Día 7. De visita en Zadar, la ciudad con la puesta de sol más bonita del mundo

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¡Muy bien! Después de tomarnos un día de descanso en Vodice decidimos que nuestro último objetivo fuera de nuestra ciudad sería la antigua ciudad de Zadar. El día que pasamos en Zadar fue también bastante largo ya que estuvimos allí desde la mañana temprano hasta que volvimos a Vodice por la noche, pero también estuvo lleno de actividades y conocí a nuevos amigos, lo que, por supuesto, fue algo positivo para el viaje.

Personalmente, no había estado en Zadar desde que fui con el colegio antes de 2008, así que era algo que llevaba esperando ilusionado; como en Split, pensé en ello casi como visitar un lugar completamente nuevo. Al contrario que en Šibenik no sabía muy bien a dónde ir si no me ayudaba con Internet. Mi hermana fue a Zadar hace algo menos pero tampoco conocía demasiado bien los lugares. Pensé que estaría bien tener a alguien que conociera la ciudad y el casco antiguo para enseñárnosla, pero no teníamos amigos allí, aunque me acordé de una "amiga online" de Instagram que siempre subía fotos con historias sobre Zadar. Contacté con ella y dijo que le encantaría ayudarnos en cuanto terminara de trabajar. Quedamos en vernos más tarde y, como verás a continuación, nos alegramos mucho de que ella (y el resto) se uniera a nosotros.

¿Qué hace tan especial a Zadar y qué deberías saber?

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Zadar es una de las ciudades más antiguas de la costa. El primer asentamiento de la zona data de mucho antes de los griegos y los romanos hacia el periodo de los Antiguos Ilirios (puede que unos 900 años a. C. ) e incluso antes, cuando el nombre de Zadar, en aquel momento conocida como Iadera o Idasse se relacionaba con el protoindoeuropeo. Bueno, resulta que me encantan los idiomas... Después de los griegos y los romanos en el siglo II a. C., la ciudad adquirió ese aspecto mágico y característico que atrae hoy a tantos turistas. Hay que agradecer su estructura actual a los romanos, que la construyeron igual que otras colonias en Europa. Hay un foro que representa el centro de la ciudad y calles muy estrachas, bastante geométrico (urbanismo romano) y algunos templos que después se convirtieron en iglesias para los cristianos, o que, en realidad, fueron reconstruidas por los croatas siglos más tarde. Íbamos a ver todo eso.

Si te gustan las ciudades y los pueblos antiguos, especialmente cuando puedes caminar por sus calles y entre sus muros, y comer algo en un restaurante, definitivamente, deberías incluir Zadar en tu lista.

Me encantaría compartir algo más sobre el pueblo, la geografía y algunos detalles de historia para que podáis entender mejor por qué las cosas son allí como son y cómo afectó y pulió eso a la actual Zadar y su mentalidad.

• Población, geografía y transporte

  Zadar es la segunda ciudad más grande que hemos visitado en la costa. Es mucho más grande que Šibenik si nos fijamos en su población de unos 70 000 habitantes. A pesar de todo, Zadar no ha sido siempre tan grande, sino que las últimas décadas la población experimentó un rápido crecimiento debido a los ciudadanos que inmigran del interior y, sobre todo, debido a la buena base económica e industrial.

  De ese modo, como en Split (y otros lugares más grandes), hay una "mezcla" de distintos grupos de gente con distintos dialectos y orígenes culturales que hoy en día viven juntos.

  Hablando de posiciones políticas y geográficas, Zadar es el último gran asentamiento en Dalmacia del norte. También es el centro administrativo del Condado de Zadar. Está situado en la península y, al contrario que otros lugares al sur, no está rodeado de colinas y montañas, sino por una llanura. Puede verse la montaña Velebit (¿la recordáis del Día 2? ) y está a una hora o menos en coche. Por ello Zadar tiene una posición estratégica excelente y es uno de los puntos principales de transporte y economía en esta parte del mar Adriático.

