sueltos entre tu llegada y el comienzo del alquiler, asegura tu lugar en algún albergue cercano.

Comer o no comer, esa es la cuestión

En realidad, tendrás que comer, y comerás. Prepárate para ganar kilos, porque una estancia Erasmus es completamente antidieta. Igualmente, eso carece de importancia. Lo que sí importa es si sabes cocinar o no. Aprende a cocinar al menos dos o tres platos simples, y luego ya te arreglarás, porque al ir al supermercado verás que los productos que normalmente consumen no están o son diferentes. Una alternativa muy válida cuando no te da el tiempo o no quieres cocinar, es pedir comida a domicilio. Es cómodo, te permite comer variado y, muchas veces, te sale más barato que comprar los alimentos y cocinar. Incluso puedes racionar y comer dos veces con un solo pedido de comida a domicilio, y así vas aprendiendo a administrar tu economía y tu vida.

Explora los alrededores, o lo lamentarás

Tus primeras excursiones deben destinarse a recorrer y descubrir la ciudad de destino, tanto para conocer sus atractivos como para aprender a moverte como un local. Luego, aprovecha tu tiempo Erasmus y programa excursiones a lugares cercanos interesantes. Intenta viajar en tren y, si decides visitar un lugar algo alejado y es posible, viaja por la noche y ahorrarás tiempo y dinero de alojamiento. Visitar nuevos rincones del mundo es una inversión fundamental, pues complementa los estudios, la experiencia y la interacción con personas con hábitos, idiomas e idiosincrasias diferentes.

Fiesta, ¡qué fantástica esta fiesta!

Las oportunidades para salir de marcha no tendrás que buscarlas, porque llegarán a ti naturalmente. Aunque parezca un consejo de madre, intenta controlar un poco el tema de la fiesta, para poder aprovechar tu tiempo de Erasmus plenamente. Alterna las noches de copas que, insisto, deberían ser lo más moderadas posible, con reuniones en pisos o residencias con otros estudiantes, ya que suelen ser verdaderamente divertidas. Puedes organizar una reunión donde cada uno cocine algo de su lugar de origen o, por supuesto, pedir comida rápida a domicilio y compartir, porque también es un plan genial.

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