5 consejos para un día de playa en Francia
Unos de los mejores momentos de nuestra estancia en Francia fueron los días de playa. Ese sitio mágico y verdaderamente colosal que predominaba en Las Landas.
Esas playas que invaden toda la costa de Aquitania, playas que guardan muchos secretos, siendo los bonitos atardeceres uno de ellos. Atardeceres que nacen en esta zona francesa, y no existe excusa en el mundo para perdérselos.
En este blog os voy a dar cinco consejos para no perderos ningún detalle de esta maravilla y para poder disfruta de ella al máximo.
1. Reservar un día entero para estar en la playa. Las playas de Las Landas son algo que tienes que observar cuidadosamente y tranquilamente, pasear por sus orillas sin ninguna prisa y sentarte en la arena mientras ves el tiempo pasar.
Por lo tanto, coger un día entero para visitarlas sería imprescindible para gozar al máximo de lo que te tienen por mostrar. Además, un día entero en la arena te hará desconectar cien por cien de tu vida laboral, problemas o preocupaciones, y descansarás lo suficiente como para tener las energías recargadas a la mañana siguiente y para seguir con tu emocionante viaje por el suroeste de Francia.
Tú solo planifica el día. A la mañana, báñate, métete entre las olas y camina por la orilla. Al mediodía come y procura no quemarte con el sol, puesto que a esas horas ya pega fuerte. Después de comer da otro paseo por la arena y explora las dunas que te rodean.
A la tarde vuelve a tu sombrilla y toma el sol con los auriculares puestos para poder echarte una cabezadita mientras el bronceador cumple su trabajo. Y, finalmente, siéntate en la toalla o en el borde de la playa para contemplar el gran atardecer que conquistará tu corazón y dejará grabado en tu mente su recuerdo.
Estoy seguro de ello.
2. No te quedes solamente en una playa, visita más de una. En Las Landas hay tantas playas por descubrir como pueblos, y visitar una sola es una pérdida. En el sur, a un cuarto de hora de Bayona en coche, está La Plage de la Digue, una playa relativamente extensa que pertenece a Tarnos, población que también tiene para ofrecer otra playa: La Plage du Métro. Justo al lado de las primeras playas landesas, en el caso de que empecemos por el sur, nos encontramos con las playas de Ondres y de Labenne, pueblo muy famoso por su parque de atracciones, su zoo y su proximidad al lago y Reserva Natural de Orx.
Más arriba llegamos a La Plage "Les Océanides" y a La Plage de la Piste, en Capbreton, pero esto no termina aquí. Capbreton tiene tres playas más, y todas (es decir, las cinco) están unidas. Las tres últimas son: La Plage de la Savane, conocido por su búnker y su mirador, La Plage du Prévent, conocido también por su escuela de surf, y La Plage Centrale, la playa que más cerca está de la zona turística.
Ahora es el turno de Soorts-Hossegor, el pueblo vecino de Capbreton. Este pueblo está compuesto por cuatro playas: Plage Notre Dame, Plage de la Gravière, la playa nudista y Plage des Chênes-Lièges, una playa situada de el Lago de Hossegor. Más arriba, en Seignosse, se encuentran la playa de Estagnots, Le Penon (con un parque acuático al lado), Plage des Bouardines y Plage des Casernes.
Para no enrollarme más, mencionaré muy brevemente el resto de las que Las Landas guarda, los cuales son la playa de Vieux-Boucau-Les-Bains, Messanges, Moliets-et-Maa, Vielle-Saint-Girons, Lit-et-Mixe, Contis-Les-Bains, Mimizan y Biscarrosse. Y todas y cada una de ellas brillan con luz propia. Es una pena el hecho de que sean muchas, y tal vez demasiadas, porque todas se merecen una visita digna, pero no existen tantas vacaciones como para cumplir esa promesa.
Aunque eso sí, visitar algunas no vendría mal a nadie. Y ocurre lo mismo con otras partes de Francia, como por ejemplo en la Costa Azul. Si tienes días de sobra en tu viaje por el sur de Francia, te aconsejo visitar sus cristalinas e inolvidables playas, como serían las de Antibes, Cassis, Le Dramont, La Ciotat o Hyères.