  Zadar está conectada también con el resto de Croacia por las vías del tren, por barco y la autopista está muy cerca. Hay una línea marítima entre Ancona y Zadar.

  Las islas que se ven desde Zadar son Ugljan, Ošiljak, Rivanj, Molat... Lo que tus ojos verán es, en realidad, Ugljan porque es muy alargada, el resto no es tan evidente ni importante. Hay muchos barcos que te llevan a Ugljan.

• Historia

  Como muchos otros sitios en la costa, Zadar tiene una historia turbulenta y ha cambiado varias veces a sus gobernantes. Después de los romanos, los croatas se asentaron en esta zona con los hablantes de lenguas romances (de idioma dálmata, puesto que en aquel entonces era el reino de Dalmacia. Después formó parte del reino de Croacia, aún con la gran influencia del Imperio Bizantino, luego de los húngaros, vénetos, austro-húngaros, los estados yugoslavos, después ocupado por los fascistas durante la Segunda Guerra Mundial y, finalmente, de la actual Croacia. La antigua ciudad fue destruida, pero se intentó reconstruir así que, probablemente, no lo notaréis. Fue bombardeada durante la Segunda Guerra Mundial por los Aliados mientras estaba bajo el mando italiano. Se la llegó a llamar "el Dresde del Adriático" (no sé si sabréis la historia) porque se perdió una gran parte de su legado cultural. La última vez que Zadar sufrió una catástrofe de tales dimensiones habría sido, probablemente, durante los ataques de las Cruzadas, a comienzos del siglo XIII.

  Aún así, hoy podemos disfrutar de la ciudad y con algo de suerte no tendrá más problemas.

• Dos famosas atracciones de la actual Zadar

  Si planeas ir a Zadar estoy seguro de que has oído hablar y estás planeando visitar estas dos atracciones populares. Estoy hablando, por supuesto del órgano de mar, el primero de su clase en el mundo, y el mar es el que lo toca. Y el "Saludo al Sol", localizado junto al órgano de mar y que recoge energía solar para después exhibirla como un disco en el suelo mientras, al mismo tiempo, puedes observar "el atardecer más bonito del mundo".

  Hablaré más de esto y veréis algunas fotos cuando lleguemos ahí.

Recorrido en bus hasta Zadar y la estación de autobús (vías)

Compramos los billetes por 30-40 kunas (depende del día, de la compañía, de si es el autobús local o el que recorre distancias más largas). Zadar está más cerca que Split así que se tarda algo más de una hora en llegar desde Vodice.

También puedes consultar los horarios aquí.

El recorrido en autobús fue divertido, recuerdo al conductor del autobús diciendo algo gracioso puede que un poco inapropiado pero supongo que los viajes no son viajes del todo sin esas cosas. Nos bajamos una vez llegamos a nuestro destino.

De modo que, después de una hora y diez minutos, nuestro autobús pasó junto a la señal que decía "Zadar" y comenzamos a bajar. La terminal del autobús es enorme, puede que del estilo de la de Split, y tiene la misma cantidad de aparcamientos que tiene Zagreb. Comprobamos cuando salían los últimos autobuses en dirección a Vodice por la tarde, compramos los billetes e intentamos encontrar el casco antiguo y las zonas turísticas por nuestra cuenta; aunque Google Maps ayudó un poco.

La terminal de autobuses está a unos 20-25 minutos a pie desde la entrada hasta el casco antiguo en la península. Fuimos por "Ul. Ante Starčevića" y luego a la derecha por "Ul. Nikole Šubića Zrinskog" hasta llegar a la rotonda y fuimos hacia la izquierda (SO) en dirección al mar. Se puede ver desde allí, y hay una pequeña tienda y un mercado donde puedes comprar comida y bebida antes de entrar al casco antiguo (que es más caro que el resto, excepto un sitio que encontramos).

Ya nos acercábamos a nuestro objetivo, caminando por el paseo bajo los árboles y observando los muros frente a nosotros. ¡Ya estamos!

