Como dije en mi entrada sobre la variedad gastronómica de Lituania, el resto de los Países Bálticos no presentan tantos platos típicos que recomiendan probar a los turistas cuando llegan al país, por lo que resulta mucho más complicado encontrar restaurantes o pubs de comidas típicas por internet. Aun así, en otra de mis búsquedas por tripadvisor, de donde saco la mayoría de lugares que visito, encontré algún que otro sitio que podía merecer la pena.
Por desgracia, las comidas de mi viaje estaban todas incluidas en el tour y siempre íbamos a restaurantes nada típicos del lugar que estábamos visitando, ya que, supongo que por asegurarse de que la comida siempre gustaba a los comensales, innovaban bastante poco y casi siempre servían carne hecha de la misma forma en la que la tomamos en España. Por eso, para conocer un poquito mejor las tradiciones gastronómicas del país solo nos quedaba aprovechar muy bien nuestras cenas y buscar los sitios acertados. Y creo que lo conseguimos. Desde mi punto de vista, los dos sitios de Riga de los que hablaré en las próximas entradas son 100% recomendables cada uno a su manera.
Folkklubs Pagrabs
Nuestra primera noche en Riga llegó demasiado rápido, y nosotros estábamos tan concentrados en conocer el casco histórico de la ciudad, callejeando y observando cada detalle que nos rodeaba, que se nos olvidó que en esos países (como en la mayoría fuera de España, claro) se suele cenar relativamente pronto, al menos antes de los horarios generales españoles. Así que cuando nos quisimos dar cuenta, ya eran casi las nueve y media y nosotros nos sabíamos ni dónde cenar.
Así que, como no, decidimos tirar de nuevo de nuestra lista de lugares para comer. He de reconocer que nos resultó bastante complicado encontrar en internet una gran variedad de sitios a los que tuviéramos opción de ir, pero al final dimos con algunos.
El primer pub/restaurante del que os voy a hablar se llama Folkklubs Pagrabs. Lo primero que vi es que su puntuación en TripAdvisor era de 4.5, así que enseguida me metí a comprobar si por las opiniones merecía la pena o no. Así comprobé que prácticamente todas las opiniones eran muy buenas.
Un par de usuarios comentan que algunos camareros no hablan inglés y no solo resulta complicado comunicarse con ellos sino que además el servicio se acaba burlando de los clientes extranjeros. Esto es inadmisible trabajando de cara al público, pero yo no tuve ninguna experiencia similar más allá de que la primera camarera a la que le preguntamos si había sitio fue bastante borde con nosotros. De todas formas, de eso hablaré después.
El caso es que, a pesar de que en la web pone que el pub entre semana abre hasta las 24:00 horas, en los comentarios de tripadvisor también decían que siempre estaba lleno, así que como ya era tarde preferimos llamar antes de ir. Al principio nos dijeron que no había sitio libre, pero un par de minutos después acabaron diciéndonos que si llegábamos allí en una media hora, quizás quedaba algo de sitio para que pudiésemos cenar. Así que nos arriesgamos, cruzamos las calles principales del centro de Riga y llegamos hasta él.
La verdad es que el sitio era bastante raro y curioso. Se encuentra en una especie de sótano muy bien decorado. Recuerdo que cuando entramos y empezamos a recorrer el pasillo hasta bajar al sótano pensaba "¿Dónde nos hemos metido?" pero esa sensación solo duró unos segundos, hasta que vimos el ambiente que había abajo y cómo era el sitio. Las paredes están cubiertas de ladrillos y todo el local está formado por arcos, como si estuvieses en el sótano de un castillo medieval.
Es un sitio bastante oscuro, con mucha luz en la barra y bastante poca en las mesas, pero colocan una botella de vino vacía con una vela como corcho en el medio de la mesa, así que es suficiente para ver con claridad lo que estás comiendo y ver también a quienes tienes al lado.
Me gustó mucho el ambiente que había. Algunas personas se quedan en la barra (por lo visto también es un sitio muy conocido para beber cerveza, ya que hay más de veinte tipos de cerveza diferentes), pero la mayoría ocupan las mesas largas que hay. Normalmente la gente comparte mesa. No es el primer sitio ni el primer país donde veo que se comparten las mesas, así que a mí no me sorpredió para nada, pero siempre es bueno mencionarlo por si hay a quien esto no le hace gracia.
