La colina de las Tres Cruces y la colina Altana
La colina de las Tres Cruces es uno de los primeros sitios que descubrí cuando me fui de Erasmus, así que decidí pasarme por allí. Cuando mis amigos y yo llegamos, vimos que el camino para subir era bastante largo, pero estábamos muy motivados para subir. Incluso nos atrevimos a contar cuántos escalones había y contamos entre 400 y 450.
Me parece que es una bonita excursión que hacer y lo mejor es que se puede llegar allí de varias formas.
- Además de subir la escalinata, puedes ir por el puente de Kosciuszko. Si vas en coche, puedes dejarlo en un aparcamiento en la parte de abajo de la colina o también puedes ir en bici porque hay un carril hasta allí.
- La otra forma de llegar es algo más complicada porque implica escalar un poco; es ligeramente peligroso, pero no está mal hacer algo de cardio en verano.
Cuando se lo comentaba a otra gente o a turistas que me preguntaron cómo llegar, preferían subir por la escalinata, aunque les propuse las otras opciones también.
El problema es que, en invierno, subir por las escaleras puede ser un peligro porque resbalan. Sin embargo, eso no fue un impedimento ni para mis amigos ni para otros turistas. Cuando fui con mis amigos, había también un grupo de Erasmus alemanes si no recuerdo mal y charlamos un rato con ellos sobre el tema.
La verdad es que es muy satisfactorio llegar a la cima y disfrutar de las vistas de toda la ciudad de Vilna; el paisaje era impresionante, aunque no fuera durante la puesta de sol. Da igual a qué hora del día vayas porque te va a encantar de todos modos; no importa que no vayas durante el día porque por la noche también da la impresión de estar en un cuento.
Cerca de las Cruces hay otro sitio que por entonces no tenía muy claro qué era. Pensaba que allí se celebraban eventos y conciertos en verano, pero estuve en Vilna de febrero a julio y no vi que se celebrara nada; solo era un sitio al que la gente iba a pasar el rato.
Cuando bajes, da igual en qué dirección, te encontrarás con un río. De día no es nada del otro mundo, pero de noche se convierte en un lugar mágico.
Y como parece ser que todo el mundo conoce este sitio, tampoco me voy a explicar mucho más. Así que pasemos a otro paraje natural precioso, la colina Altana.
Esta colina se encuentra al otro lado de la ciudad y no es tan popular entre turistas; ni siquiera parece serlo entre la gente de allí. Yo acabé allí un poco por accidente y decidí volver porque es mucho más tranquila que la colina de las Cruces —os imaginaréis por qué. Lo que me gustó de esa colina, fue el columpio.
Sí, has leído bien. Allí arriba de la colina hay un columpio. Puedes columpiarte y ver la otra parte de Vilna. ¿Arriesgado? Un poquito. Pero parecía estar bastante bien y todos mis amigos y yo nos columpiamos sin caernos, así que puedes probar sin miedo.
El camino de subida es diferente al de la colina de las Cruces. No hay escaleras, pero la subida no es peligrosa. Es como dar un paseo por el bosque.
En la foto se puede ver a una madre con su bebé al fondo. La primera vez que subí a la colina y descubrí este camino sin pavimentar fue un día de abril en el que tuve un descanso de 50 minutos entre dos clases. Hacía buen tiempo, el sol brillaba y la temperatura superaba los 20 °C.
Los últimos turistas que me preguntaron por la colina de las Tres Cruces tuvieron suerte, porque como ya conocía la colina Altana se la pude recomendar y les expliqué cómo llegar. Quedaron la mar de contentos porque les apetecía un poco de aventura.
Así que si un día te apetece ver la colina de las Tres Cruces, ten en cuenta que la colina Altana también es una buena opción. Quizás no en invierno, pero cuando empiece la primavera puedes ir y disfrutar de este lugar.
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