Mi universidad de acogida

Bueno, seguro que dudáis de que lo primero que nos motive a ir al extranjero sean los estudios. Pero Erasmus también está hecho en parte de eso.

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Una de las primeras cosas que aprendí de la ciudad era que más me valía hacerme el carné de estudiante y matricularme en las clases. (Aunque solo tuviera tres clases, la vida es muy dura... )

Una cosa que me chocó al principio fue la "división" de la universidad. Es cierto que cada universidad tiene un departamento para cada rama, pero en comparación con mi universidad en Francia (Arras), esta se reparte un poco por todas partes en la ciudad.

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El campus cuenta con gimnasios, todos los servicios necesarios, despachos, cantina y todo lo que tiene que ver con la ingeniería. Mi departamento (filosofía) estaba en el centro de la ciudad, muy fácil de llegar en tranvía, pero no eran más que edificios rodeados de comercios.

Los profesores son muy simpáticos, no os preocupéis. No siempre resultaba fácil encontrar las aulas, pero te acostumbras con el tiempo.

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