Entrando al casco antiguo

Algo parecido a un puente lleva hasta las monumentales puertas que te dirigen la ciudad fortificada y a sus gruesos muros. Pero no es el puente. Las enormes puertas de piedra se conocen como "The Landward Gates" y en ellas se puede ver el León de San Marcos, que representa la República Veneciana. Puedes encontrar montones de símbolos como este, que se dejaron allí después del gobierno de Venecia en la costa. Estas puertas son uno de los puntos de referencia de Zadar. Tienen tres pasillos y la carretera atraviesa el pasillo central, el más grande. No vayas por los de la derecha, siempre hay un olor muy fuerte.

Si te pones de cara a las puertas y miras a la izquierda (hacia el sur) podrás ver la isla de Ugljan y el pequeño muelle con botes llamado Foša. A la derecha está el muro así que, en realidad, tienes que mirar hacia arriba. Detrás del muro está el parque y los jardines de Vladimir Nazor. Más información más adelante.

Una vez que atravesamos las puertas entramos en una mezcla de ciudad romana y la Croacia moderna. La carretera está pegada al muro de la izquierda y nosotros fuimos por el antiguo camino que va hacia adelante.

Nos acostumbramos a estas calles después de haber estado en Vodice, Split y, sobre todo, Šibenik y las islas, pero aún así era algo nuevo. Dado que esa zona es bastante plana, en contraste con otros lugares, nos hizo sentir como si estuviésemos en un laberinto. Cada vez que pasábamos por varias esquinas nos encontrábamos con algunas calles bastante estrechas que son fácilmente imperceptibles, pero que esconden muchos bares y restaurantes. ¡Y hay muchísimos restaurantes en el casco antiguo! En algunas calles que aún tenían sus antiguas baldosas había que llevar cuidado al andar ya que podías resbalar.

Pasamos por una señal que decía que, hacía casi 600 años, en aquel lugar, se fundó la Universidad de Zadar, en 1393, lo que la convertía en una de las universidades más antiguas de Europa. Sin embargo, el edificio actual de la universidad está al otro lado, junto al mar. Luego hablaré más de ello y de las dificultades de los estudiantes.

En la oficina de información al turista y en algunas otras instituciones o museos puedes encontrar el mapa del casco antiguo. He encontrado una página online que podría serviros.

El Foro Romano

De todos modos, dejamos los bares y restaurantes para después. Mi hermana y yo sabíamos que había algo que ver en el centro; se trataba de la arquitectura que quedó de los antiguos romanos. Estoy hablando, por supuesto, del Foro Romano (la plaza) que debe tener unos 2000 años de antigüedad. ¿A que es genial? Vimos que las columnas y algunos restos de edificios estaban decorados con alguna clase de ilustraciones. La zona es muy grande y abierta, por ello, actualmente, se celebran los conciertos y otros eventos allí. El foro también queda cerca del mar y de la rivera. En general, todas las calles de las antiguas ciudades romanas y sus colonias llevan al foro, y están organizadas de manera muy geométrica. A un lado del foro está la calle más conocida de Zadar, "Kalelarga" (Calle Larga) o, simplemente "Široka ulica", en croata; que es lo que queda del "cardo maximus" romano (hay quien dice que está allí desde antes de que existieran los romanos).

Alrededor del foro se pueden encontrar muchas zonas turísticas y de patrimonio cultural. Lo primero que vimos fue la Iglesia de San Donato y su torre. Detrás de la iglesia está la Catedral de San Stošija, que también íbamos a visitar. Justo donde estábamos está el Museo Arqueológico y un poco más atrás está el monasterio benedictino de Santa María.

Después hacer algunas fotos decidimos ir a ver la riviera.