3. Prepara todo lo necesario para que no te falte nada una vez allí. Un par de toallas, una sombrilla y una tumbona plegable (como mínimo) es lo más básico que necesitas para tu día en la playa. Las mejores horas para empezar con tu 'playeo' son a la mañana, entre las 10:30 y las 12:00, que es cuando el sol empieza a brillar. Coge tu equipo de preparación para tu operación 'día de relax', para tu 'domingo vacacional', y dirígete a la playa antes del mediodía.
No te olvides de preparar comida para la merienda y, si tienes intención de quedarte hasta el anochecer, tampoco te olvides de preparar algo para la cena, ya sean unos fideos rápidos de calentar o unos bocadillos de jamón.
También lleva agua o algún otro tipo de bebida, como refrescos, cerveza, zumo o incluso sangría con sus trozos de fruta. Lo necesitarás. Suele hacer tanto calor que es inevitable no resistirse a una buena jarra de cola o una copa de mojito con sus hielos mientras las gotas de agua del cubo de hielos empiezan a gotear y aterrizan en tu cuerpo. Y hielos, acuérdate de llevar hielos en un cubo o en una nevera portátil.
Dejando los alimentos para un lado, centrémonos en otros artículos de primera necesidad, en los artículos sub-básicos: el protector solar, el bañador, otro bañador de repuesto, unas gafas de sol y las sandalias o chancletas. Aunque esto ya era algo que se sabía.
Sin embargo, si tu propósito del día es quedarte desde la mañana para después permanecer ahí hasta el atardecer, te recomiendo llevar una sudadera para la noche, ya que a veces refresca. Otra propuesta mía sería llevar cartas, un balón de playa o unas raquetas para jugar y pasar el día entre risas con tus amigos, familia o pareja.
Pero sobre todo, llévate una sonrisa puesta y muchas ganas de disfrutar del verano y de meterte al agua. Te lo mereces después de un duro año trabajando.
4. Ten cuidado con las olas y las corrientes. Pueden ser sorprendentemente peligrosas.
Y sí, esto puede parecer una cosa de niños, un padre que dice a su hijo de ocho años que no se adentre mucho en el mar. Pero incluso para un adulto puede ser muy peligroso. Las corrientes de Las Landas no son para nada algo para tomarse con humor. Su mar es considerablemente conocido por las fuertes corrientes y las arrastrantes y heladas olas que lleva consigo a las costas francesas.
Esto os lo dirán mucho si venís, ya sea en el hotel, en el curso de surf o el mismo socorrista, pero yo ya advierto desde ahora. Tened mucho cuidado con las olas, son muy traicioneras.
Yo me bañé una sola vez, y fue en uno de esos baïne, zonas de agua rodeadas por bancos de arena con forma de laguna que se forman por las mareas y que, gracias a Dios, son seguros. ¿O no?. Creo recordar que las autoridades recomiendan no bañarse en ellas por las corrientes, pero no sé porqué lo dicen si me pareció mucho más seguro aquello que la propia orilla, la zona donde realmente estaban las olas. Y más tarde tuve la respuesta de mi propia pregunta: solo cuando la marea es baja es seguro nadar en ella, pero no estoy seguro de que aún así esté permitido.
Yo, de todas formas, me bañé. Pero no mucha gente lo hacía; por algo será.
5. ¡No te olvides de llevar colgando en el cuello una cámara de fotos! Todo momento es perfecto para sacarse una foto y capturarlo, así que sácale provecho a cada pequeño detalle que encuentres y compártelo con tus amigos para que se mueran de envidia. Hay mucho que fotografiar aquí.
¡Y hasta aquí hemos llegado! Espero que estos consejos os hayan servido de algo, son cositas que descubrí por mi cuenta cuando vivía físicamente esta experiencia, y son estos mismos consejos los que me enseñé a mí mismo para que la próxima noche, pudiera disfrutar todavía más de lo que ya había hecho en esas playas tan admirables.
¡Un saludo y hasta la próxima!
Galería de fotos
¿Quieres tener tu propio blog Erasmus?
Si estás viviendo una experiencia en el extranjero, eres un viajero empedernido o quieres dar a conocer la ciudad donde vives... ¡crea tu propio blog y cuenta tus aventuras!
¡Quiero crear mi blog Erasmus! →
Comentarios (0 comentarios)