Día 2 en York

La ciudad me gustó tanto la primera vez que fui, que decidí ir otra vez. En esta ocasión yo estaba esperando la segunda visita de mi novio durante mi Erasmus, y mi intención era enseñarle los lugares que más había disfrutado y otros a los que quería ir con él.

Así que nos decidimos a ir a York. Lo primero que hicimos fue ir al parque que hay justo pasando el puente, a la entrada de la ciudad. Es muy bonito porque resalta el verdor del cesped bajo lo nublado del cielo; hay ardillas y las ruinas de una antigua abadía, así como otros edificios interesantes de visitar, como un observatorio.

Después pasamos al centro de la ciudad, mi parte favorita. Entramos en tiendas que no había visitado la vez anterior. La que más me llamó la atención fue una de osos de peluche hechos a mano; bastante caros pero muy, muy suaves y bonitos.

Entre el gran ambiente de la ciudad, nos encontramos con un artista callejero sobre un monociclo que también había visto la vez anterior. Merece la pena pararse a verlo si lo encontráis.

Subimos a la Torre Clifford, un pequeño mirador con mucha historia. Además, el día que fuimos coindió con la celebración anual de la llegada de los vikingos, así que había gente disfrazada como tal por toda la ciudad y música de época. Si os coindice, no dudéis en salir a verlo.

Catedral de York con desfile Vikingo

Torre Clifford

Aunque el tiempo no acompañó en absoluto, salí con la misma impresión encantada de esta maravillosa ciudad.

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