La riviera y los órganos de mar

Cuando vas a ir a la riviera, primero tienes que pasar por las tiendas de souvenires que hay a ambos lados de la calle. Por fin llegamos al mar. Hay dos caminos que recorren la península y la riviera, uno bajo la sombra de los árboles y el principal, junto al mar. Había mucha gente sentada en la orilla o simplemente disfrutando del baño. Lo que queríamos enseñarle a Madoka eran los famosos órganos de mar. Por suerte, como era mediodía o un poco antes, no había mucha gente, pero por la tarde se llena a rebosar de gente.

Finalmente llegamos a los órganos de mar. Antes de llegar a verlos podrás oírlos. Creo que todo el mundo en Croacia los conoce y, probablemente, cada colegio de Croacia ha ido al menos una vez a Zadar solo por los órganos, y puede que por alguna otra atracción. Definitivamente es algo que atrae a los turistas, que disfrutan sentándose alrededor y grabando el sonido. Ahora bien, ¿qué clase de sonido emiten? ¿La música del mar? Se trata de las olas y las corrientes que atraviesan los agujeros y producen los sonidos y los ruidos que escuchamos. Los órganos se construyeron sobre las escaleras, pero no podemos ver el sistema, claro. Mucha gente va también a nadar y saltan directamente desde los órganos al mar. El gran arquitecto responsable es Nikola Bašić, que no estaba satisfecho con la monótona rivera de cemento (renovada después de los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial), por lo que, literalmente, diseñó este instrumento musical. Los órganos se abrieron al público en 2005.

Ni siquiera a 30 metros de los órganos hay otra atracción conocida como "el Saludo al Sol". Lo veremos después, con el atardecer os hablaré más de ello. Hasta entonces tendréis que imaginarlo.

Rodeamos la península y nos dirigimos a la catedral

Después de ver el Saludo al Sol decidimos rodear la ciudad, así que nos dirigimos al noreste siguiendo la carretera y terminamos caminando bajo la sombra de los muros de la ciudad. Esta calle se llama "Liburnska obala" en referencia a las tribus antiguas de Liburni que vivieron allí antes de ser conquistadas por los romanos. Después de pasear durante diez minutos pasamos por algunas puertas y vimos el puente de antes para entrar a la ciudad y fuimos a dar una vuelta por allí.

Usamos un mapa un par de veces para encontrarnos dentro de ese vasto océano de calles estrechas y casi iguales, y, al final, encontramos una ruta que nos llevó rápidamente a la Catedral de Santa Anastasia.

La Catedral de Santa Anastasia (Stošija)

Una vez más, si te gusta la arquitectura y el arte de la época medieval esto ta va a parecer interesante. ¡Si no lo recuerdo mal, la entrada es gratuita! Solo hay un par de cosas a las que prestar atención y debes entrar así: no llevar toallas, vestirse de manera "formal", no llevar sombreros y no hacer fotos con flash. El tipo que hay allí sentado presta atención a cada detalle y el que nos encontramos era bastante religioso y susceptible.

A pesar de que las iglesias pueden parecer algo aburridas, esta tiene un aspecto único, o, al menos, no tan sencillo como otras. Desde la parte delantera, la fachada, lo primero que se aprecia son las vidrieras circulares (un rosetón y un óculo) y, aquellos que estén más interesados en el arte, probablemente reconocerán el estilo románico. Detrás hay un campanario. Esta iglesia es la más grande de Dalmacia; más grande incluso que la de Split, lo cual dice mucho de la importancia de Zadar a lo largo de la historia y cuánta influencia tenía. Se construyó en el siglo IV-V pero fue reconstruida y renovada durante los siglos XII y XIII. Así que lo que verás ante ti ha presenciado innumerables acontecimientos durante más de 1500 años. La iglesia está también dentro de la lista de Patrimonio Mundial de la UNESCO.

Encontrar un restaurante asequible para comer

Vale, después de pasar un rato en la iglesia y de haber estado andando todo el día nos entró hambre y llegó, entonces, el momento de encontrar rápidamente algo para comer. Recorrimos otra vez Kalelarga y alguna otra calle intentando encontrar algún lugar con precios asequibles. Fuimos a la plaza de Petar Zoranić (con su estatua), un poeta y escritor renacentista, pero incluso con su presencia fue difícil encontrar algo decente. También descubrimos que allí se encontraba la entrada a los jardines y al parque de Vladimir Nazor, que pensábamos visitar después de comer.

