Opinión y recomendaciones generales de Vietnam

Opinión y recomendaciones generales de Vietnam

¡Hola a todas y todos! Acaba de terminar mi viaje por Vietnam, hace unas horas abordé mi avión y ahora, fuera de ese país en el que estuve por diez días, miro a la distancia las experiencias que ahí viví y reflexiono sobre todo lo que ese viaje significó para mí y todo lo que aprendí y descubrí.

Vietnam es un país bellísimo y con muchísimas cosas que pueden interesar a cualquier extranjero: tiene naturaleza, historia, tradición, cultura y gastronomía.

Sin embargo, no todo fue bueno, pero tampoco todo fue malo. Así como me sorprendí y maravillé ante muchas cosas, también hubo muchas otras cosas de este país asiático que me chocaron y me disgustaron mucho, y que considero que podrían disgustar en general a los y las visitantes occidentales que, como yo, visiten el sudeste asiático por primera vez.

A continuación les hablaré de algunos aspectos que son muy importantes y también muy diferentes de todo aquello a lo que estamos acostumbrados y acostumbradas. Aunque seguramente habrá más aspectos negativos que positivos, esto no quiere decir que haya odiado Vietnam ni mucho menos, simplemente son cosas que me disgustaron y que creo que todo viajero y toda viajera debe tener en cuenta antes de elegir Vietnam como destino  y antes de decidir el tiempo de estadía en este país.

Comida

Algo que recordaré con mucho cariño y que incluso puede que extrañe es la comida. No sé si ustedes hayan probado o al menos escuchado alguna vez sobre algún platillo de cocina vietnamita. Sé que no es de las comidas asiáticas más famosas, pero es verdaderamente muy buena y es uno de los puntos más positivos de mi viaje. ¿Han escuchado alguna vez de los rollitos primavera? Pues este es solo uno de los deliciosos platillos que ofrece la gastronomía vietnamita.

Sin importar en qué ciudad o región estén, toda la comida es muy rica y en general muy completa  y nutritiva. Así como para nosotros y nosotras en México la base de toda nuestra comida es el maíz, aquí en Vietnam la base de la alimentación es el arroz. No solo hay arroz al vapor o en diferentes preparaciones, sino que también otros alimentos como los fideos o las  galletas con que se hacen los rollitos están hechos a base de arroz. Otros ingredientes que dominan esta gastronomía son una gran variedad de verduras (en general son verduras de esta región, de las que yo no conocía los nombres) y carne de pollo, res y puerco. En las zonas costeras se tiene acceso a muchos tipos de mariscos.

Advertencia: Aunque en general toda la comida es rica y buena, yo recomendaría a los europeos y europeas, o simplemente a quienes tengan estómago delicado, que evitaran los puestos de comida más locales o callejeros y más bien buscaran restaurantes en forma que tengan recomendaciones de otros extranjeros y extranjeras en sitios como tripadvisor o google maps. Digo esto porque es muy común que los no locales se enfermen del estómago en algún punto de su viaje.

Yo comí algunas veces en la calle o en sitios que muchas personas no considerarían del todo higiénicos y no tuve ningún problema, pero no sé si haya sido por mi estómago mexicano o por mera suerte. Es por esto que a quienes sepan que sí tienen un estómago frágil no se arriesguen a que una enfermedad les arruine parte de su viaje.

La comida en general es muy barata y muy variada. Los platillos típicos que más les recomiendo probar son el pho (sopa de fideos de arroz con algún tipo de carne) y los nems (rollitos fritos que pueden estar rellenos de carne o de verduras).

Para quienes se queden mucho tiempo en Vietnam, o en Asia, puede que en algún punto se enfaden de comer el mismo tipo de comida y quieran escapar de la comida asiática. Esto no implica ningún problema, pues en las ciudades grandes y turísticas siempre se encontrarán muchas opciones de comida occidental.

Idioma

Este sí que fue uno de los problemas gordos del viaje. En general, puedo decir que de todos los lugares a los que fui, los únicos y las únicas vietnamitas que encontré que hablaban inglés eran quienes trabajaban en hoteles y agencias turísticas, y alguna que otra persona que atendía en los puestos de recuerditos. Fuera de ellos, el resto de los ciudadanos y ciudadanas no habla ni entiende el inglés, por lo que en general es muy complicado comunicarse. Incluso en áreas turísticas como el Old Quarter de Hanoi, en los restaurantes, supermercados y sitios de masajes a los que fui, no encontré a nadie con quien pudiera comunicarme en inglés.

Si pueden tener a la mano algún traductor, eso les podría ayudar si tienen alguna dificultad. La única otra opción es ser paciente y tratar de comunicarse con señas.

Ya que los taxistas tampoco hablan inglés, y esto puede resultar problemático para saber a dónde se va y cuánto se debe de pagar, les recomiendo que descarguen la aplicación Grab, que  es como el Uber de aquí y está en inglés. Con esta aplicación no se necesita hablar con el chofer, y si fuera necesario, ellos cuentan con un traductor en el celular que les permite dar cualquier información en inglés al pasajero.