La carta está en letón y en inglés, así que no hay problema a la hora de entenderla y elegir plato. La calidad-precio es bastante buena, y hay muchísima variedad para elegir. Esto hace que tardes bastante en escoger, porque por los nombres todo tiene una pinta riquísima. A la hora de pedir las cervezas ya sí que tuvimos que pedirle consejo al camarero, que nos aconsejó, este sí, bastante amablemente.
Para empezar pedimos dos tablas de queso típico letón para compartir con la otra familia del tour con la que fuimos, porque tenían una pinta increible. Tanta que, cuando nos las trajeron y las chicas españolas que casualmente se habían sentado a nuestro lado las vieron, enseguida quisieron pedirlo. En letón el plato se llamaba Sieru Plate, y en la carta estaba justo en la sección de "Beer snacks". A nosotros cada plato costó exactamente 3,20€. Los distintos tipos de queso venían acompañados con algo de lechuga, pepinillos y pan de centeno riquísimo.
(única foto de la entrada sacada de TripAdvisor porque cuando llegó la tabla con esta pintaza tenía tanta hambre que se me olvidó hacer una foto)
Para comer yo me pedí una especie de tortitas tradicionales de patata y queso con crema de yogurt, algo de ensalada y bacon crujiente por encima. En vez de bacon también podías elegir acompañarlo con bacon o trucha ahumada. En letón se llamaban "Kartupelu siera + bekons". Es patata y queso, así que claramente está muy rico. Además la salsa de yogurt es un acierto. En la carta estaba en la sección de entrantes, y costó 4,20€.
Uno de los platos más acertados que comimos fue el risotto. Este es un plato que me encanta y cuando lo he comido, muy pocas veces no me ha gustado, pero la verdad es que esta vez estaba riquísimo. Llevaba algo de carne, zanahorias, cebolla y champiñones además del arroz y la salsa. El letón el plato se llama "Senlatviešu grūbu", costó 4,90€.
Y por último probamos las albóndigas letonas tradicionales. Yo ya estaba bastante harta de comer carne, así que fue mi padre quien pidió este plato. Iba acompañado de patatas al horno buenísimas, algo de ensalada y también dos cremas, una crema de yogurt y otra de tomate y cebolla que para mi gusto era menos apetitosa. De todas formas, sabían a albóndigas, así que también estaban ricas. El plato en letón se llama "Kotletes" y costó 6,90€. Como siempre, la carne siempre suele ser el plato más caro de toda la carta.
Y por si comer platos típicos ricos no fuese suficiente, además por las noches en el recinto casi siempre hay música en directo. Cuando llegamos nosotros empezaba a tocar una banda de música tradicional letona, y eso mejora muchísimo el ambiente. También hay siempre alguien que se anima a bailar mientras los músicos tocan. Y además, es un sitio al que van a comer tanto turistas como letones, así que el ambiente con distintas culturas es buenísimo.
¿Hay algún aspecto negativo?
Si tuviese que comentar algún aspecto negativo durante mi paso por este lugar, diría que sin duda fue que la música estaba altísima, por lo que apenas podías escuchas a la persona que tenías al lado cuando te hablaba. Esto daría igual si estuviésemos en una discoteca, pero siendo un restaurante para cenar, se hubiese agradecido un poco que el volumen que les ponían a los músicos que tocaban en directo hubiese estado algo más bajo. Cuando salías, tenías los oídos igual de taponados como cuando sales de un concierto en el que has estado con el altavoz pegado al oído.
Y por otro lado, quizás también que tardaron bastante en servirnos. Había tantísima gente que el serivicio se liaba un poco, y ya no sabían si te habían traído la bebida o se la habían traído a los de al lado o si te habían tomado nota o no. Por eso la mayoría de la gente va a la hora de la cena, cuando ya no tiene prisa y puede relajarse allí y pasar un buen rato.
Pero bueno, el caso es que es un buen sitio y muy recomendable. Además, creo que los fines de semana abre hasta las 05:00 a.m, así que si después de cenar os apetece quedaros por allí a tomar algo, también podéis. Aunque, y esto también podría entrar dentro de aspectos negativos en según qué momento, he leído que a partir de las diez de la noche no dejan entrar a niños, por eso de que se convierte en pub. Por eso, si vais con niños pequeños, mejor que sea un poco antes.
Guardar