El problema es que, estando en el casco antiguo todo es mucho más caro. Después de haber perdido la esperanza y aceptar que tendríamos que pagar una suma bastante alta por una sencilla pizza, encontramos (puede que en Varoška Street, una calle estrecha) un restaurante que ofrecía pizzas Jumbo por unos 50 kunas. Nos pusimos tan contentos que corrimos a sentarnos.

¡Y no nos arrepentimos! Pedimos la pizza jumbo y unas Cedevitas para refrescarnos; y después de esperar unos 10-15 minutos o menos, nos sorprendimos al ver el gran tamaño que tenían y lo deliciosas que estaban las pizzas. Recuerdo que las chicas no pudieron comérselo todo así que tocó más para mí y acabé comiéndome una pizza entera de tamaño normal yo solo. Nos quedamos allí unos 40 minutos, descansando en la agradable sombra y esperamos hasta que recobramos nuestra energía al 100%. Ahora había llegado el momento de volver a los jardines y al parque, que estaban cerca de las monumentales puertas del casco antiguo. Después de 5-10 minutos andando por las mismas calles, llegamos a la zona verdosa.

El parque de Vladimir Nazor

Por desgracia, no he podido encontrar fotografías del parque, que es bonito pero nada del otro mundo, solo la vista de las islas Foša y Ugljan desde los muros, por encima de las monumentales puertas. (¡Aquí abajo! )

Aquí puedes ver algunas fotos del parque encontradas en Google.

Mientras estábamos en el parque, recorriéndolo de arriba a abajo, pudimos ver que hay muchos caminos que ten llevan alrededor y puedes ver muchas clases de plantas y flores. También hay bancos y tuvimos la suerte de encontrar uno vacío. Después de descansar un poco vimos que había una pequeña "colina" de unos 10 metros de alto, probablemente, y, para llegar a la cumbre rodeada de árboles y arbustos tenía un camino en espiral a cada lado. Jugamos un rato, saltando para llegar a la cumbre. Desde ella podías ver, sobre todo, árboles y otras partes de Zadar, pero no mucho más. Satisfechos con el éxito de nuestra conquista de "Amon-sul" bajamos; ahora, nuestro objetivo era esperar durante una hora y media a nuestra amiga.

Momento de relax a la sombra en la riviera

Tardamos 10-15 minutos en acercarnos al camino que lleva del foro a la riviera. Una vez allí, al igual que otros muchos, encontramos un lugar agradable bajo los árboles y asentamos nuestro "campamento" allí. Mi hermana y Madoka jugaban a Šnaps mientras me quedaba medio dormido, disfrutando de la sombra; estábamos exhaustos. En aquel momento solo podía pensar en dormir sobre mi toalla después de una deliciosa comida. Después jugué un poco con Madoka y nos relajamos todos unos 20 minutos más. El cielo empezó a oscurecerse por el sur y me empezó a preocupar que la tormenta pudiera arruinar nuestro día (y no llevábamos paraguas). Por suerte, se desvió de Zadar y el sol siguió brillando.

Llegó el momento, les dije que teníamos que marcharnos para que nuestra amiga no tuviera que esperarnos. Decidimos no nadar, ni siquiera más tarde.

Quedamos con nuestra amiga y visitamos la Iglesia de San Donato

Quedamos en vernos en las puertas de la ciudad de Zadar y estuvimos andando durante unos 15 minutos hasta llegar allí por la sombra, estaba pasada la biblioteca, todo pegado a los muros. Después de conocernos en persona, no solo a través de una pantalla, nos sugirió algunos sitios que aún nos faltaban por visitar.