Clima

Yo estuve a inicios del mes de agosto y viví dos tipos de clima: el que me tocó en mis primeros días fue un diluvio con todas sus letras, y el resto de mi tiempo me tocó un calor húmedo e infernal. Sinceramente, entre estos dos prefiero el diluvio, pues permite moverse un poco más. En las horas de calor extremo (en la tarde, después de mediodía y hasta las cuatro o cinco) nos resultó imposible movernos mucho para visitar las ciudades en las que estábamos, pues era un calor demasiado sofocante y se sentía todavía más caluroso de lo que era por la humedad. Me dijeron que los meses de junio y julio son todavía peores, así que intenten evitarlos, y si pueden venir en invierno, mejor aún.

Traigan ropa para mucho calor, pero también impermeable o sombrilla. Es más cómodo andar en chanclas que en tenis, a menos que el terreno sea demasiado difícil para caminar. El bloqueador es absolutamente obligatorio.

Tránsito

Para mí, este fue el punto más difícil de sobrellevar y más negativo de todo el viaje. Nunca pude acostumbrarme a la forma de cruzar la calle, o simplemente de caminar, en todas las ciudades en las que estuve.

Aunque a veces sí resulta divertido estar esquivando las motocicletas como si fuera un videojuego, a la larga es realmente insoportable. Cruzar una calle pequeña es difícil, y cruzar una avenida es prácticamente una hazaña. Las líneas de cebra y los semáforos no son más que un simple adorno, pues no tienen significado alguno para los conductores y conductoras de bicicletas, motos y automóviles.

A nadie le importa quién se mete en su camino, ninguno de estos vehículos se detiene por nada del mundo, ni por un semáforo, ni mucho menos por la integridad de una persona cualquiera que cree que tiene derecho a cruzar la calle. Los peatones no tienen derecho alguno, solo tienen valentía, osadía y un poco de suerte de vez en cuándo.

Tengan esto en mente cuando vayan a Vietnam: nadie se detendrá nunca, pero en serio NUNCA, para cederles el paso. La única manera en que podrán cruzar es encontrando el espacio entre moto y moto o entre coche y cooche, con determinación y decisión, con rapidez sobre todo, y sin confianza alguna en que alguien que viene lejos se va a detener por ustedes. Generalmente cuando ven que alguien quiere cruzar la calle le avisan con una lluvia de pitidos que no es una buena idea porque no se van a detener. En muy pocos casos se quedan en silencio. Pero en ningún caso se detienen.

Caminar por las banquetas también es tarea difícil, pues este es el lugar donde estacionan las motocicletas y no queda espacio para que una persona camine. Eso obliga a los peatones a bajar de la banqueta y usar la calle, pero esto también provoca una tormenta interminable de pitidos de las motocicletas y autos que están conduciendo y quieren usar el espacio en el que el peatón está estorbando. Para estos casos recomiendo que usen todo lo que puedan de banqueta, aunque sea algo estrecho o incómodo, y solo bajen a la calle si no hay ninguna otra forma de pasar.

Ser extranjera en Vietnam

Otra cosa que puede ser divertida o insoportable dependiendo de cómo se dé es la popularidad de los rasgos físicos occidentales. A los vietnamitas simplemente les encantan los extranjeros y las extranjeras que no tienen rasgos asiáticos. Me tocó varias veces que algunas personas llegaran de la nada a colocarse a mi lado porque querían tomarse fotos conmigo. Eso era divertido, debo admitirlo.

Sin embargo, el lado negativo de esto es cuando una mujer se encuentra sola y todos los hombres, jóvenes y viejos, te saludan y te miran de una manera demasiado incómoda. A mí me pasó una vez que salí a caminar sola en la noche, que no importaba por dónde pasara, todos los hombres me gritaban cosas, y me sentía demasiado incómoda y acosada sin poder hacer nada al respecto. Fue una de las situaciones más desagradables que pasé, si a esto se suma que mientras los peatones me gritaban, los conductores no me dejaban cruzar la calle y amenazaban con atropellarme si no me quitaba de ese espacio en el que solo pueden dominar los medios de transporte y nunca los peatones.

La pregunta final: ¿vale la pena o no visitar Vietnam?

Después de estas últimas cosas tan negativas que les he dicho, parecería quizá que les digo que no visiten Vietnam, pero no se trata de eso. Yo comprendo que todo esto me molestó porque estoy acostumbrada a otro tipo de viajes y otro tipo de culturas, y que este cambio tan grande chocó caóticamente con mi perspectiva occidental. Creo que parte de la experiencia de viajar a Vietnam es enfrentarse a estas dificultades y diferencias culturales, y aprender que no podemos ser todos ni todas iguales.

Vietnam es un país muy bonito, con paisajes extraordinarios, maravillas naturales del mundo, monumentos históricos milenarios, tradiciones mixtas, gastronomía increíble. Hay muchísimos puntos positivos por los que vale la pena visitar este país, pero sí que hay que tomar en cuenta todos los puntos negativos también para  no tener una sorpresa desagradable una vez que comience el viaje.

Si les interesa viajar a Vietnam, háganlo con una buena planeación, con muchas precauciones y con la mente abierta y preparada para encontrarse con la otredad, la diversidad, la diferencia. Viajar a Vietnam pudo resultarme muy desagradable en muchos momentos, pero todo fue parte de la aventura, y no me arrepiento de haberla vivido y haber aprendido tanto de esta sobre lo que este enorme mundo tiene y lo que somos los seres humanos al fin y al cabo.

Si tienen alguna duda o inquietud sobre este destino exótico, pregúntenme lo que sea y estaré muy feliz de poder ayudar.

¡Gracias por la atención y hasta la próxima!

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