Lo primero ahora era visitar la Iglesia de San Donato. Nunca había estado allí pero me sentía muy emocionado; en el colegio nos habían hablado de ella pero siempre me pareció algo aburrido; eso hasta que estás frente a sus puertas, o mejor aún, cuando entras. También conocimos a su hermana, que iba a acompañarnos hasta la noche.

Ahora bien, la Iglesia de San Donato es muy antigua, grande y con muros gruesos, y construida al completo en dimensiones monumentales. Su construcción data del siglo VIII y su nombre anterior era Iglesia de la Sagrada Trinidad, pero más tarde, durante el Renacimiento, fue renombrada en honor a San Donato y así ha permanecido. Lo que puedes observar desde el exterior es que la iglesia es realmente enorme para la época en la que fue construida (esa es una de las características de la arquitectura de la edad media temprana). También hay unas partes, llamadas ábsides, y justo encima hay una cúpula (pero no como una esfera que es una invención del Renacimiento). Tiene forma circular y cuando entras puedes ver un gran espacio circular con enormes columnas. Hoy en día, ese espacio se utiliza para conciertos.

Subimos por las escaleras que se elevan en espiral hasta la parte más alta, la galería. Relativamente hablando, hay muchísimo espacio, más del que cabría esperar. Puedes caminar por el centro de la iglesia y mirar hacia abajo, creo que debía ser una altura de 15 metros (la iglesia mide más de 20 metros de alto). También puedes echar un vistazo al foro y a la riviera desde una de las ventanas, a través de la red de seguridad. Una vez allí intenta imaginar cómo sería aquello hace cientos o miles de años, con las antorchas, todo el lío religioso, los curas, la nobleza y el coro. Seguramente se podría hacer alguna película allí.

Después de hacer unas cuantas fotos bajamos hacia la salida. También se pueden coger unos panfletos informativos y el mapa de Zadar en la mesa de información junto a la entrada.

Alrededor del foro

Muy bien, estábamos en el Foro Romano y nos proponíamos comprobar qué habíamos visto desde la iglesia. El foro estaba lleno de sillas debido a que iba a haber un concierto allí en unos pocos días y el espacio estaba delimitado con vallas.

Fuimos a entrar a un jardín con unas columnas muy antiguas, en realidad se trataba de las ruinas de unas columnas romanas que se estaban exhibiendo a lo largo del paseo hecho de baldosas de piedra. Una vez más, esto podría resultar aburrido o interesante, dependiendo de si te gustan estas cosas. Los lugareños están acostumbrados a caminar cada día entre los antiguos edificios y las ruinas, pero para algunos turistas resulta bastante exótico. Puede que lo demos por hecho pero creo que los habitantes de cada país están acostumbrados, hasta cierto punto, a su alrededor.

Empezamos a dar vueltas por las calles y encontramos una enorme columna, muy bien preservada, que solía ser la columna de la vergüenza. Por desgracia, hoy en día se encuentra en desuso. Rodeamos las calles cercanas y las casas de muros coloridos, y vimos, de nuevo, la siempre interesante ropa colgando de las cuerdas entre las ventanas de las casas. Acabamos de nuevo frente a la columna de la vergüenza y nos pusimos de camino a Široka ulica (Kalelarga).

Nuestra guía (llamémosla Angie) nos llevó a una tienda de souvenires con diseños y joyas de Zadar hechas a mano, cerca de la Iglesia de Santa Anastasia. Nos pasamos allí unos 15 minutos; bueno, todos excepto yo estaban viendo las cosas que vendían, yo simplemente tuve que aguantar ese difícil periodo en el que no sabía qué hacer. También nos acompañaba la, antes mencionada, hermana (llamémosla Mia).

Por los muros y hacia adelante

¿A dónde podíamos ir ahora? Primero fuimos por Kalelarga al Narodni trg, pasamos por la lonja de pescado y por otras tiendas de souvenires cercanas, y vimos la calle (Ulica Jurja Barakovića) que llevaba hasta las puertas y al puente contiguo. Las puertas de las que hablo como la parte norte de la península están aún fortificadas, esa parte no se estropeó durante las guerras y se mantiene, a día de hoy decoradas y como una parte de la ciudad. En aquella parte del muro hay una carretera y un camino peatonal. También hay algunos árboles de modo que el muro está completamente integrado en la ciudad. Subimos las escaleras que hay a ambos lados de las puertas y nos dedicamos a disfrutar de la vista durante unos minutos.

Frente a nosotros estaba el puente, que funcionaba como acceso directo al otro lado de la Zadar moderna. Todo estaba lleno de botes y algún que otro barco más grande. Nos encaminamos, de nuevo, hacia el norte durante 5-6 minutos de paseo. Por cierto, las vistas de las calles desde el muro son geniales; espero tener una buena foto para poder enseñároslas. Después de varios minutos andando encontramos otras escaleras que nos dirigían de nuevo abajo.

De camino al café y encontrándonos con más amigos

Algo típico en Croacia es el momento de sentarse en algún sitio para tomar un café o algún refresco y hablar durante horas. Aquel día no podíamos permitirnos quedarnos hablando durante horas, así que tuvimos que conformarnos con, aproximadamente, una hora y media. Nuestras hermanas comentaron que conocían un buen sitio al que querían llevarnos, así que ellas dirigieron la marcha. Pasamos por el Foro Romano y por Kalelarga, caminamos en dirección a la riviera y seguimos la carretera y la calle Mihovil Pavlinovic.

Por suerte, aunque aún estaba soleado, el sitio estaba a la sombra, y tenía muchos árboles a su alrededor. Nos detuvimos, una vez más, ante unas ruinas antiguas de alguna especie de iglesia pequeña o capilla que parecía una llave (si la mirabas desde arriba). Después había un pasillo, una vez que lo atraviesas te ves rodeado por casas altas y allí estaba también nuestro café. Nos sentamos bajo una sombrilla y pedimos algo para beber. Por fin pudimos hablar un rato sin estar moviéndonos constantemente y pudimos conocernos todos mejor. Las hermanas nos dijeron que Madoka era la primera persona japonesa que conocían en persona y que estaban encantadas de ayudarnos a que Madoka se lo pasara bien en Zadar y que se llevara buenos recuerdos.

Después de media hora o así dos amigos de las hermanas se unieron a nosotros. Al final éramos 7 personas. Después de comentar las diferencias entre Croacia y Japón, preguntarle a Madoka qué tal estaba siendo la experiencia allí, qué le gustaba y qué no, qué le resultaba extraño o mejor que en Japón, etc. decidimos ponernos lentamente en marcha hacia nuestro último objetivo en la península. El atardecer se acercaba poco a poco, el sol se acercaba al horizonte y, por supuesto, nosotros teníamos que ir al "Saludo al Sol".

El Saludo al Sol

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Dimos un largo paseo de 10-15 minutos (relativamente largo, pero casi desde una punta a otra de la península). Yo quería ver el Saludo al Sol y echar unas cuantas fotos buenas, sobre todo después de mi presentación sobre Croacia en Japón, menos de un mes antes de nuestra visita a Zadar. Como he dicho, había llegado el momento del atardecer y la riviera se estaba llenando poco a poco de turistas y lugareños que paseaban (muchos se reunían en la plataforma de los órganos de mar y el Saludo al Sol).

Solo hubo un problema que estropeó un poco todo. El atardecer estaba allí, y también el sol, pero detrás de las nubes, así que se vio todo un poco grisáceo y como si fuera a empezar a llover. Desde la distancia no se podían distinguir apenas las islas, que se mezclaban con las nubes en el horizonte.

Aún así había montones de personas allí, sentadas junto a los órganos, o los grupos grandes, de 50-60 personas al menos, que paseaban constantemente por la plataforma. Además de un grupo de lugareños que nadaban junto a los órganos. Estuve pensando si saltar o no al agua, pero habría tenido problemas después con la ropa mojada, puesto que ya no había sol, así que, al final, no salté. Después de pasar 5-10 minutos sentados junto a los órganos, decidimos echar un vistazo a la plataforma.

A primera vista, la plataforma no brillaba demasiado, pero después de unos 10 minutos empezó a verse más fuerte y aparecieron muchos colores distintos. Pero esperad, ¿de qué va todo esto?

Justo como los órganos de mar, esto se basa también en la comunicación o la interacción con la naturaleza, y de esta interacción recibimos estímulos, ya sean visuales o auditivos (como los del órgano de mar). La interacción aquí ocurre entre la luz del Sol y las placas de cristal de varias capas llenas de foto-sensores que reproducen el efecto (eso que vemos y que parece una plataforma de discoteca). El sol es la bola de discoteca y el técnico que cambia las luces. Todo parece un gran círculo, puede que de unos 10 metros de radio, con un montón de zonas hechas de cuadrados que, debido a la energía del sol, cambian de color y brillan. Primero aparece el azul oscuro, luego cambia a rojo, morado, verde y demás. Es, claramente, muy popular entre los niños, que corren por allí; pero también entre los adultos. Es muy probable que acabéis haciendo selfies y muchas fotos. El título del "atardecer más bonito del mundo" le va a la perfección y resulta ser una atracción muy popular. Solo tienes que quedarte en Zadar hasta la noche para no perdértelo. Y esperar que las nubes no lo tapen todo...

Volviendo a las Puertas de Zadar y echando una carrera por el bus

Empezaba a hacerse oscuro y llegaba la hora de dirigirse a la salida del casco antiguo. No había más oportunidades para saltar al mar, sobre todo cuando no podía ver lo que había debajo. Pasamos por el foro y caminamos hasta el final.

Al principio de este artículo he mencionado que la Universidad de Zadar es una de las más antiguas, pero que la actual está en algún otro sitio y que los estudiantes tienen algunos problemas. Bueno, la nueva Universidad de Zadar está junto a la riviera, y el problema de los estudiantes es bastante simple, es algo complicado concentrarse en estudiar o en seguir una clase cuando en verano tienes las vistas del mar y las islas justo en la ventana.

Al final de la península está el pequeño muelle para los botes Foša y caminamos bajo los muros por el estrecho camino durante unos 30 m hasta que llegamos a las escaleras que llevaban a las Puertas de Zadar. Llegó el momento de despedirnos, nos lo pasamos genial durante todo el día, y aprendimos muchas cosas nuevas sobre Zadar. Comenzamos a seguir el camino que habíamos recorrido en dirección al autobús, ya que no queríamos perderlo, cuando de repente...

Recuerdo que olvidé darles un pequeño regalo por la ayuda y el tiempo que nos habían dedicado. Corrí llamando a Angie por teléfono y, afortunadamente, me devolvió la llamada y nos encontramos en las Puertas. Después de aclararlo todo volví corriendo a encontrarme con mi hermana y Madoka y entonces todos nos apresuramos hacia la estación de autobuses. Llegamos allí 15-20 minutos antes de la salida así que teníamos "tiempo de sobra" para ir al aseo y puede que para comprar algo. Entramos al autobús, que estaba casi vacío y nos sentamos cómodamente donde quisimos, nadie tuvo queja esta vez.

El camino de vuelta a Vodice fue bastante rápido, ni siquiera recuerdo si me dormí o no. Llegamos a casa, contamos las historias y nos fuimos a dormir después de cenar. Algunos fueron a pasear pero yo me quedé en casa porque estaba muy cansado.

Visitar Zadar fue, definitivamente, una experiencia genial y toda una aventura. Lo pasamos genial gracias a nuestros guías, una vez más, y a otros amigos. No recuerdo haber visto tantas cosas en un solo día, en ninguna otra ocasión. Zadar era también la última parada de nuestro viaje alrededor de Vodice antes de volver a Zagreb.

Y el momento de volver a Zagreb se acercaba rápidamente.

Gracias por leer y hablaré más de los últimos días muy pronto.

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